CAPITULA 32

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Zafiro

Despierto un poco desorientada algo que ya había tomado como cotidiano, pero a diferencia de las ultimas veces recuerdo exactamente todo, Stefan escapando y a Rebelde en el suelo muerto. Se que mis manos están sujetas por encima de mi cabeza y que estoy en una cama, mantengo los ojos cerrados mientras trato de oír cualquier ruido a mi alrededor.

Aunque tengo la esperanza de estar sola sé que no es así, pues mi respiración no es la única en el lugar, me aliento a mí misma de abrir los ojos y solo logro que la luz lastime mi vista.

No sé dónde estoy, el ruido de un líquido corriendo me atrae a mirar hasta un punto de la extraña habitación. Aclarando lo de '' extraña habitación '' es porque, aunque hay una buena iluminación es de color roja y negra, lámparas, sillas, mesa, cortinas sin ventanas rojas y sus paredes negras.'' Bien esto es nuevo solo respira y saldrás de esto no recaigas ahora''

Él se encuentra sentado en un gran sillón de un hermoso color rojo frente a mí, ahora sí que parece el mismísimo satanás, una mesa está a su lado y en ella dos botellas que no sabría distinguir de que son, aunque no se debe ser muy inteligente para saber que, no es agua probablemente. Cuando nota mi mirada sobre él me sonríe muy macabramente-''Como se puede ver tan sexi y tenebroso a la vez''- fue mi único pensamiento- ''Si lo se estoy jodida'' debería estar temiendo por mi vida en este momento.

-Pensé que dormirías un par de horas más- Su voz es ronca mientras me mira indescifrablemente, su mirada viaja por mi cuerpo y es en ese momento que veo que estoy casi desnuda, solo un bikini azul cubre mi sexo -

-Delmon- Susurro tan despacio que no estoy seguro de que me allá oído-

-SSSS no gastes saliva - Asusta como los mil demonios esta nueva actitud- Sabes tu amigo se me escapo, pero sé que el esta aun por aquí- Habla lento y preciso como un cirujano antes de operar- Así que no será por mucho tiempo, pero si tu colaboras conmigo y me dices lo que quiero saber será más fácil para ti -

Se acerca a mí con una tranquilidad que para mí es inquietante, el dorso de su mano me acaricia el pómulo de mi cara y sin poder verme sé que fue en ese preciso lugar donde recibí el golpe de gracias hace tal vez un par de horas, el dolor es innegable.

-Siento esto - Susurra mirando lo que imagino es un feo moretón-

-Daemon por favor hablemos... - Coloca un dedo sobre mis labios para que guarde silencio -

-No cariño, no hay mucho de qué hablar. Yo pregunto y tu solo contestas- Se para frente a mí y su dorso descubierto lo hace ver más impresionante aun de lo que es, su pelo este suelto y tiene unas muñequeras de cuero en las muñecas. Parece un roquero de esos salvajes que solo vez en las revistas -

Su teléfono suena y se aparta un poco para contestar. Puedo distinguir un enojo en su voz, seguido de unos insultos al recetor del otro lado de la linia.

-Idiotas es solo una mujer, no me jodan encuéntrenla- Porque presiento que Diana ha vuelto a hacer de las suyas-

Se da la vuelta y me mira achicando los ojos y yo levanto las cejas como haciéndome la desentendida. Sale de la habitación sin decir una palabra y una ola de tranquilidad me inunda por poco tiempo. Trato de inspeccionar el agarre en mis muñecas comprobando que son esposas de acero una lástima no podre soltarme.

La puerta se vuelve abrir, el viene con una pequeña bandeja en las manos, no veo su contenido. Cuando deja la bandeja sobre la mesa y levanta una jeringa. - Hay no odio las agujas- Lo miro espantada.

-Lobito ¿Qué haces? - Mi voz sale acojonada y ustedes dirán esta mujer se para enfrente de las balas y le teme a una aguja, pues si señores las odio-

-Recuerdas que en la guerra fría utilizaban un suero de la verdad para que los prisioneros hablaran- Se acerca con ese artefacto del demonio a la cama- Pues solo era una droga que le causaba dolor y los hacia alucinar, ellos se asustaban y cantaban como pajaritos- Ato una goma a mi brazo- Pero esta es nueva, no la llamaría suero de la verdad, aunque es lo que hace - Me clava la aguja y me sonríe- Es más, pentotal sódico y con un toque experimental.

Comienzo para sentir como mis músculos, se relajan y por más que intento pensar con claridad no puedo. El me acaricia el abdomen mientras espera, puedo sentir sus manos sobre mi cuerpo mi respiración se vuelve irregular.

- ¿Como te sientes? - Dice metiendo su mano en mi intimidad-

- Yo, yo sigo- Por que dije eso-

- ¿Quieres que siga? ¿Quieres que te folle? -

-Si, si quiero- Esta no soy yo, alguien que me amordace-

- ¿Te gusta que te haga mía? -

-Si-

Vamos Zafiro concéntrate te entrenaron para eso, para pasar el detentor de mentiras solo debes pensar en otra cosa que te relaje y no en lo que te estén preguntando, esto es químico debe viajar al cerebro ¿Cómo engañas al cerebro?

Traté de desviar todos mis pensamientos a mi niñez de esa forma pude volver a poner en orden mis ideas, mi cuerpo comenzó a sudar, mientras el preguntaba y al mismo tiempo me tocaba. Los temblores en mi cuerpo no cedían y perdí todo sentido.  

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora