CAPITULO 11

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Zafiro

Intento abrir los ojos y lo hago entre muecas y gemidos, maldición ese tipo es un lunático pienso rápidamente. Enfoco el lugar donde estoy y de paso encuentro al rey de roma sentado en un sillón de una pieza al costado de lo que creo es una cama, el muy desvergonzado se encuentra solo con un pantalón deportivo en negro y me mira con una cara neutral. Lo miro con mi peor cara y eso parece que le es gracioso ya que me devuelve una gran sonrisa que deja a reducir una fila de dientes blancos.

-Eres increíble mujer, después de cómo te deje te atreves a mirarme con furia- Sacude la cabeza como si no lo pudiera creer-

-He estado peor, tranquilo -Creo que no esperaba mi respuesta y menos mi cara retadora .Mi mente me pide a gritos que me calle por lo menos hasta poder recuperarme un poco-

-Ya veo - vuelve a su cara habitual de soy muy macho y malo a la vez- Dime- se levanta y se dirige a mi- ¿Quién fue el que te daño tanto y te hizo tan dura? No lo tomes personal es pura curiosidad-

-Nadie en especial siempre fui una hija de puta con los perros como tu- Yo y mi maldita boca, mentalmente pude ver mi cerebro pateándome el trasero por esto-

Se lanzo sobre mi tomándome por mis muñecas con violencia, el tipo era grande en comparación a mí y no le costó mucho someterme con su cuerpo. Un gruñido se escapó de mi garganta al ver que estaba en una posición peligrosa, en otras palabras, estaba a su merced.

-Deberías aprender a cerrar esa hermosa boquita- Su respiración choca con la mía-

-Y tu deberías cuidarte de mí - Lo estaba amenazando creo que soy masoquista- Porque apenas te descuides te voy a matar- Con una mano me sujeta las dos muñecas y con la otra la baja a mi muslo apretando la herida que me hizo hace algunas horas atrás, aguanto el grito que quiere escaparse de mi garganta -

-Te voy a educar fiera - Cierro los ojos para aguantar el dolor - Cuando termine contigo vas a besar el suelo en que camino-

La puerta es abierta y puedo ver a Vladimir entrar.

-Oh disculpen ¿Interrumpo algo? - abro los ojos y mi mirada choca directamente con una pequeña muchacha con una bandeja en las manos, ella inmediatamente baja la mirada al verme y el lobo sale de encima de mi -

-No - Es lo único que contesta -

-On zaplatit za neye chto ugodno- El pagara lo que sea por ella la quiere de vuelta - Es Vladimir quien habla-

Los hombres clavan su mirada en mí, el lobo tiene la mandíbula apunto de desencajarse mientras Vladimir solo me evalúa.

-Vamos a la oficina- Antes de salir se dirige a la chica que aún sigue en su lugar- Encárgate de ella la herida se le abrió, asegúrate que coma y cierra con llave cuando termines-

-Si señor- La pobre parece estar espantada-

Cuando los dos hombres salieron, la chica suspiro como si se hubiera sacado un peso de los hombros, la observe parecía de unos catorce o quince años pequeña e indefensa. Posiciono la bandeja en la mesita de luz y se alejó con la cabeza agachada.

- ¿Como te llamas linda? -

-Ana señorita- Seguía con la cabeza agachada-

-Ana, no me llames señorita dime Zafiro - Ella solo me mira con curiosidad-

-No puedo el jefe se puede enojar y me castigarían - El terror se le nota a leguas-

-Ana yo no soy como ellos, soy como tú. Se puede ver que no quieres estar aquí y yo tampoco somos iguales- Ahora es ella que me mira a mi como evaluándome- Pero cuando estemos con ellos puedes llamarme como quieras, mientras estemos solas solo dime Zafiro- Ella asiente- Y como creo que esta comida es para mí me la voy a comer- por lo menos logre que una risa se le escapara-

-Mientras come yo revisare su herida, si le parece- Yo asiento

-Tutéame niña me haces sentir vieja-

Mientras ella curaba mi herida yo devoraba la comida tenía un hambre feroz y no era para menos no había probado bocado en varios días.

-Ana, ¿sabes dónde estamos? -

-Rusia, en donde exactamente no lo es- Como lo sospeche estaba en Rusia, pero donde exactamente. Estoy muy lejos de casa debo encontrar la forma de salir de aquí, así que con delicadeza comienzo a interrogar disimuladamente a Ana y el intento da frutos. Estamos internadas en el medio de la nada ya que Ana me dice que los víveres llegan una vez a la semana de un pueblo que queda a cuarenta y tres kilómetros de aquí, eso es muy lejos para caminarlo, debo conseguir un vehículo.

Ana ha llegado hace tres meses su padrastro la vendió al ruso por una deuda que tenía, el muy desgraciado de Nicolai ha intentado abuzar de ella. Por lo que me dice Nicolai es el más peligroso es un lobo con piel de cordero y además es el jefe de seguridad del idiota, Vladimir no es un santo, pero sabe ubicarse y es su medio hermano. Según ella el lobo ruso es inestable pero nunca pisa en falso y todo lo que hace es por una razón. También sé que soy la primera que saca de los calabozos y coloca en un cuarto, según Ana ya que todos los empleados están hablando de eso en este momento.

-Ana, necesito tu ayuda- Ella sacude la cabeza negando- Escúchame no necesito que hagas nada solo un poco de información- El tomo de las manos- Si me ayudas podremos salir de aquí- Sus ojos se llenan de lágrimas-

-Es que si me descubren me matan-

-Confía en mí, tu solo dame la información y yo te sacare de aquí-

- ¿Que necesitas saber? - le sonrió con ternura me siento un poco mal de aprovecharme de ella, ya que le estoy prometiendo algo que no estoy segura de que poder cumplir-

-Necesito saber ¿Cuántos guardias hay? ¿A qué hora cambian los turnos? Necesito papel y lápiz para hacer un plano del edificio, tengo que saber exactamente dónde estamos y con que vehículos contamos para la fuga. Mas adelante necesitare un celular con aseso a internet, para llamar a una amiga que nos ayudara a desaparecer y último y más importantes armas, cuchillos, pistolas cualquier cosa que pueda usar para defendernos - Sus ojos estaban dos veces más de su tamaño-

-Está bien- no sonaba muy segura - ¿Algo más? -

-Si, cuando tenga el plano, necesito que me marques donde están las cámaras de seguridad que imagino que debe haber-

-Me pondré con eso, total ya no tengo mucho que perder - Agacha la cabeza

-Tranquila soy buena en esto- Le pongo la mano en la barbilla - Solo trata de que no te descubran ¿Sí? Ahora vete para que no sospechen nada y recuerda que siempre hay algo que perder, así que no desprecies tu vida. Todo saldrá bien ten fe en mi- Ella asintió y yo le sonreí-

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora