Delmon
Después de escucharla hablar a Zafiro me di media vuelta y la deje en el patio con su pulgoso animal parece que él era mejor compañía en este momento que yo. Camine a mi oficina mientras un profundo enojo crecía en mí, parece que nada de lo que haga por ella parece conformarle. No sabía cómo tratarla, cuando lo hacía de buena manera ella hacia todo lo posible por enfadarme.
Me siento detrás de mi escritorio y la observo gracias al gran ventanal de mi oficina ella se encuentra sentada en la hierba con ese lobo que parece llamarse rebelde según lo escuche de sus labios.
-Estas enojado - La voz de mi hermano se hace presente mientras ha entrado a mi oficina y se sienta muy cómodo delante de mí -
-Algo no está funcionando, trato de consentirla, pero ella parece no querer soltarse conmigo de ninguna manera - suspiro - Y he comenzado a notar que ella parece comenzar a temerme-
- Te estas escuchando, ella no es mascota que tengas que consentir para recibir cariño. No has elegido a la mujer más fácil para intentar dominarla de esa manera- Lo miro con el ceño fruncido- No lograras nada por ese camino – Rodo los ojos -
-Tienes razon, basta de intentar consentirla, desde ahora ara lo que yo diga le guste o no le guste-
-Eso no es lo que intente hacerte ver- Su frustración es notable - Esa no es la manera...- Lo corto -
-!!Ya termina con tu discurso¡¡ - Grito y golpeo la mesa - Pídele ayuda a Verónica para organizar la boda en tres días - Él pone los ojos en blanco-
- !!No digas que no te lo advertí no conseguirás nada bueno a las malas, no con ella por lo menos ¡¡ - Se levanta y sale por la puerta con notable enojo, pero llegue a escuchar mas de sus gritos en el pasillo - ¡¡ Tendré que conseguir chalecos antibalas para todos los invitados y otro para el cura...
Tal vez no consiga nada bueno, pero ella tendrá que resinarse a ser mi mujer, lo intente a las buenas ahora será a las malas. Tomo el teléfono y llamo a los gemelos, al segundo tono se escucha un - Diga jefe-
-Manda a algunos hombres a traer a la chica llamada Diana. La quiero aquí mañana no la lastimen ... mucho - Corto, es hora de que mi diabla sepa con quien está tratando -
Salgo nuevamente al jardín ella juega con el sarnoso como si fuera un perro domestico sobre el césped la noche comienza a caer. Me quedo a una distancia prudente para mirarla como le sonríe al animal. De un momento a otro el lobo se pone en guardia y ella observa a donde mira el animal, una sonrisa se instala en sus labios. Algo me huele mal en el momento que ella se levanta observando a su alrededor como asegurándose no ser observada. Solo pude distinguir una sombra de un hombre más adelante en los arbustos, ella camina sin dejar de inspeccionar a su alrededor.
Mis hombres notan que Zafiro se comienza a mover, pero no la toman en cuenta saben que no podrá salir de aquí con facilidad y menos con la tobillera en su tobillo.
Prendo mi teléfono, llamo a Vladimir mientras camino en la dirección que se acaba de ir mi mujer- Tenemos un intruso o un infiltrado- Mis palabras son cortas y claras -
-Pásame tu posición-
-Jardín este, rumbo a la fuente -
-Copiado, voy para ahí- Corta mientras yo ingreso al camino mientras los focos se prenden y comienzan a iluminar el camino que lleva a la fuente -
La he perdido de vista, pero sé que está muy lejos, me sobre salto cuando siento movimiento detrás de mí y saco mi arma de la cintura y apunto directamente a la cabeza de mi maldito hermano que me levanta las manos en señal de rendición.
-Antes que digas algo, no esperabas que entrara a los gritos llamándote ¿no? - susurra- Los hombres están rodeando la zona -
-Solo avísales que no disparen y que esperen en sus posiciones por otra orden, quien sea el tipo esta con Zafiro y por la manera que le sonrió le conoce. Y hay que ser silenciosos ese lobo detecta muy rápido los intrusos.
- ¿Estas de broma? ¿Dónde está ahora? - Saco mi teléfono y la busco por el rastreador dentro de la tobillera un pequeño extra que le agregue-
- Detrás de la cabaña pasando la fuente-
Caminamos con armas en mano, quien sea este hombre conoce muy bien el lugar. Entro por una zona poco iluminada, sin cámaras, ni seguridad ya que esa cabaña está en ruinas y nadie viene por aquí.
-No puede ser un intruso ya que parece conocer muy bien la zona- Mi hermano me roba los pensamientos- Tenemos un espía dentro- Confirma -
-Lo sé - Fue lo único que agregue, mientras nos movíamos con suma cautela -
La poca luz que nos quedaba era insuficiente para distinguir el camino, nos dirigimos tratando de hacer el menos ruido posible. Cuando divisamos las ruinas de la cabaña también distinguí dos figuras a unos diez metros, coloque un brazo frente a Vladimir para que dejara de avanzar y señale con mi cabeza en donde estaban. Como lo pensaba la forma en que Zafiro mueve las manos y su postura indica que es alguien de su confianza.
Parecían estar enfrascados en una discusión y no notaron nuestra presencia, sus voces eran tan bajas que no podía identificar una sola palabra. Pero todo cambio en el momento que el tipo la tomo de las caderas y la beso.
Avance sin pensar y el perro de mi mujer me sintió dando rápidamente la alerta con gruñidos y ladridos. Igualmente avancé y comencé a disparar a la sombra que poco podía distinguir. Zafiro lo empujo fuera de mi alcance y fue lo último que recuerdo ya que enloquecí completamente.

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MI DIABLA
ActionZafiro Martínez es una ex agente de una organización de espionaje de Londres , ella huyo de su vida pasada y formar una familia con Richard Cortes sin saber que los oscuros negocio de su marido la pondrá en peligro en manos de un poderoso mafioso...