CAPITULO 42

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Después de que Daemon se fue terminamos de planear el fingido atentado, todo debía ser perfecto. Vladimir volvió un rato después y nos ayudó con los toques finales, por alguna razon no me sentía bien por el lobo y solo esperaba tener alguna oportunidad asolas con Vladimir para preguntar por él. La verdad es que por muy extraño que pareciera no quería que el pensara que entre Stefan y yo pasaba algo romántico me hacía sentir mal ¿Por qué? Ni yo lo tenía muy claro.

Cuando terminamos Vladimir le pidió a un guardia que acomodara a Diana y a Stefan en unas habitaciones por precaución mi amigo se quedaría en el primer piso lo más alejado de Daemon posible y ella cerca de mí en el cuarto continuo. No perdí oportunidad cuando quedé sola con él para sacarle información sobre su hermano.

- ¿Como esta? - Pregunte de la nada fingiendo que revisaba algo en los planos -

- ¿Como crees? Ya debe haber planeado unas veinte maneras de matar a tu amigo, yo que tú le cuidaría la espalda veinticuatro horas al día- suspire-

-No como parece- El me detuvo con un movimiento de mano-

-Eso tendrías que explicárselo a el – Suspire-

- ¿Dónde está? - Él me sonrió-

-En su habitación, conteniéndose - Puse los ojos en blanco - ¿Por qué no se dejan de escusas y van a follar como conejos? - Lo miré mal -Oh vamos a mí no, lo amabas antes y lo haces aun -

-No es tan fácil - Susurre, pero sabía que me había oído a la perfección-

-Tampoco lo era antes pero igual follaban- Dijo con toda tranquilidad- Ya ve, yo te cubro con tu amiga- Una sonrisa pícara apareció en su rostro-

- Ten cuidado Diana podría matarte, hablo muy enserio sobre eso-

-Lo sé y eso me encanta - Sacudí la cabeza y me dirigí al cuarto del lobo-

-Lleva chaleco antibalas- Dije mientras salía del lugar-

Me mantuve en la puerta unos cuantos minutos, no sabía si golpear o darme la vuelta e irme. No podía escuchar nada dentro, así que tome la perilla y solo entre. Me quede parada como una idiota viéndolo sobre la cama con un pantalón deportivo y el torso descubierto, cuando su mirada callo en mí una corriente atravesó mi columna vertebral es que se veía tan sexi.

- ¿Se te ofrece algo? – Si necesitó recorrerte con mi lengua por todo ese torso - Si es así, cierra la puerta y termina de entrar- Como una idiota obedecí-

Listo yo misma había entrado en la cueva del lobo y quería ser devorada, mañana me arrepentiría de esto, pero hoy quería perderme en él. Camine hacia el quitándome la remera, él no se movía ni despegaba su mirada de mí. Cuando llegue a la cama me descalce y me saque el pantalón, para mi suerte mi ropa interior era de encaje negra y muy sensual. Subí mi rodilla a la cama y gateé a su posición subiéndome enzima de él.

-Parece que tienes mucho que decirme- Lo mire con hambre, Dios como extrañaba su olor -

- Después - Susurre mientras me acercaba a su boca -

-No quiero escucharte ahora- Pero acaso no se daba cuenta lo que quería, jodido hombre-

Me tomo de las muñecas y me coloco de bajo de él, dejándome prisionera entre su cuerpo y la cama, solo pude gemir cuando sentí lo duro que estaba entre mis piernas.

- Yo ahora quiero otra cosa - Aunque me tenía sujeta de las muñecas por encima de mi cabeza, pude levantarme levemente y pasar mi lengua por su torso desnudo -

-No hasta que me digas por qué diablos está haciendo ese tipo en mi casa y por qué lo pusiste como padrino de mi hijo- La presión en mis muñecas aumento a un punto que casi lastimaba-

- Ya te lo dije es el mejor estratega que conozco y lo de Martín él lo pidió - Estaba enojado, por todos los dioses quien lo entendía me le estaba sirviendo en bandeja, pero el señorito estaba más concentrado en su maldito interrogatorio Sentía tantas ganas de gritarle-

Con mucha violencia me dejo boca abajo en la cama y se sentó sobre mí, desprendió mi sostén y prosiguió a azotar mi trasero. Maldición esto me estaba poniendo a mil, tomo mi pelo con rudeza y hablo a mi oído.

-Crees que soy idiota – Gruño, eres sésil no idiota - Te revuelcas con ese bastardo y encima lo pones de padrino de mi hijo -Quise gritar cuando me mordió el hombro, pero fue más rápido y me tapo la boca-

Sabía que estaba enojado, pero yo estaba excitada y esto era una mala combinación, éramos tóxicos y esto tenía que cambiar ya. Así que cuando saco la mano de mi boca, gire mi cuerpo impulsándome con los brazos y coloque la rodilla en su pecho impulsándolo fuera de la cama. Me levante como la reina que era y tome la ropa del suelo, el seguía en el suelo solo que ahora estaba más enojado que antes.

- ¿Quiere hablar? Perfecto, hablemos entonces - Su cara era un poema, estaba perplejo - Piensas quedarte allí o que-

-Te estas pasando Zafiro- Dijo con los dientes apretados. Se levanto con una furia incontrolable y avanzo a mí. Sin darle tiempo le di una patada en la rodilla y volvió al piso.

-Sabes que, me canse- Me cruce de brazos- Pero ahora me vas a escuchar ¿Tomas asiento o prefieres que te pegue un tiro en la rodilla? - Tome el arma que había dejado el sobre la mesa de luz y le apunte- Creo que fui clara-

-Tu no me dispararías- levante una ceja, sonreí y disparé. Solo le hice un rasguño, pero fue suficiente para hacerle comprender que hablaba muy enserio-

La puerta fue abierta abruptamente, Vladimir y mi amiga entraron con arma en mano, pero lo que era raro era que mi amiga solo estaba en ropa interior y Vladimir bueno el tenía una toalla atada a la cintura. Diana sonrió cuando vio que era yo quien tenía el arma mientras mi futuro cuñado entre cambiaba mirada con su hermano sin entender nada.

-Fuera yo y el tenemos una conversación pendiente- Vladimir me miro enojado -

- ¿¡Qué tipo de conversación termina con una herida de bala en el brazo, baja el arma zafiro!? - El me apunto con su arma, pero mi amiga coloco el cañón de su arma debajo de la barbilla – ¿De dónde la saco ni dios sabia?

-No sabes que es de mala educación interrumpir conversaciones privadas- Dijo ella con burla y me guiño el ojo- Ya escuchaste Vlad ¡Fuera! -

-Los guardias van a venir en cualquier momento el disparo se escuchó en toda la casa- hablo el lobo-

-Siento interrumpir, pero los guardias no podrán venir- Entro Stefan a la habitación con mucha calma - Se cayeron por las escaleras, deberían cambiar esa alfombra- La mirada de los hermanos eran de odio puro hacia el- ¿Chicas cambiamos de planes o qué? -

- No, Zafiro solo quería hablar con el lobo y por lo visto él no quería escuchar- dijo mi amiga-

-Ho ya entiendo, bueno lo dejo con lo suyo, mientras tanto alguien debería llamar una ambulancia para los hombres de allá abajo- Salió con mucha naturalidad-

Diana le hizo una señal con la cabeza a Vladimir para retirarse también, aun presionando el arma en su mentón-

-Bueno ahora hablemos- me senté en un pequeño sofá-  

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora