Caímos sobre la cama, haciendo que está crujiera. Tire de su ropa hasta dejarlo únicamente con su bóxer negro, aún besándolo empecé a frotarlo, humedeciendo la pequeña tela.
–Aún recuerdo donde tocarte...– Susurré, mientras golpeaba un poco su erección con mis dedos– He soñado tantas veces con hacerlo de nuevo, tomarte con fuerza...
–¡Mike!– Su espalda se arqueo cuando golpee de nuevo– Sueltame... Me vengo...
–¿Tan rápido?, ¿Hace cuanto no lo haces?– Pregunté agitando mi manos más rápido, haciendo que el líquido blanquecino saliera de la ropa– Eso es muy pronto
–Aahh– El sonido de su gruesa voz resonó en mi habitación, provocando que me endureciera más
De nuevo gruño, agite mi mano con más fuerza hasta que Erwin se corrió, el espeso semen escurrió sobre mis dedos, dejándome con la garganta seca. De prisa me quite la camisa, sintiendo el aire frío de la habitación. Mis pezones se endurecieron, llamando la atención de Erwin.
Se sentó sobre la cama, conmigo arrodillado frente a el. Comenzó a lamer mis pezones, mordiendo alrededor y chupando. Con una mano tiro de ellos, haciendo que cerrara los ojos con placer. Sus dientes mordieron mis pezones, gruñi y empuje sus hombros para recostarlo de nuevo, su mirada estaba llena de deseo, sus pupilas estaban dilatadas, haciendo que el azul de sus ojos oscureciera. Era una mirada demasiado erótica.
Me detuve para mirarlo, su pecho subía y bajaba con su respiración agitada, su piel pálida ahora tomaba tintes rojizos, los lugares que había besado brillaban con restos de saliva y con el sudor de su cuerpo. Era demasiado erótico, siempre fue así con él. En cuanto miraba su cuerpo, tan excitante, mi mente se hundía para negar esos pensamientos
¿Cómo podía verse así un hombre?, ¿Por qué amaba tanto su cuerpo masculino?, ¿Por qué lo deseaba tanto?
Eran preguntas que nunca tenían respuesta, que siempre evitaba y reprimia, llegando incluso a sentir asco de mi mismo. Nunca fue Erwin, siempre fui yo, que me negaba a aceptar este placer.
Pero ahora, iba a hacerlo, iba a dejarme sentir todo.
Me incline sobre el, besándolo, jugando con su lengua entre nuestras bocas. La saliva comenzó a escurrir pero no pensaba limpiarlo, ni detenerme. Termine de quitar su ropa, su pene se agitó entre nosotros, rozando mi estómago.
Lleve mi mano manchada de semen hacia abajo, buscando su entrada cuando detuvo mi mano. Me miró sorprendido, nunca lo había tocado ahí, el siempre se preparaba para recibirme, mientras yo solo me masturbaba para mantener mi erección. Siempre era así.
Pero yo quería tocarlo, quería sentir mis dedos siendo apretados, succionado por su culo. Quería tocar sus paredes suaves, presionar mis dedos dentro de el, con el calor envolviendome.
–Yo lo haré– Fueron sus palabras, pero lo ignore
Metí mis dedos dentro de su boca, su lengua se enredo en ellos mientras los mojaba. Me miró de forma seductora, aunque no era consiente de eso.
Comenzó a chupar mis dedos con fuerza, mientras abría más las piernas y su pene se endurecía de nuevo. Me miró otra vez, lamiendo mis dedos, succionandolos, como si tuviera mi pene dentro de su boca.
El semen escurrió de la punta de mi pene, la sensación era increíble, después de dos largos años de no tocarlo, de soñar con tomarlo de nuevo, por fin lo tenía aquí.
Tire de mis dedos con fuerza, y solo los clave dentro de el, grito con dolor cuando lo hice, pero también jadeo con placer. Presioné sus paredes, abríendolo cada vez más. Jugando con sus reacciones que solo me hacían deserlo
ESTÁS LEYENDO
Malos Hábitos
RandomUna historia llena de problemas y drama, como me gusta escribir. Prometí que haría una historia sobre Mike x Erwin y lo estoy cumpliendo, pero debo pedir disculpas si no es lo que esperaban o si es demasiado corto. Pido perdón