CAPITULO 31

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Zafiro

Después que Daemon se fue sin decir una palabra, me quedé como una idiota pensando ¿Por qué mierda dije todo eso? Como si algo que el pudiera cambiar a mí me aria pensar a mi diferente.

-Claro porque ese aterrador cabrón te gusta idiota- La voz en mi cabeza grito casi dejándome sorda, suspire- Claro que no - pensé y creo que lo dije en voz alta por que un guardia detuvo su marcha para mirarme solo me quedo mirar a rebelde para disimular haberle dicho a él y sonreírle por vergüenza, aunque no sé qué es peor hablar sola o hablar con un lobo.

-Si no te gusta porque aún no lo has matado, has tenido muchas oportunidades - ¿Por qué?, buena pregunta -

- ¡Pongamos las cartas sobre la mesa- ¡Me cruzo en una postura india frente al peludo de cuatro patas que es mi única compañía en este momento- ¡Puede ser que el hombre me atraiga un poco o tal vez un poco más, pero seamos realistas! Es un maldito lunático ¡-

Si Diana estuviera aquí me trasladaría a un psiquiátrico y yo iría sin oponer resistencia, continuemos.

- Que podría esperar de una relación con él, solo hay mentira y crimen. Yo sé que no soy una linda paloma inofensiva pero tampoco soy una criminal - Rebelde parece escucharme con toda la atención del mundo, sacudo la cabeza para sacar estas estúpidas ideas de mi – Tal vez solo tengo el síndrome de Estocolmo-

La noche comenzaba a caer, mientras Rebelde y yo jugábamos en el césped del jardín, algunos guardias me observaban a distancia prudentemente, no estaba segura de cómo me hacía sentir eso ya que, aunque era bueno no estar prisionera en mi habitación, no era buena señal saber que ellos no estaban preocupados de que yo pudiera escapar fácilmente de este lugar, una moraleja en todos los sentidos.

De repente mi compañero de charla comenzó a inquietarse, sus orejas quedaron erguidas y sus dientes afuera demostrando que ya no estábamos solos, lleve mi vista hacia donde el miraba y una sonrisa se dibujó en mi rostro - Stefan- susurre-

Él se encontraba recostado en un árbol un poco escondido entre la maleza, fuera del alcance de los demás ojos que a la distancia se encontraban. Me pare disimuladamente como estirando mis extremidades sin dejar de mirar a mi alrededor, algún que otro guardia me miro aburrido sin tenerme en cuenta.

Camine por el borde de algunos rosales como si solo estuviera observando el lugar con tranquilidad. Stefan reconoció mi intención y con un movimiento de cabeza me indico por donde debería ir. Un camino tupido de maleza y poco transitado fue mi destino. Caminaba tranquilamente para no levantar sospechas, hasta el momento que la casa de mi secuestrador ya no se veía y mi paso se convirtió en un trote que era acompañado por mi amigo de cuatro patas.

Llegué a una fuente de agua que al parecer estaba completamente desahuciada por el paso del tiempo, recorrí con la mirada el lugar sin hallar a la persona que buscaba mis nervios estaban a flor de piel.

- Me buscabas mi Diabla - Unas manos se posaron en mis caderas y Rebelde gruño a mi lado-

-Tranquilo chico es amigo- Toque la cabeza del lobo para darle a entender que no había peligro-

-Vamos tenemos poco tiempo antes que salgan a buscarte- Me sujeto de la mano y tomamos otro camino descuidado que apenas se divisaba por detrás de la fuente, la oscuridad ya era completa si no fuera por la luz de la luna que parecía ser más luminosa en estar islas que en algún otro lugar, probablemente hubiera terminado en el suelo-

Al llegar a unas ruinas nos detuvimos, las maderas y algunos ladrillos contaban la historia de una edificación pasada. Stefan me abrazo con mucha necesidad.

- ¿Estas bien? casi me matas del susto cuando tomaste el arma, pensé que dispararías sin importarte más- Me separé de el -

-Ganas no me faltaron, casi pierdo el control- Su teléfono suena y se detiene en leer un mensaje, lo conozco lo suficiente para saber que algo no le gusta-

-Te están buscando, escucha más tardar en tres días estarás fuera de aquí, pero por ahora debes mantener un perfil bajo, nada de arrebatos como los de hoy-

- ¿Pero ¿cómo? Dame alguna pista no me gusta estar en incertidumbre, debo estar prepara - susurre-

-No puedo decirte más el plan puede cambiar a último momento, El Lobo Ruso acaba de dar la orden de extraer a la suplente de Diana, eso puede significar que sospecha alga o necesita presionarte -

-Maldición, está bien seré buena- Su celular vuelve a vibrar-

-Debo irme están cerca- Me sujeta de la nuca y me besa. Ni siquiera pude responder, no lo esperaba, ni lo necesitaba en este momento.

De pronto Rebelde ruño y ladro, un escalofrío me recorrió, sabía que era él y solo pude empujar a Stefan al escuchar el primer impacto de bala. Me cubrí tras una ruina de chimenea que aún se mantenía en pie, mientras Stefan se lanzaba a los arbustos intentando escapar de la lluvia de disparos dirigidos a él.

Solo me arrimé para asegurarme que era él y volví a cubrirme mientras Rebelde se mantenía pegado a mis pies. Cuando vacío el arma se dispuso a recargar, vi mi oportunidad de darle algo más de tiempo a Stefan de escapar. Se encontraba a unos escasos tres metros de mí y no dude en lanzarme a él y despojarlo de su arma con éxito.

-¡¡¡Maldita perra - ¡¡¡Intente apartarme de su camino luego de haber logrado mi propósito, pero fue más rápido que yo y de un puñetazo me dejo fuera de combate- !!!Vladimir llama a los hombres y denle caza ya¡¡¡ - Grito desquiciado -

Mentiría si digiera que no tuve miedo, estaba fuera de sí. Tomo su arma que estaba en el suelo y se subió enzima de mi apuntándome a la cabeza, su respiración estaba descontrolada y bufaba como un toro desbocado. Cerré los ojos y solo pensé San Pedro allá te voy.

- ¿Quién es? - El cañón del arma aun caliente se presionaba en mi cien, pero de mi boca no salía una sola palabra, haciendo que el bufara más fuerte y enojado si es que eso era posible-

Todo ocurrió muy rápido después de eso, solo sentí un quejido de dolor de él, un gruñido de Rebelde y disparos. Cuando asimilé que el ya no estaba encima de mí, lo vi sangrando de su brazo y mi amigo peludo estaba en el suelo muerto.

Rebelde lo había atacado para defenderme y él le había disparado. Trate de llegar a él, pero una patada seguida de otra más, me dejaron inconsciente.

-Rebelde - fue lo único que llegue a decir antes de caer en una inmensa oscuridad-

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora