MI DIABLA

CAPITULO 27

Salí del jacuzzi rápidamente me envolví en una toalla, lo mire por el espejo una fracción de segundo y entre en la habitación ¿Y ahora qué hago? Maldición, me dirigí a la puerta, pero estaba trancada no tarde mucho en ver un pequeño tablero digital cerca de la cerradura.

-Chica mala- Tragué duro y por alguna razón apreté la toalla más a mi cuerpo causando un leve dolor en mi pecho- Voy a tener que enseñarte quien manda -

-Vete a la mierda lobo, no soy tu muñeca si piensas que podrás manejarme a tu antojo te equivocaste de chica- Me di vuelta para mirarle el tenía una toalla en la cintura aún estaba mojado al igual que yo-

-No te hagas las cosas más difíciles amor, no quiero castigarte - Lo mire con rencor y no precisamente por la amenaza si no por esa voz sexual que ponía.

-Ya lo hiciste y solo por un exnovio que no veo hace años-

-No lo has visto pero mencionas su nombre en tus sueños- Ya entiendo un poco mejor las cosas-

-Esa no era razón para lastimarme, ¿Acaso estas celoso o solo tienes complejo de perro? - Comenzó a reír, pero lo conocía y sabía que la furia en sus ojos no presagiaba nada bueno por lo menos para mi -

-Soy posesivo con lo que es mío y tu cariño eres mía -

- ¿Tuya? No lobo, no te confundas- lo mire con desafío- Aunque me tengas aquí encerrada no soy tuya, comprende, yo no soy como las demás mujeres que conoces yo no pertenezco a nadie y menos a la fuerza-

Intento acorralarme, pero fui más rápida y otra vez mi rodilla empato contra su estómago, apenas callo lo golpee en el rostro. Me aleje al ver que no fue suficiente para dejarlo inconsciente, me miró sus ojos estaban completamente negros de rabia y odio. Estaba en problemas lo sabía la bestia había despertado y yo era su única presa.

Se lanzó nuevamente hacia mi atine a apoyarme con mis manos en una cómoda detrás de mí y tomé impulso para empujarlo con mis dos piernas lejos de mí, sabía que no podría detenerlo por mucho, así que solo escanee con la mirada algo en la habitación que me ayudará a golpearlo lo suficientemente fuerte para dejarlo noqueado. Un lindo florero parecía ser la opción más viable.

Lamentablemente fue más rápido que yo, sentí una fuerte bofetada en mi cara y me sujeté de una silla para evitar caer completamente al suelo. Me levanto de los cabellos, definitivamente hoy quedaría pelada, otro golpe con el torso de la mano llego a mi rostro dejándome mareada e inestable. Clave mis uñas en su rostro y el siguiente golpe aseguro que fue con el puño dejándome casi inconsciente. Maldito carbón.

-Ríndete, no quiero lastimarte-Escupí la sangre en su rostro- No aprendes- Dijo mientras sacudía la cabeza al mismo tiempo que limpiaba la sangre que yo lancé a su linda cara –

-¡¡Que te den!! -

Me arrastro a la cama y me sujetó las manos al respaldo de espaldas, la toalla ya no estaba en mi cuerpo no sabía en qué momento me la saco o la perdí en la lucha.

-Te has portado muy mal diabla, deberías comportarte con tu futuro esposo- Un intento de carcajada salió de mis labios -

-Parece que no recuerdas que soy una mujer casada- Mi voz salió cansada y baja, pero en realidad estaba agotada-

-Oh claro no te lo dije ¿De quién crees que era la sangre que tu misma limpiaste de mi cuerpo? - Oh no, tenía la esperanza de lograr que cediera en matarlo, aunque el bastardo no lo mereciera- Ya eres viuda – Canturrio-

-Tengo que agradecerte, me ahorraste el abogado de divorcio- Su mano acariciaba mi espalda -

-Me alegra hacerte feliz pero ahora debo castigarte- Trate de mirarlo, pero era imposible en esta posición-

-No sé qué planeas lunático, pero te juro que si me lastimas te matar ...¡¡¡ HAHAHA!!!- sentí mi pobre culo arder- ¿Me acabas de azotar el culo? Maldito pervertido ¡!HAA!! ...

- Cuando terminé con tu lindo trasero no podrás sentarte cariño- Varios golpes más le siguieron, ardía muchísimo, pero él no tenía intención de parar, conté unos veintiunos y luego paro. Quería hacer un berrinche dios sabe cuánto quería hacerlo.

Sentí que colocaba nuevamente algo en mi tobillo y luego lo recordé cuando desperté no tenía la bomba puesta.

-Tuve que sacártelo para hacerte unos estudios cuando estabas inconsciente, pero es más seguro que la tengas puesta- Liberó mis manos, pero ya no tenía fuerzas- Levántate - Apreté los dientes para evitar gritar por el dolor de mi pobre culo ya que no había tenido piedad con el -

-Eres una bestia -

-Te lo advertí, no debiste enfrentarme. Pero aún no he terminado, mira lo que te deje en la mesa de noche - Solo vi un sobre blanco arriba de ella lo tome y bajo su mirada, cuando lo abrí mi respiración se agito-

-No, no, no, me dijiste que no te meterías con ella- Dije en desesperación las fotos dentro del sobre eran de Diana -

-Dije que no, si tú te portabas bien - Maldito mentiroso él ya la estaba rastreando desde antes-

-Obediencia - Se sentó en el sillón y abrió su toalla- Fidelidad y respeto no es tanto lo que te pido, ahora quiero ver que tan buena chica puedes ser - Tomo su pene con la mano y comenzó a masturbarse con lentitud trague duro - Arrodíllate entre mis piernas- Maldito, mil veces maldito me iba a obligar a mamársela. Mire las fotos por un segundo y camine quedando enfrente de él, me arrodille y el me tomo de la nuca metiendo su miembro en mi boca – Tócate-

Comencé a chuparlo lento, pero sin dejar de presionar mis labios sobre el algo que parecía gustarle ya que gemía. Su pene comenzó a palpitar sabía que estaba cerca de terminar, intente alejar mi boca en vano ya que el presiono mi cabeza más hacia su tronco.

-Te lo vas a tragar todo - Y así fue, yo solo quería llorar y gritar por la impotencia- Vete a la cama y ponte en cuatro- Recupere el aire que me había sacado y lo obedecí - Debes aprender que no puedes luchar contra mí y agradece que te amo porque si no estarías en el calabozo en este momento- Me penetró con tanta brusquedad que un grito salió de mi garganta y lágrimas de mis ojos-

La noche fue muy larga ...