CAPITULO 35

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Cuatro años después

Zafiro

 Aún recuerdo ese día, la última vez que lo vi. Salte al vacío por cobardía tal vez, sentía miedo de no poder alejarme del nunca más. Ese loco me tenía en sus manos sin saberlo, cuando me di cuenta de que estaba enamorada no dude en escapar, aunque me costara la vida, pero como parece que tengo un dios aparte eso no sucedió.  

Recuerdo impactar con el agua congelada, hundirme y ser sujetada por unos brazos fuertes. Como lo había sospechado ese día Diana y Stefan aguardaban por mí. Stefan me saco y subió a la pequeña lancha, cuando ya estaba en ella mire hacia arriba y una figura que poco se distinguía, aunque yo sabía quién era el que miraba a nuestra dirección. Me costaba admitir que deje un pedazo de mi con el ese día.     

Huimos del lugar y al poco tiempo mi amiga desconecto el rastreador de mi tobillo mientras Estefan manejaba la lancha a puerto, pero el comenzó a cazarme con todo lo que tenía. 

Diana dejo las fuerzas nos cambiamos las identidades y ahora vivimos en constante alerta los cuatro. Stefan se dio por vencido conmigo así que se convirtió en un buen amigo, él tampoco se descuida, el lobo también lo tiene en la mira.  

Vivimos a las afuera de Madrid, en la misma casa que compramos con Diana antes de mi secuestro. Ana vive con nosotras ya es toda una mujercita estudia psicología, está en su último año. Esa niña se convirtió en la hermana pequeña de nosotras.  

En cambio, Diana y yo hacemos trabajos por encargue, rescatamos a gente secuestrada, conseguimos información que no solicitan y algunos trabajos más. Nada realmente complicado, pero siempre sin revelar nuestros verdaderos nombres. Y si vamos a la realidad no tenemos problemas de dinero ya que tenía mi herencia y lo que le robamos a mi exsuegro, pero tampoco podíamos quedarnos cruzadas de brazos sin hacer nada.

Estuvimos un tiempo moviéndonos por Roma, Australia, Argentina y Colombia hasta que por razones de fuerza mayor tuvimos que asentarnos en un solo lugar. Si se preguntan que fue eso, bueno (eso) se llama Martin y tiene tres años y medio.  

Así es, cuando salte ese día tenía casi tres meses de embarazo, Diana estaba feliz seria tía y madrina y cuando Stefan insinuó que abortara ella misma le dio una paliza. Ese día fue épico. 

Martin se ha convertido en nuestro mundo, toda gira a su alrededor y como mi propio karma es idéntico a su padre ¿No se supone que los niños se parecen a sus madres? Pues mi hijo no, él es un calco del lobo.   

Aun no lo he superado, no he podido estar con otro hombre desde que me escape y Diana no me ayuda con eso coordinándome citas con cada hombre que a ella le parecen guapos, según ella Martin necesita una figura paterna. Pero no estoy de acuerdo tiene tres tíos que lo aman, ese pequeño dominio como lo llama Diana se ha ganado el corazón de  todos en especial el de Stefan, que a pesar de resistirse a él al principio, ahora solo falta un llamado de mi niño para que el venga corriendo aunque este del otro lado del planeta.    

Las cosas han ido bien en general, muchos han llegado a mí, pero nadie vivió para contarlo y a loque no Diana los a despistado.  

- Zafi, Diana quiere vernos - Ana me llama desde la puerta trasera de la casa-

Me levanto del pasto y sacudo mi ropa, camino dentro y entro en nuestra oficina. Como si fuéramos espías nuestro lobo cueva está llena del equipo más avanzado en tecnología, tenemos acceso a todos los satélites del mundo y en especial sabemos cada movimiento que da el lobo ruso, ahora ya saben por qué le decimos lobo cueva ¿No?   

Por más que tengo que admitir que estuve a punto de correr hacia el en más de una ocasión solo en pensar en mi niño me calmaba, es increíble que a pesar de todo ese hombre se me allá metido debajo de la piel de esa manera, soy tan toxica como él.  

-Por fin, si no supiera que no has estado con un hombre en mucho tiempo diría que estas embarazada de nuevo- Ana que estaba bebiendo un jugo de naranja lo escupió por lo que dijo Diana- Solo duermes estos días -  

-No exageres solo no he dormido muy bien estas últimas dos noches- La puerta se abre y Stefan entra por ella -

- ¿Volvieron las pesadillas?- Diana me pregunto con el ceño fruncido, solo asentí no quería hablar del tema-

No quería decirle que no eran completamente pesadillas si no que se mezclaban con sueños húmedos.

-Bueno veremos eso luego de la reunión, empecemos- Nos sentamos todos esto era un poco mucho-Estos son los planos del lugar incluyendo el patio, la hora de entrada será a las ocho horas - Torcí los ojos mientras miraba como todos los demás ponían toda la atención en los planos- Les daré copias a todos para que lo memoricen, las cruces rojas son las salidas más rápidas por si tenemos que evacuar al sujeto con rapidez- ¿Sujeto? esto se estaba yendo de las manos -

-Ya me encargué detener cuatro vehículos con todo lo necesario para evacuación- dijo Stefan- Están en lugares accesibles para llegar lo más rápido posible - Abrí la boca y no pude decir nada, continuo- En el baúl de los autos encontrarán chalecos antibalas, variedad de armas y algunas otras cosas necesarias para salir de una puro- 

Seguí mirando la situación un poco desencajada, en qué momento esto se volvió una misión de alto riesgo, traté de hablar algunas veces, pero no me daban oportunidad.  

-Bueno creo que tenemos todo cubierto - Fue Diana quien hablo- 

-No todo yo opino que deberíamos tener a un infiltrado dentro del lugar y debemos ponernos de acuerdo para hacer guardias esporádicas- Me levante esto era demasiado- Alguien que sepa primeros auxilios, por si lastima o yo que se puede pasar cualquier cosa, nunca se sabe- Por dios Stefan, no me colaboraba. -

-Tienes razon, como se me paso eso...-No deje que Diana, terminara-

-¡¡¡ Ya basta !!!-No los deje terminar- Esto es demasiado, Martin solo va a ir al jardín de infantes no a Irak -  

-Mami - Mire hacia la puerta encontrando a mi niño recién levantado de su siesta, con cara de dormido-   

Miré a todos con recelo, les advertí con el dedo que esto no se hacía. Y tome a Martin en mis brazos y lo lleve a la cocina para comer algo. Tan normales que parecen y se vuelven locos por tan poco, resople.

 Tan normales que parecen y se vuelven locos por tan poco, resople

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