CAPITULO 18

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Daemon Ferreira

Veo su intención cuando se mueve al asiento del acompañante, ella va a saltar. Mis pies tomaban vida propia y corro a hacia ella. Aunque el rio parecía tranquilo yo conocía perfectamente lo engañoso y peligroso que podía ser nadar en él, así que cuando se lanzó salte detrás de ella y lo único que pude escuchar fue el grito de mi hermano detrás de mí.

El impacto fue imponente y la corriente nos arrastraba como barcos de papel, no lograba llegar a ella que parecía costarle mantenerse en la superficie. Trataba de no perderla de vista, si lo hacía tal vez no volvería a encontrarla con tan poca luz.

Nade como si mi vida dependiera de ello hasta poder tomarla del cabello y pegarla a mí. La corriente nos alejaba rápidamente del puente y mi única alternativa era tratar de llegar a la orilla, pero ella no me colaboraba ya que trataba de liberarse de mí. No encontré otra solución que darle un puñetazo y dejarla inconsciente.

Gracias a ello logre sujetarme de una roca, tomar aire y nadar con ella de arrastro hasta la orilla, la deje sobre una parte de roca lisa mientras me regañaba mentalmente por a verla seguido. Estábamos más de seis kilómetros del puente el agua nos arrastró demasiado lejos, estábamos mojados y a punto de una hipotermia por las bajas temperaturas, por suerte creí recordar una cabaña de cazadores por los alrededores, solo trataba de ubicarme correctamente.

Me acerque a zafiro y note sangre en la roca - Maldita sea- Maldecí en voz alta. Comienzo a revisarla y veo una muy clara herida de bala en su hombro, me saco el pañuelo que tengo atado en el cuello y le hago un muy improvisado torniquete, la cargo en mi hombro y tomo camino hacia la cabaña.

Estos bosques están llenos de cabañas de caza, pero pocos conocen las ubicaciones aparte de los guardabosques que solo vienen en temporada de caza o cuando algún explorador se pierde y eso ultimo pasa con mucha escases. Estas tierras son ricas en fauna, pero mortales y muy aisladas para personas con poco entrenamiento de supervivencia.

Para nuestra suerte estaba a menos de medio kilómetro, el sonido de las maderas viejas bajo mis pies de la entrada me dan a entender que no está en las mejores condiciones, solo empujo la puerta encontrándome con mucho polvo, pero tampoco podía esperar algo mucho mejor que esto.

Tengo todo lo que necesito, leña, fósforos y refugió con eso estoy satisfecho coloco a mi dama sobre una cama con pieles que calculo son de osos y prendo la estufa con poco esfuerzo. Me acercó a ella y comienzo a desvestirla, recorro todo su cuerpo viendo los chupones y mordidas en su cuerpo, mi mandíbula se aprieta con rabia ¿Cómo? ¿Cuándo? Y de repente recordé sus palabras - Tú me violaste-

Trate de evadir mis pensamientos en ese momento y concentrarme en la herida de bala, en estas cabañas siempre hay botiquines de emergencias. Debajo de la pequeña cama lo encontré, tenía lo necesario para los primeros auxilios, para mi suerte sabia como sacar una bala. También encontré una botella de vodka que no dude en saludar. La bala había entrado y salido así que solo cosí la herida por las dos puntas y desinfecté. Ella apenas daban pequeños gemidos y note lo fría que estaba por la pérdida de sangre no la había ayudado con la temperatura de la noche. La envolví en las pieles y la posicioné frente al fuego sobre mis piernas, ella se acurrujaba contra mi buscando calor algo que a mí no me molestaba en lo más mínimo.

No entendía que me pasaba, pero no podía despegar mi visión de su rostro en mi pecho, se veía demasiado indefensa entre mis grandes brazos y eso me hacía sentirme tan poderoso. Jamás me sentí así a pesar de tener el mundo a mis pies, jamás.

No podía decir que me había enamorado, pero si aceptaba que tenía una necesidad de tenerla de esta manera ante mí, indefensa. Si estaba completamente loco, me reí solo mientras corría su cabello que por estar aun húmedo se le pegaba en el rostro. Y como todo un pervertido la bese como nunca bese antes a una mujer.

Cuando recupero el calor corporal, la lleve nuevamente a la cama, pero esta vez me quite la ropa dejándola colgada en una silla junto a la de ella para que se secara, escondí los cuchillos que llevaba en las botas. Conociéndola si no lo hacía amanecería degollado, tome cadenas para trampas y le ate un tobillo a la columna central en la cabaña serrándolos con candados de jaulas a cada punta. Después de todo me acosté en la pequeña cama, esperando descansar por lo menos un par de horas.

No sabía cuanto tiempo había pasado, pero sentí su mano moverse sobre mi pecho, no abrí los ojos, todo lo contrario, me hice el dormido. Un gemido ahogado salió de sus labios no sabía si era por el asombro o el dolor que podía sentir, lentamente se alejó de mi lado seguido de insultos y no pude contenerme en reírme internamente por ello.

-Maldición - susurraba, mientras se escuchaba claramente como forcejeaba con la cadena-

- Me costó mucho hacerte entrar en calor anoche, no tires mi esfuerzo por la borda estas desnuda por si no lo has notado y la temperatura no es la correcta para ti, justo ahora- Me senté en la pequeña cama mientras ella solo se cubría con las manos sus partes más expuestas-

-Yo no te lo pedí, prefería ahogarme a estar contigo en este momento-

-Le quitas todo lo divertido a la vida chica- Hable en ruso mientras sacudía la cabeza en negativa, ella solo frunció el ceño-

-A la mierda contigo ¿Qué diablos quieres de mí? ¿Quieres vengarte de Richard? Pues hazlo y déjame en paz, yo no te echo nada, ni siquiera te conocía antes de esto- Le sonreí con maldad y noté temor en su mirada algo que me dejaba muy satisfecho, era la primera vez que ella mostraba ese sentimiento por mi-

Me levente lentamente mientras ella retrocedía, levanté la cadena que estaba en el suelo y comencé a tráela hacia mí. Un gemido de sorpresa se escapó de sus labios y mi bóxer se hincho solo con ese simple sonido, se veía tan caliente desnuda e indefensa que la bestia sádica que tenía dentro rugió por poseerla en ese momento. Cuando la tenía al alcance de mi mano la tome con fuerza de su cabello envolviéndolo en mi puño.

La arrastre hasta la cama sin soltar su cabellera, dejándola de espaldas a mi - Te voy a mostrar que es lo que quiero de ti-Quería estar dentro de ella el resto de mi vida-

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora