La boda fue un evento grande y lujoso, organizado por las dos de las familias más adineradas del país. Un circo hecho para formar "lazos".
La publicación decía que era íntima, pero los más de 300 invitados te daba a entender el significado. La familia Ackerman y la familia Smith, dos nombres que todos conocían.
Habían pasado 3 meses desde la última vez que vi a Erwin, y ahora aquí estaba, escondido entre el mar de gente, esperando a ver aunque sea un atisbo de su cabello rubio. No había aparecido en ninguna noticia y tampoco conocía el rostro de su prometida. Había desaparecido por completo de mi vida.
Y ahora, me estaba comportando como un completo acosador, burlando la seguridad de la iglesia hasta ingresar a ella, buscando a Erwin.
Había prometido olvidarlo, alejarme de él y dejarlo de una vez por todas, pero la curiosidad fue más fuerte, la necesidad de el. Por eso estaba aquí, quería verlo una vez más
Revise dentro de varias habitaciones, pero no lograba dar con el. Tampoco quería preguntar a alguien, o sería demasiado sospechoso.
–Usted no es un invitado– Escuché la suave voz de una joven
–No, no lo soy– Dije mirándola, estaba bellamente arreglada, aunque solo usará una bata delgada color blanco
–Esta buscando a alguien– Hablo de nuevo
–Si– Nos miramos por varios segundos, hasta que pregunté– ¿Sabes dónde está Erwin Smith?
–Si, está al final del pasillo– Respondió, para después darse la vuelta y alejarse de mí
Fue extraño, ella ni si quiera sonrió o hizo alguna expresión. Era como si solo existiera. Aún así, agradecí su ayuda y camine apresurado donde me indico.
Al entrar, Erwin estaba de espaldas a mi, vistiendo un pantalón negro y camisa blanca, el odiaba usar chaleco, pero ahora lo usaba sobre la camisa, haciendo que se marcará claramenta la forma de su espalda. Entre con suavidad y solo hice ruido al cerrar la puerta, alertandolo de mi presencia.
–¿Qué haces aquí?– Pregunto con un suspiro lleno de molestia
–Queria verte con el traje– Respondí sin moverme– Felicidades por tu boda
–Gracias– Respondió cerrando los botones de sus muñecas– ¿Algo más?
–No te cases con ella– Pedí dando algunos pasos hacia el
–Es tarde para eso Mike, ahora necesito terminar de vestirme– Dijo negando con la cabeza– Vete por favor
–Erwin, yo...– Me acerque a el de nuevo, moviéndome con desesperación lo abrace, aferrándome a su espalda
–¡Sueltame!, ¿Qué demonios quieres?– Pidió empujandome con fuerza
–No te cases, quédate conmigo– Pedí sujetando su rostro, sus mejillas se tiñeron de rojo y sus labios se abrieron, tentandome– Por favor
Sus ojos brillaban con incredulidad, me miraba como si estuviera completamente loco, demente al estar pidiendo esto el día de su boda.
Me deje llevar por el, de nuevo caí ante sus labios, ante sus ojos, lo bese lleno de este estúpido sentimiento dentro de mi pecho. Lo sujete con fuerza, sabiendo que se escapaba entre mis dedos, que su cuerpo se alejaba del mío. Sus manos se aferraron a mi pecho, arrugando mi ropa.
Un jadeo fluyó entre nosotros, una respiración agitada y mi nombre floto entre nosotros. Mordí sus labios, queriendo fundirme en su cuerpo, atraparlo y no dejarlo escapar nunca.
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Malos Hábitos
RandomUna historia llena de problemas y drama, como me gusta escribir. Prometí que haría una historia sobre Mike x Erwin y lo estoy cumpliendo, pero debo pedir disculpas si no es lo que esperaban o si es demasiado corto. Pido perdón