CAPITULO 34

3.6K 261 6
                                    

Estábamos llegando al patio trasero, no había sido fácil llegar aquí tuvimos que derivar a varios hombres y sin hacer ruido para no dar la alarma. Para nuestra suerte ya estábamos bien armados, cruzamos el patio en un descuido de los guardias y la oscuridad nos envolvió. Stefan marco un numero en un teléfono que le saco a un guardia.

-Vamos rumbo a la carretera necesitamos salir fui descubierto-

-Ok, ok vamos para allá -

-Si está bien y no sabes que tan bien esta - Me mira con reproche y pongo los ojos en blanco-Sera mejor que te lo cuente ella - Corto-

- ¿Y? -Interrogue mientras el rompía el otro celular-

-Debemos ir a la playa nos sacaran por mar, aunque aún puedes volver si quieres-

- Basta, tú no eres nadie para reclamarme nada, por si no lo recuerdas fuiste tu quien me dejo porque querías concentrarte en tu carrera- Pase por su lado y lo adelante -

-Claro y por eso te estabas follando a ese hijo de puta - Dijo alcanzándome-

- Creo que este no es el mejor momento ¿Podrías bajar la voz? - Se cruzo de brazos y me miro con media sonrisa-

- Claro, como usted diga mi reina- Bufe y seguí caminando-

Seguimos por entre medio de los árboles, las ramas golpeaban mi cuerpo cada poco metro, pero debíamos seguir moviéndonos no tardarían mucho en empezar a buscarnos y ese loco estará desquiciado por lo que le hice.

Podíamos escuchar el ruido de las olas golpeando con las rocas estábamos cerca, aceleramos el paso con la esperanza de que ya nos estuvieran esperando. Unos minutos después estábamos pisando la arena. Aún no habían llegado y nos quedamos escondidos en los árboles para evitar ser vistos.

Una luz comenzó o parpadear en la tobillera, nos miramos con alarma.

-Te están rastreando- Stefan se veía preocupado- Maldición, déjame ver si puedo desconectarlo-

-Tu quédate aquí yo correré hacia el otro extremo de la playa para distraerlos, sabes tan bien como yo que no podrás desconectar esto-

-Déjame intentarlo- negué-

-Si me atrapa a mí solo me castigara en cambio a ti te matara, no hay otra opción y lo sabes - No le di tiempo de retrucarme salí corriendo para alejarlos lo más posible de Stefan. Pero eso no significaba que me dejaría atrapar con facilidad.

Corrí por la playa hasta hallar un gran acantilado, miré a mis espaldas y pude divisar como unos focos que calculaba serian vehículos pequeños se dirigían a mi posición. Mire para arriba depresivamente, me tocaría escalar.

-Bien me convertiré en el hombre araña - Comencé a escalar las rocas, dando algún resbalón de vez en cuando. Cada vez se hacía más difícil poder sujetarme bien para seguir.

Cuando llegue a la cima ya no tenía salida solo un precipicio que me anunciaba una caída a la muerte segura y el mar, estaba atrapada. Solo me conformaba con saber que por lo menos Stefan estaría a salvo, no quería más muertes en mi nombre. Me senté en la sima a esperar, disfruté la briza del mar que golpeaba mi rostro esta sensación de libertad me daba mucha paz.

No tarde mucho en escuchar los pasos de por lo menos cinco hombres, ya estaban aquí. Levante el rostro sin abrir los ojos y tome una bocanada de aire.

-Hacía mucho tiempo que no me sentía tan bien, no te parece que este lugar es genial- Dije con calma, no recibí respuesta, pero la respiración detrás de mí la conocía perfectamente -

El tiempo se detiene por unos segundos tenía una decisión que tomar y las opciones que tenía frente a mi eran completamente desquiciadas.

Había sentido el motor de una lancha, sabía que ya habían recogido a Stefan y no solo eso también sabía que están viniendo a mi posición, eso significa que debería lanzarme por el acantilado para llegar a ellos. Y aun más sabía que Diana estaba abordo, solo ella sabía que era tan loca para ser capaz de hacerlo.

La segunda opción era quedarme con él y lo peor de esto era que confirmaba lo que más me temía, estaba enamorada de él no había duda ya, porque si no fuera así ni siquiera tendría presente esta opción en mi cabeza. Resople, también había algo que me rondaba la cabeza y era sobrevivir a ese salto.

-Sujétenla- La voz del lobo cruzo haciendo eco, pobre aun no me conocía-

Dos de ellos se acercaron con cautela antes de tocarme tome a uno de la muñeca y el clac de su muñeca fracturándose fue música para mis oídos use su cuerpo para balancearme y dar una patada al otro dejándolo inconsciente, sin soltar la muñeca del primero le pegue otra patada en la rodilla y un golpe en la cara dejándolo como el otro.

Me sacudí la ropa y miré a los tres hombres que quedaban con una sonrisa descarada, el lobo me miraba divertido pero los otros dos parecían un poco asustados.

-Parece que no sabes tratar a una dama, lobito- Le hice un puchero a mi parecer adorable-

-Si fueras una dama no estaría loco por ti- Hay mi corazón comenzó a latir como una adolescente, lobo malo -

-Vallan por ella -Dijo con tranquilidad, mientras la duda cruzaba por la mirada de los dos hombres.

Los hombres se acercaban a mí en posición en guardia, algo que me causaba gracia y al lobo también. Se abrieron para rodearme uno a la izquierda y otro a la derecha, error. Me quede en mi lugar, no podían ser tan idiotas, pero si se lanzaron al mismo tiempo como queriendo agarrar a una gallina que se les escapo. Me moví para atrás con rapidez y los tome de las cabezas haciendo que se impactaran entre ellos. La carcajada del lobo me tomo por sorpresa parecía que esto era más divertido para el que para mí. Aproveche la distracción de los guardias por el dolor y derive al más grande con una patada en tijera y al otro con un puñetazo.

- Dime la verdad te excita verme pelear- Fue más afirmación que pregunta-

-Todo de ti lo hace - Me cruce de brazos- Acaso no te das cuenta de que me tienes loco por ti-

-No, lobito tú estás loco de mucho antes de conocerme - Él se sacó la chaqueta y se remango las mangas -

-No tanto como ahora- Me puse en guardia - Te voy a castigar mi diabla, tan duro que rogaras que pare - Eso no sonaba como que me iba a dar una paliza, maldición debó dejar de pensar en sexo-

No quería pelear con él, así que solo me acerque a él y lo bese fue la primera vez que besaba a un hombre con tanta intensidad. Cuando termine el beso lo mire a los ojos, lo empuje y corrí. Salte...

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora