CAPÍTULO 24

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Todo estaba listo Vladimir había conseguido todo lo que le pedí, ya que solo me quedaba un día para entregarle a Nicolai y no iba a fallar. Me coloqué la ropa interior más sexy que encontré en la montaña de ropa que me hizo llegar el lobo el día de ayer, una bata fina de seda abierta, si quería atrapar una rata inteligente como Nicolai debía ser una carnada apetitosa y yo sabía que podía serlo si me lo proponía.

Pasos se escucharon por el pasillo y con rapidez prendí la cámara que se hallaba escondida dentro de las flores que portaba un lindo florero. La puerta se abrió y no me di vuelta solo me acomodé el cabello como una diva de revista, podía sentir su asquerosa mirada sobre mí.

Sin girar completamente mi cuerpo lo mire por arriba del hombro y fingió una cara de sorprendida.

- ¿Por qué estás aquí? ¿Dónde está la señora que me trae la medicación? - Merezco un óscar por tal actuación-

-No podía venir por eso estoy aquí, para mi suerte- Me doy completamente vuelta mostrándole todo lo que poseo y su mirada me recorre con un descaro que me asquea. Me acerco a él y tomo el vaso con agua y las dos pastillas que me corresponden-

-Gracias - Digo con una mueca que debió ser una sonrisa, pero mi ánimo al verlo me delata. El desgraciado no aguanto mi cercanía y con un movimiento rápido me tomo por la cintura pegándome a el -

-No deberías recibir a la gente con tan poca ropa - Dice mientras baja la bata de mi hombro y deja un beso en él. Coloco mis manos en su pecho fingiendo que intento separarle, pero no tener suficiente fuerza para hacerlo -

-Suéltame Nicolai- Susurro y aceleras mi respiración para que piense que su cercanía me afecta-

- ¿Por qué tan nerviosa? - Ay cretino cuando termine contigo sabrás que tan nerviosa puedo llegar a hacer-

-Tú sabes por qué, suéltame- Unas lágrimas caen por mi rostro- Tú sabes lo que me hiciste y si no he dicho nada es porque sé que no me van a creer, fuiste muy listo en cortarle la lengua a ese muchacho para que no pudiera defenderse-

-Así que lo recuerdas- Me toma del cuello y hace presión en el - Y yo que pensaba que no habías disfrutado nada- Presiona mas su mano en mi cuello sin sacar su mano de mi cintura y lentamente me acorrala contra la pared -

-Eres un ... cobarde- Pero en vez de contestarme su boca choca con salvajismo con la mía-

-Y tú eres tan hermosa, no me culpes de solo haberte encontrado tan indefensa no pude resistirme en hacerte mía- Pasa su lengua por mi cuello y me mentalizo en mi siguiente movimiento, que consiste en dejar de fingir en ser una damisela en peligro. Por que sencillamente no lo soy y además si su saliva sigue pegándose a mi cuerpo voy a vomitar.

Lo miro y le dedicó una gran sonrisa que lo deja descolocado en ese momento levanto mi rodilla directo a sus genitales con toda mi fuerza. Cuando cae de rodillas enfrente de mí, le doy un puñetazo en su linda cara dejándole tendido en el suelo, con mucha calma me agacho a su altura -

-Gran error, no debiste tocarme - Pero no espere que el muy bastardo me arrojará contra la pared, cuando quise ver lo tenía parado frente a mi apuntándome con una linda Glock 19. Comencé a caminar a su alrededor como acechándolo a pesar de que era el quien no dejaba de apuntarme-

- Como dije antes eres un cobarde ¿Me tienes miedo? - Le hago un lindo puchero- Necesitas un arma tan grande para defenderte de mí, una pobre y herida chica-

-No soy un idiota se perfectamente que eres peligrosa como una cobra - le sonrió- Acaso crees que no vi los videos cuando escapaste de Rusia -

-0h, pero si solo me estaba defendiendo además no estaba herida como ahora- Mi voz sonaba como una niña mientras seguía girando a su alrededor -

- Quédate quieta – Seguía, eso lo ponía de los nervios, me apresure a sacarle el arma entrando en un forcejeo con el -

Ninguno de los dos soltaba el arma mientras yo lo golpeaba con las rodillas y el por ser más fuerte y de mayor tamaño me golpeaba contra las paredes. Podía sentir la sangre correr por mi hombro la herida se había abierto y maldecí en mi interior, no tuve otra opción que aprovechar que el arma aún estaba en mis manos y apuntando para arriba, puse mi dedo en el gatillo y disparé.

Casi inmediatamente entraron por la puerta varios hombros, el primero Vladimir. No pude ver a los demás ya que Nicolai me golpeó en el rostro dejándome casi inconsciente, pero aun así reconocí la voz del lobo.

- ¿Que mierda está pasando aquí? - No tuve tiempo para hablar-

-Paso que tu mujer trató de seducirme para desarmarme- No tuve que verlo para saber que me miraba, levante mi rostro y lo mire, estaba furioso- Vladimir me pidió que le trajera la medicación que el tenía un asunto que arreglar y está loca casi me mata después de lanzarse y besarme -

-Miente- Dije casi sin voz, estaba mareada por la pérdida de sangre y todos los golpes que recibí-

-Llévenla al calabozo- Dijo a sus hombres el maldito lobo-

-No - Vladimir hablo deteniendo a los tipos que se acercaban a mi- Mejor veamos lo que paso ¿Dónde está Zafiro? - Se acerco a mí y logro ponerme de pie -

-Florero- Fue lo único que pude decir ya que me parecía que todo me daba vueltas, me quedé recostada contra la pared-

-De que hablan, está loca me ataco y tu revisas el florero- La mirada que le dio Vladimir realmente daba miedo parecía algo de familia-

-Si es como dices lo sabremos en seguida - Vladimir mostraba la pequeña cámara al lobo -No te importa Nicolai, que escuchemos y veamos con nuestros propios ojos que fue exactamente lo que pasó- El recién nombrado apretó la empuñadura de su arma con ferocidad, algo que el lobo noto -

-Entrega el arma Nicolai- El lobo ordeno, pero él no se veía conforme con esa orden hasta el momento que Vladimir coloca el cañón de su arma en su cabeza por lo menos, le entrego el arma-

-Hugo, trae mi computadora del escritorio- Dijo sin quitar el arma de la cabeza de Nicolai- Y tu hermanito será mejor que agarres a tu mujer antes de que se desplome y llama al médico-

El lobo intento sujetarme, pero levante la mano para detenerlo - Puedo sola - dije secamente, si piensa que voy a olvidar que me iba a mandar al calabozo puede irse al infierno ahora mismo, aunque mi intento de hacerme la mujer fatal no duro mucho ya que cuando me aleje de la pared todo se volvió negro y me desvanecí. 

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora