La notificación llegó temprano. No había podido dormir en absoluto.
La lluvia continuaba mientras revisaba mi teléfono, una gran cantidad de dinero estaba en mi cuenta. También recibí un mensaje de Hange, su secretaria.
Era un PDF donde se me informaba que ya no tendría que trabajar y dónde se explicaba el dinero que recibí. "Indemnización por trabajos fuera del contrato"
Sonaba bastante decente, cuando todo lo que hice con Erwin fue menos eso. El tenía razón, debía estar bastante ebrio para poder hacerlo con el, porque mi mente siempre había estado confusa. Desear a un hombre estaba mal.
Estar con un hombre te haría irte al infierno.
Mi madre me repitió eso muchas veces mientras me golpeaba, no iba a olvidarlo tan fácilmente.
Pero Erwin había dicho que no importaba. Me había dejado sentirme miserable con el estando desnudo en la cama, me vio vomitar la primera vez que lo hicimos, debido al alcohol que había bebido.
Había soportado mucho, y aún así no pude decirle ni una vez que lo amaba.
Nunca me reprochó, pero llegó un momento en el que yo no podía hacerlo más, estaba cansado y odiaba la sensación que quedaba en mi cuerpo. Entonces el comenzó a hacerlo, llevando una mujer diferente cada noche. Haciendome esperar en la puerta mientras estaba con ellas
Y comenzó una nueva rutina, cada vez que el lo hacía, regresaba ebrio a su apartamento y lo cogía con fuerza, molesto por su comportamiento, molesto porque me hacía sentir inferior a una mujer. Ellas podían tenerlo sin preocuparse, era lo normal, mientras yo tenía que sufrir, yo tenía que reprimir mi deseo por el.
El nunca se quejo, poco a poco se volvió más frío conmigo, pero nunca me reclamo nada. Ni cuando al día siguiente despertaba solo en la cama, lleno de marcas en su cuerpo.
Erwin me amaba tanto, lo dijo en muchas ocasiones y yo solo lo ignore. Estaba mal amar a un hombre. No era correcto.
Cuando el dejo de decirlo, sentí alivio, porque pensé que Erwin por fin había entendido que no debíamos hacerlo, pero seguimos teniendo sexo. Porque ambos necesitábamos sentirnos, tocarnos, aliviarnos.
Era una tontería, que solo yo había provocado. Siendo un idiota, un asqueroso imbécil al que todavía lo perseguía el recuerdo de su madre.
De nuevo me llene de enojo contra mi mismo, recordando para momento de nuestra relación y lo poco hombre que había sido. Usando su amor para complacer una necesidad que tenía por el.
A Erwin no le gustaban las mujeres, siempre lucho contra su familia por esa razón. Pero yo lo orille a estar con ellas, debido a mi cobardía.
De nuevo sonó mi celular, era el banco. Reí un poco al ver la notificación, alguien había pagado la enorme deuda que tenía. Erwin había terminado todo por mi.
Encendí la televisión, solo para tener un poco de ruido y dejar de pensar.
Mi viejo apartamento crujía cada vez que caminaba en el, era pequeño y olía a humedad. Dormí pocas veces aquí, y la cama apenas soportaba mi peso, pero no planeaba dejar este lugar. Era lo único que sentía mío en estos momentos.
Un pequeño cuarto que una vez se llenó de la voz de Erwin, de sus gemidos, del calor de su cuerpo. Una vez se impregnó del olor de su semen, cuando se corría gritando.
Después de hacerlo ese día, se quejo que la cama era muy pequeña para dos hombres grandes. Lo ignore, pero nunca volvimos a hacerlo aquí. Ahora me arrepentía un poco, me hubiera gustado tener algo con su olor para recordarlo.
ESTÁS LEYENDO
Malos Hábitos
RandomUna historia llena de problemas y drama, como me gusta escribir. Prometí que haría una historia sobre Mike x Erwin y lo estoy cumpliendo, pero debo pedir disculpas si no es lo que esperaban o si es demasiado corto. Pido perdón