Zafiro
Han pasado tres días desde la última vez que vi la cara del lobo ruso, solo su cara por que el señorito tiene el tupe de entrar en la madrugada en la habitación y pasa horas sentado en el sofá y yo no pego un ojo por las dudas que me quiera asesinar cuando duermo.
Ana viene tres veces al día, me trae las comidas y ya aprovechamos para planear todo la niña es muy inteligente a pesar de su corta edad, ha conseguido toda la información sin levantar sospecha alguna o por lo menos eso parece.
Rebelde también anda a la vuelta se aproxima a la mansión y aúlla como avisándome que también está para mi o es mi locura lo que me hace pensarlo, pero con eso soy feliz.
Ana me trajo una muda de ropa que tengo escondida debajo del cochón con los planos de la mansión, ya que la única ropa que tengo son tres camisas del lobo y dos bikinis que parecen más hilo dental que ropa interior, para mi desgracia eso ultimo me lo trajo Nicolai y si fuera por él, el mismo me lo hubiera puesto. La verdad que la situación era confusa hasta para mí, en vez de una prisionera parecía ser una invitada algo que me era preocupante, ya que siendo una prisionera tenía muy claro mi destino, pero invitada era más incierto. La puerta es abierta llamando mi atención, Ana entra nerviosa y yo me pongo en alerta.
- ¿Qué sucede? - algo sucedía ya me había traído la cena y ya no tenía que venir hasta mañana-
-Están reunidos en la oficina, están hablando de ti aparentemente dicen que tu ocultas algo no pude escuchar más pero el jefe esta furioso- Mi sangre se hiela si descubren que pertenezco o pertenecí a las fuerzas especiales mi cabeza rodara por estos suelos. Respiro, Diana desapareció toda mi información, no puede ser posible- ¿Quieres que vaya y vea que averiguo? -
-No, recuerda lo que te he dicho no te arriesgues, si es sobre mí ya me enterare tu debes mantenerte a salvo-
-Pero el jefe esta furioso - Trago saliva -
-Con más razon debes mantenerte fuera de la mira, tú tranquila mantente alejada de ellos - La tomo por los hombros y ella asiente- Ve antes que alguien te vea- Vuelve a sentir y sale -
Me tiro del cabello, si descubrieron algo de mi pasado estoy muerta y aun no estoy recuperada como para escaparme de aquí, aunque la herida de la pierna esta sanando bien no soy lo suficientemente ágil como para luchar y por los datos que me ha dado Ana tendré que noquear como mínimo a cuatro guardias, necesito tiempo solo un poco más.
La noche ya está presente y no he tenido novedades de Ana ruego que no sea la calma antes de la tormenta, mientras quería aprovechar a dormir, aunque sea unas horas con suerte si el lobo ruso no me visita, dormiré toda la noche.
Sueño?
Sus besos recorren todo mi cuello y bajan hasta el inicio de mis senos, unas manos grandes me toman de las caderas mientras su boca succiona mi pezón y mis gemidos no tardan en sentirse. Después de jugar con mis pechos comienza a bajar recorriendo con su lengua todo mi abdomen hasta acomodarse entre mis piernas, besa mis muslos con tanta pasión que mi cuerpo quema con su toque. Pero cuando su lengua toca mi clítoris la sensación es tan placentera que solo puedo cerrar los ojos y dejarme ir en un orgasmo que me paraliza mientras el sigue lambiendo y chupando toda mi intimidad ¿El? ¿Quién es el? Abro mis ojos y me inclino más asustada de lo normal encontrándome con los ojos negros del lobo entre mis piernas. Intento moverme, pero él es más rápido y me sujeta de los brazos.
-Suéltame infeliz- Él me sonríe lo está disfrutando y a lo grande-
- ¿Segura? La estabas pasando tan bien hace un momento- Se acomoda entre mis piernas y trago saliva- Ahora me toca a mi- Sin despegar su mirada de la mía me penetra lentamente y un gemido se me escapa, cuando está completamente dentro de mí, habla - Estas muy apretada- La primera estocada en mi interior me nubla entre placer y necesidad-
El arremataba contra mí y no sé en qué momento me soltó las manos, pero ahora yo lo tenía agarrado de su cabello y mi otra mano en su espalda. Esto estaba mal, pero se sentía tan bien que no sabía para qué lado se inclinaba la balanza de mi ética. Otro orgasmo me sometió y un minuto después él se desbordaba con furia en mi interior, luego sin salir de mi me tomo del cabello y me beso, tan salvajemente que no pude seguirle el ritmo.
Se movió al otro extremo de la cama y me tapo, casi sin aire intente levantarme, pero me lo impidió pegándome a el de la cintura, su miembro aun erecto sobre mi trasero y su respiración irregular pegaba en mi cabello. Quería reclamar pero que podía decirle si yo misma lo deje hacer lo que quisiera. Intente nuevamente moverme, pero fue inútil, su brazo me presionaba más a él.
-Quieta- dejo un beso en mi hombro-
- Eres un animal- Susurre, pero el me escucho perfectamente, ya que una carcajada se le escapó de los labios-
- ¿Y tú? me arde la espalda de tus arañazos-Me dio vuelta, quedando cara a cara con el- No te quejes que lo disfrutaste igual que yo- Pongo mis manos en su pecho para intentar separarlo un poco de mi pero es inútil, su agarre en mi sigue firme-
-Estaba dormida- protesto-
-No todo el tiempo - imbécil-
-Te aprovechaste-
- No me juzgues te iba a violar, pero estabas tan dispuesta que no tuve que hacer mucho, se nota que tu marido no te cumplía como debía- Mi furia comienza a despertar-
-Te equivocas si accedí tan fácil es precisamente porque pensé que eras el -Su ración fue espontanea, me tomo del cuello con tanta fuerza que me corto el paso del aire-
-Escúchame bien, que te quede bien claro que no importa cuánto dinero me ofrezca ese imbécil por ti, no vas a volver a verle no con vida por lo menos, así que querida hazte a la idea que la única verga que va a entrar en ti es la mía - Afloja su agarre en mi garganta y busco que el aire llegue a mis pulmones con desesperación -Así que pórtate bien si no quieres salir lastimada- Me coloca de espaldas a él y no se en qué momento caí dormida en sus grandes brazos.

ESTÁS LEYENDO
MI DIABLA
ActionZafiro Martínez es una ex agente de una organización de espionaje de Londres , ella huyo de su vida pasada y formar una familia con Richard Cortes sin saber que los oscuros negocio de su marido la pondrá en peligro en manos de un poderoso mafioso...