Zafiro
Después de salir del baño el lobo me obligo a beber un jugo de naranja que por cierto mi estomago casi no soporta, después de eso salimos de mi prisión.
Esta vez no nos encontramos con nadie desagradable, aun que mis manos sudaban y no era para manes la última vez que me saco fue para mostrarme a sus siguientes víctimas. Caminamos hasta llegar a un gran patio delantero, era hermoso no tenía duda de ello, pero mis nervios no mejoraban, seguimos por un camino de pequeñas piedras rodeado de árboles y terminamos saliendo a una playa espectacular. Las aguas eran tan claras que tentaban a sumergirse sin pensarlo
-Pensé que te haría bien tomar un poco de aire puro - Dijo sin mirarme -
- Mm - fue lo único que balbucee-
-Puedes recorrerla - Extendió su mano para que la tomara y yo por instinto me abrase a mí misma como si tuviera que defenderme, el suspiro- Ve tranquila la playa es privada solo mis hombres te vigilaran de lejos - tuche, por supuesto que estaría vigilada -
Camine cerca de la orilla él no se movió de donde estábamos, pero podía sentir su mirada en mi como un buitre asechando a su presa. Decidí ignorar todo a mi alrededor y me concentré en el ruido del mar. Mi cabeza solo pudo pensar en la posibilidad de que estuviera embarazada ¿Qué futuro podría darle yo a un niño estando con el lobo? El hombre es imponente, guapo si, con dinero también pero un mafioso en toda la palabra. Eso mantendría a mi hijo o hija en un peligro constante. Me detuve al darme cuenta de una cosa fundamental, mi periodo no había bajado después del haber perdido mi bebe.
No, saldría de aquí antes y me mantendría escondida debajo de las piedras si fuera necesario para protegerlo, suspiro. Me pierdo en la inmensidad del mar para evitar escuchar a mi conciencia reclamarme ¿Tengo derecho de alejar a mi hijo de su padre? ¿Soy yo mejor que el como para tomar esa decisión? Por que la realidad era que yo también era una asesina, con licencia, pero lo era.
Una figura me llama la atención, aunque se encuentra lejos y no distingo sus facciones, creo no equivocarme en creer de quien se trata, Stefan. Miro disimuladamente a Delmon que se encuentra donde lo deje, está observando algo en su teléfono y yo no pierdo oportunidad de intentar ver más de cerca al hombre que está apoyado en un árbol de brazos cruzados mirando hacia mi dirección, su porte es inconfundible para mí, es el.
No noto que acelere mi paso hasta que mi brazo es fuertemente sujetado, me doy vuelta enfadada y veo al lobo mirándome extrañado.
- ¿Que viste? - Siempre nos enseñaban que para mentir debe ser lo más cercano a la verdad, cosa que si te descubren crearas una duda de si solo te equivocaste o realmente mientes-
-Un hombre, me observaba desde esa dirección- Señale con la mano en otra dirección de donde estaba quien para mí era Stefan-
-Te dije que mis hombres te vigilarían, calma tus impulsos asesinos fierita- Me tomo de la barbilla y se acercó peligrosamente. Mi respiración se volvió irregular he intente alejarme, en vano el me tomo de las caderas y acerco mi cuerpo al suyo. Invadió posesivamente toda mi boca con su lengua, seguí su ritmo notando como mi cuerpo comenzaba a vibrar y maldecí mentalmente.
No entendía la razon de que con solo un toque lo quisiera dentro mío, este hombre me había secuestrado, golpeado y violado a su antojo, pero igualmente parecía hacerme desearlo creo que soy una maldita demente.
Su mano se deslizo por la abertura de costado de mi vestido y fue como si un balde frio callera en mí, esa vocecita otra vez me grito en la cabeza - Aléjate de él, te lastimara- Me solté de su agarre y di dos pasos atrás tomando una posición casi defensiva, su mirada se oscureció, pero no intento acercarse.
-Vamos tengo una sorpresa para ti- Se dio la vuelta dio un par de pasos y me miro por encima de su hombro, en ese momento le seguí siempre manteniendo la distancia.
Volvimos a el bonito jardín, en el lugar nos esperaban unos hombres y una caja tapada con una tela negra. Mi corazón se salía de mi pecho no sabía cuál era la sorpresa y la última no había sido para nada agradable realmente-
-Vamos te va a gustar - Contuve el aliento por unos segundo no quería sus regalos-
-No me gustan, ni tus sorpresas, ni tus regalos- Él sonrió-
-Este te gustara - Le ordeno que quitaran la tela de la caja a sus hombres-
No podía creerlo la caja era una jaula y dentro de ella estaba un furioso lobo que no dejaba de mostrar sus dientes de una forma rabiosa. Mi enojo fue aumentando a medida que miraba a mi amigo peludo. Unos de sus guardias lo intento golpear con un bastón eléctrico calculo que para calmarlo y mi reacción fue instantánea. Tomé al hombre de la muñeca y si no se la quebré seguro estaba al borde de una fractura, su grito se escuchó por todo el lugar. El bastón estaba en mi mano y lo sujetaba de tal manera que sin decir nada todos ellos sabían que si se acercaban lo usaría sin dudar.
-Tranquilo rebelde te sacare de aquí-
Uno de los tipos se acercó por mi espalda y pasé el bastón por debajo de mi brazo apreté el botón y le di una descarga dejándolo inconsciente.
-Zafiro detente ahora- Su voz sonó amenazante, pero yo realmente estaba cabreada y ya saben lo que pasa cuando me cabreo -
Otros hombres se comenzaron a acercarse por detrás del lobo con sus armas desenfundadas, uno de ellos era Stefan que por su manera de mirarme note que me suplicaba no hacer ninguna tontearía. Con un rápido movimiento tome el arma del desmayado, apunte directamente al lobo, provocando que todos los hombres menos mi ex me apuntaran.
Me acerque a la jaula sin bajar el arma, quite el precinto sin mirar y Rebelde salió imponente con sus dientes expuestos amenazante como él era, se posiciono a mi lado como queriendo protegerme.
- Ustedes manga de inútiles- El lobo me miro con una ceja levantada sin entender- Dejarme sola con su jefe -
- Ya escucharon a la dama- Fue su única contestación, todos se retiraron- Ahora dime ¿por qué estas tan molesta? Y baja el arma sabes que, aunque mis hombres no estén aquí aun estas en la mira -
- ¿Por qué? - Hice un corto silencio - Acoso no tengo razones - Coloque el arma sobre la jaula, siempre a mi alcance- No tenías derecho de cazarlo y traerlo aquí peor que un animal-
-Pensé que te gustaría tenerlo contigo ya que parece que se llevan bien- Me agache a la altura del lobo furioso y pase la mano por su pelaje negro azabache-
-Tranquilo amigo - Sus orejas se echaron para atrás mostrándose más tranquilo con mi toque- Ese es tu problema crees saber qué es lo que los demás quieren, sin preguntar antes. Tomas lo que quieres sin preguntarte si la otra parte está de acuerdo, simplemente no te interesa como se sienten los demás. Eres tan egoísta, solo piensas en lo que tú quieres- Su mirada me miraba fijamente pero no había enojo parecía pensar en lo que le decía.

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MI DIABLA
AksiZafiro Martínez es una ex agente de una organización de espionaje de Londres , ella huyo de su vida pasada y formar una familia con Richard Cortes sin saber que los oscuros negocio de su marido la pondrá en peligro en manos de un poderoso mafioso...