CAPITULO 20

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- Por fin solos - Dijo apenas cerró la puerta – Sentí como una corriente viajaba por mi columna vertebral por su tono de voz que era entre ronca y seria-

Intente hablar, pero solo logre sacar un sonido ronco de mi garganta y llevo mi mano a mi cuello notando inmediatamente que tengo una vía intravenosa en la muñeca. Un vaso de agua aparece frente a mí, pero cuando quiero agarrarlo el baja mi brazo y me lo coloca en la boca. El agua bajando por mi garganta me da una sensación de placer -

-Despacio, te vas a ahogar - Retira el vaso de mi boca -

- ¿Que tramas? - Susurro recuperando un poco la voz-

-Cuidarte, casi te mueres bonita, yo sé que quieres escapar de mí, pero me parece que la muerte es algo exagerado y extremo ¿No te parece? - Se acerca más aun quedando a unos pocos centímetros de mi boca, coloco mi mano sana sobre su pecho para alejarlo-

Por alguna razón me pone nerviosa ¿Quién es este tipo? ¿Dónde está el hombre sombrío que secuestro y no me tubo una pisca de piedad? No estoy segura cuál de los dos me asusta más.

-No sé qué tramas lobo, pero de mí no vas a conseguir nada -

-Ya tengo lo que quiero, es a ti-

-Ja ¿A mí? - Me señale con el dedo- Explícate-

-Después, dame tu brazo te sacare esa vía así puedes bañarte y comer algo -Estiro la mano para que le entregara mi brazo, algo que hice solo porque me dolía tener esa aguja clavada ahí, odio esas cositas afiladas-

- ¿Por qué tengo esta vía puesta? ¿Y dónde estamos? -El, la saca con cuidado y habla-

-Estuviste dos semanas inconsciente el proyectil que te atravesó el hombro dejo restos dentro de él, provocando una infección en tu cuerpo. El medico te coloco la vía para pasarte suero, nutrientes y otros medicamentos -

Pero lo único que me quedo de eso fue que estuve dos semanas inconsciente ¿Qué paso con Ana? ¿Diana habrá llegado a ella a tiempo?

- Y sobre tu pregunta de donde estamos Las Palmas -

-De Gran Canaria- termine yo de decir- ¿Por qué me sacaste de Rusia? -

-Tú sabes por qué- Lo sospechaba, pero quería oírle de el -Tu amiga como es que la llamas - Se levanto de la cama y hacia un movimiento con las manos como queriendo recordar - A si la guerrera- Sentí marearme, pero igualmente me levanté de la cama, él fue más rápido y me sostuvo en sus brazos antes de caer-

-No te metas con ella, te lo advierto. No le toques un pelo o en verdad te mato- sus labios se pegaron a los míos y su lengua invadió mi boca besándome feroz, pero al mismo tiempo intensamente, no tenía la fuerza para separarlo de mí, ni siquiera tenía la fuerza para mantenerme parada si me soltaba-

-Si no te has dado cuenta no estas en condiciones de amenazarme diabla- Dijo cuando se separó de mí, pero ¿Cómo sabia mi apodo?¿Como sabia de la existencia de Diana?- Pero para sacarte de la duda te voy a contar - Acaricio mi espalda mientras me mantenía bien pegada a el - Todas las llamadas que salen de los teléfonos de mis hombres son grabadas por seguridad- Un nudo se formó en mi garganta-Tranquila no las atrape, tu amiga fue rápida- Cerré los ojos por el alivio que me causaba ese echo- Pero no creas que no las voy a cazar -

Tenía suficiente confianza en mi amiga para saber que no se la dejaría nada fácil, pero preferí no decir nada para no alentarlo a perseguirla. Con un movimiento brusco me cargo en sus brazos y no pude evitar aferrarme a él a causa del mareo que me causo ese movimiento, deje mis ojos cerrados esperando que cuando los abriera todo dejara de girar. Dentro del baño me sentó sobre el lavado y el mismo recostó mi cabeza sobre el espejo detrás de mí para que no me golpeara la cabeza. No pude contenerme y hablé mientras el llenaba la bañera. -

-No sé qué es lo que estas tramando lobo, pero...-

-Delmon- No me dejo terminar- Mi nombre es Delmon, así debes llamarme- Se a cerco a mi colocándose entre mis piernas- Pero si prefieres puedes decirme cariño o amor tú decides no me molestaría-

Su actitud me hacía perder los papeles, no entendía nada, pero tenerlo entre mis piernas hablándome de esa manera hacía que un cosquilleo recorriera mi cuerpo de una manera extraña, pero solo fue por un segundo ya que me centré y decidí jugar su mismo juego. Rodeo con mis piernas su cadera y enrolle mis brazos en su cuello, mi boca quedo a centímetros de la suya.

-Como decía no sé qué es lo que tramas Delmon, pero de mí no conseguirás nada - Mi voz era seductora y atrevida -

-Ya veremos- Sus manos me tomaron del trasero pegándome a su dura erección y nuevamente el cosquilleo recorrió mi cuerpo, pero esta vez fue más intenso, no me juzguen el hombre estaba como dios manda y la carne es débil, fin de mi refracción mental - Estas excitada cariño, tus pezones se han puestos duros por mi- Y si podía sentirlos, pero no le daría gusto-

-No te creas tanto lobo, solo tengo frio. Pero tu amigo en cambio- Deje la oración a medias dándole a entender que estaba duro por mi -

-Mi amigo te desea en eso no te equivocas y cuando estés bien te lo demostrara de tantas maneras que no podrás parar de gemir mi nombre - Maldecí internamente por sus palabras y me repetí a mí misma que era común lo que me hacía sentir en este momento era humana y listo -Se alejo de mí y apago la canilla que llenaba la bañera -

Me quedé esperando que saliera, pero en cambio quiso desvestirme algo que me negué rotundamente. Aunque fuera en vano ya que cuando quise forcejear un mareo me consumió dejándome a su merced, un momento después estaba completamente desnuda frente a él.

Me coloco con cuidado en la gran bañera y comenzó a desvestirse, no podía evitar ojear todo eso que me daba a ver, no era como si tuviera algo más que hacer.

- ¿Qué haces? – Me pregunta, estúpida, vamos Zafiro concéntrate puedes hacerlo mejor-

-Te ayudo a bañarte- Ja claro, se sumergió en el agua, tomo una esponja y le coloco gel de ducha.

-Yo pudo sola- El ni siquiera me contesto, me coloco de espaldas a él y paso la esponja por toda mi espalda, cuello y brazos. Debo haber sido una persona muy mala en mi vida pasada para tener este castigo.

Lo dejo hacer, no podía oponerme en este momento mi condición era deplorable así que jugare su juego por un tiempo y espero no quemarme. 

MI DIABLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora