Lo Perfecto en lo Imperfecto

Capítulo 45

Prov. Alexa's

-Disculpa por tardar tanto, cariño- Dice el chico desconocido a nuestra jefa.

-No hay problema, los enanos me estaban acompañando.-Responde ella.

Miro de manera ofendida a Silvia nuestra jefa y ella solo me regala una sonrisa. 

-Enanos, el es mi novio Julio.- Lo señala. - Y ellos, son los enanos que trabajan conmigo. Alexa y Nicolás.

Eso era otra cosa que cambió, nos trataba como sus iguales y no como sus empleados.

-Pues este que está aquí es Lucas y trabaja conmigo. Y esa señorita es la que me aguanta.- Dice Julio señalando a Silvia.

-Un placer y me compadezco de ti al aguantar este dolor de culo.- Dice Lucas, había olvidado lo que me hacía sentir su voz.

—Bueno, ya llegó tu Romeo, nosotros nos vamos. Hasta mañana— Hablo apresuradamente y se que Nick entiende el porque.

-Van a la parada de autobuses?- Pregunta Julio y solo asentimos.- Yo puedo llevarlos, voy a esa dirección o podría llevarlos a casa.

—Lo siento pero a mi no serviria, pues voy al lado contrario pero a Nick si le sirve.— Digo sincerandome.

-Pues no se diga más, llevaremos a Nick a casa. Y tu- señala a Lucas- Llevala a ella a la suya, se que vas en esa dirección.

El al momento no dijo nada, pero luego solo asintió

Jodido karma.

Vi una leve sonrisa en el rostro de Nick, juro que lo mataré después.

Me despido y camino en la dirección en la que encamina Lucas, no veo por ningún lado su moto, pero si el auto que solía llevar a la preparatoria.

-Sube- Dice. Y solo obedezco. Abrocho mi cinturón y lo veo encender el auto. Nos encaminamos al edificio donde vivimos y tod a sido un total silencio.

-Tienes un pésimo novio, deja que salgas con otro y ahora deja que yo te lleve a casa- Comenta con ironía.

—Nick no es mi novio y aunque lo fuera, no es tu problema— Mi molestia habla por si sola.

-Tienes razón. Dejo de ser mi problema hace mucho y todo gracias a ti.

Sabia que estaba molesto, pero no entendía el por qué. Yo no era la que llevaba a diferentes chicas a pasar la noche, yo lo le hacía un lavado estomacal a la rubia esa.

Decidí guardar silencio. Recibí un mensaje de Nick. 

"Habla con el, aprovecha que lo tienes cerca."

No respondí a su mensaje porque no sabía que responder. No le explicaría nada, no volvería hacer la chica débil que buscaba resolver las cosas.

Al llegar bajé del auto y le agradecí. Subi las escaleras sin esperarlo. Al llegar a la puerta de mi departamento, vi salir a Maddy, su cabello había crecido mucho y ya no llevaba esos mechones amarillos que la distinguían. Estos fueron remplazados por un lila, del resto seguía igual.

Ella quedó estática al igual que yo. No sabía que decir, no sabía como iba a reaccionar. Sabia que estaba molesta. Trato de que esto no me afecte pero es tan lindo volver a verla.

Veo como tira lo que sostenía en la mano y corre en mi dirección. Siento sus brazos a mi alrededor, le devuelvo el abrazo. Necesitaba tanto esto, necesitaba a alguien de mi pasado, a alguien que me entendiera y esa era ella.

-No sabes lo molesta que estoy contigo. No sabes cuánto te odié pero fue inútil porque en realidad nunca llegué hacerlo. Te extrañé tanto- Dice entre sollozos. -Espere tanto este momento. Y ahora seré un grano en el culo para ti.- Dice al despegarse de mi.

Luego su atención se coloca a algo o más bien a alguien a mi espalda. Se que se trata de Lucas, pero no quiero ni siquiera voltear.

—Tendrás tiempo de regañarme, pero debo entrar y ordenar algunas cosas, mañana tendre un día ocupado pero a esta hora estar desocupada, puedes venir y pasar el rato aquí.

-Te tomo la palabra. Entonces, me tendrás aquí mañana para joderte la vida.- Dice y deja un beso en mi mejilla.

Veo como recoje lo que tenía y desaparece por el pasillo. Tomo las llaves de mi mochila y me dispongo a abrir la puerta pero su voz me detiene.

-Lamento lo de hace un rato- Dice y noto en su voz algo de vergüenza.

—Da igual.— Digo y abro la puerta y entro a mi departamento.

Al tener la puerta cerrada, mis lágrimas caen. Quizás fue por su comentario o por ver y enfrentar a Maddy.

Me quité toda la ropa y tome una ducha. Me sentía tan pesada, debía ir mañana a terapia. Lo necesitaba.

Cai en mi cama y sentí mis ojos pesados. Tenia un nuevo objetivo. Debía ser igual a él, debía no inportarme lo que el hiciera.