-Te voy a mostrar que es lo que quiero de ti- Mi cuerpo tembló, no podía demostrarlo, pero realmente sentía miedo. Estaba quien sabe dónde, desnuda, encadenada, con un hombre temido en el bajo mundo. Me arrojo en la pequeña cama mientras seguía la presión en mi pelo, caí de espaldas.
Sentí un alivio cuando soltó mi pelo y con lentitud levante la cabeza para ver lo que estaba haciendo, deje de respirar cuando lo veo caminar hasta mi posición con cuerdas en las manos. Comencé a removerme con ferocidad, pero inmediatamente me sometió colocando su rodilla en mi espalda, rápidamente me sujeto las muñecas y las ato a la cabecera de la cama, grite he insulte, pero él no se inmutaba por mi ración.
Me dejo atada de espalda a él, mientras yo no podía ver lo que hacía sentí su voz ronca traté de mover la cabeza, pero no lo veía.
-Te vez tan caliente - susurro-
Sus manos tomaron mis caderas dejándome en cuatro, sentí como su mano bajaba desde mi trasero asía mi vagina, un dedo entraba en mí y luego otro. Cerré los ojos no lograría sacar un gemido de placer de mí, trataba de pensar en otra cosa, pero me fue difícil cuando la velocidad de sus dedos se intensificó. Mordí mi labio y creo que lo hice sangrar.
- ¿Por qué te resistes? -Su voz ronca me decía lo excitado que estaba-
-Basta - Dije con la respiración entrecortada-
Me dio vuelta dejándome boca arriba, dios, el hombre me abrió las piernas y metió su cabeza entre ellas. Mientras sus dedos entraban y salían de mí interior, su lengua lambia con fuerza mi clítoris.
-Para por favor, HA HA- parecía que mis suplicas solo lo alentaba más aún. No podía controlar lo que mi cuerpo quería, eso me hacía sentir tan insignificante-
Un gemido casi grito se me escapó en el momento que el orgasmo llego como un golpe bajo a mi orgullo, me aferre a las cuerdas en mis manos y levante mi espalda formando un arco. Mi respiración estaba tan entrecortada que no podía pronunciar palabra. El muy maldito sabía lo que hacía.
Se levanto lambiéndose los labios y por algún maldito motivo mi parte intima palpito, no quería creer que ese simple acto logro excitarme, pero lo había hecho no podía mentir ni negar que el hombre que estaba repartiendo besos y lengüetazos por mis muslos en este momento era muy atractivo, pero era su mirada la que sin despegarse de mi me decía todo lo que quería hacerme solo porque podía.
En un rápido movimiento me volvió a poner boca abajo y levanto mis caderas, dejando todo mi trasero a su merced, dio varias caricias en él, lo disfruté en silencio hasta que sentí un dolor en mi nalga izquierda y gemí, pero no de placer. -
-Si no gimes de placer are que lo agás de dolor, tú decides- Otro golpe llego a mi nalga. Estaba segura de que sus dedos estaban marcados en mí trasero, toda la excitación se espumo. No me gustaba el masoquismo en el sexo yo lo veía como denigrar a una mujer, que placer podía haber en ser tratada como un animal, el dolor no es placer o no para mí por lo menos.
- Suéltame hijo de puta y yo te aré gritar de dolor - Dije con los dientes apretados-
Su carcajada en mi oído me hizo olvidar un momento el ardor en mi nalga, pero solo fue un momento ya que sentí uno de sus dedos entrar en mi trasero y me tensé -
-No te atrevas - Amenace -
-Hum, parece que nunca nadie entro por aquí- Otro dedo me penetro, maldición me dolía y comencé a removerme para que lo sacara - Si no te relajas te dolerá -
-Sácalos- Mierda el bombeaba sus dedos dentro de mi trasero y cada vez dolía más y de un momento a otro me penetro por delante sin ningún cuidado mientras sus dedos no dejaban de jugar con mi trasero, ahogue un grito en el cochón. No podía negar que su miembro dentro de mi estaba haciendo un excelente trabajo, pero que podía hacer por más que lo intentaba las sensaciones no paraban, lo sentía tan grande que comencé a gemir con fuerza mientras mi trasero chocaba frenéticamente contra su pelvis.
-Grita mi nombre- Tomo nuevamente de mi cabello sin dejar de penetrarme -
-No lo sé - Gemí, un orgasmo se asentaba en mi vientre ya no podía ver con claridad -
-Delmon, di mi nombre - Cerré los ojos y me dejé hacer-
-DELMON HA- Gemí en el momento que mi orgasmo exploto, contrayendo todo mi interior y apretando su miembro como si no lo quisiera dejar escapar. Esto estaba tan mal, pero se sentía tan bien que mi mente era un revuelto de pensamientos.
-Ahora me toca a mi -Saco su miembro de mi vagina y saco sus dedos de mi trasero. Me alarme cuando abrió mis nalgas y escupió en mi trasero, sacudí mi cabeza en negativa con frenesís era muy grande para entrar hay, me rompería pensé. Su estocada fue tan profunda que no pude gritar ni respirar, no tuvo ningún cuidado solo arremetió en mi trasero como un animal ya no dolía tanto, pero era muy molesto. Cuando se corrió respire pensando que todo se había terminado, pero no fue así el continuaba penetrándome por ambos lados, una y otra vez. Por alguna razón perdí todo la razon y disfrute cada orgasmo como si fuera el ultimo.
Podía escuchar voces a mi alrededor, pero no podía abrir los ojos, era como si mi cuerpo no pudiera despertar. Tenía la seguridad de no estar en esa cabaña polvorienta, porque la temperatura de mi cuerpo se sentía cálida. Las voces volvían a mi alrededor, pero esta vez podía entender algunas oraciones.
- ¿Por qué no despierta? -conocía esa voz era el lobo-
-Sr su cuerpo está aún muy débil, la infección por la herida avanzo demasiado tardará unas semanas en recuperarse completamente, pero quédese tranquilo se recuperará- No conocía esa voz-
-Por tu bien espero que sea así- Eso era una amenaza directa de parte del lobo
Me removí en la cama, use toda mi fuerza de voluntad para abrir mis ojos y lo logre. Lo primero que pude ver fue a el lobo mirándome de tal manera que no podía entender cómo podía verme así después de todo lo que me había hecho, me miraba con ¿anhelo? Su mano se posó en mi cara y dejo un beso en mis labios. Estaba estupefacta no entendía que estaba pasando y no podía pronunciar palabra.
-Bienvenida mi amor- ¿Pero, qué está pasando? ¿Dónde está el demonio que tenía frente a mi hace apenas unas horas? intente hablar, pero mi garganta estaba tan seca que fue inútil-
Se dirigió al hombre parado detrás de él que ahora podía ver por su bata blanca que era un médico.
-Gracias Giménez yo puedo encargarme desde aquí-Se dieron las manos y el medico se retiró acompañado con el lobo- Por fin solos - Dijo apenas cerró la puerta -

ESTÁS LEYENDO
MI DIABLA
ActionZafiro Martínez es una ex agente de una organización de espionaje de Londres , ella huyo de su vida pasada y formar una familia con Richard Cortes sin saber que los oscuros negocio de su marido la pondrá en peligro en manos de un poderoso mafioso...