–Ella es tan ruda– Me queje mientras limpiaba mi labio– ¡Mierda!
Había regresado a mi apartamento, después de una fea pelea. En el momento que las palabras salieron de mi boca, su mano golpeó mi rostro y después regresó molesta a su cuarto.
Esperaba que lo hiciera, así que simplemente me encogí de hombros y espere el ascensor. Al momento de entrar, el grito de uno de los vecinos me advirtió
–¡Huye!– No entendí a que se refería, hasta que vi a Nanaba ahora con ropa, correr hacia mi con un bate de béisbol
La puerta del ascensor se cerró y solo escuché el golpe. Cuando las puertas se abrieron, camine deprisa hasta mi auto mientras escuchaba los gritos de Nanaba. Había bajado los tres pisos por las escaleras y ahora me perseguía con furia.
El chico que estaba con ella, la persiguió y tomo su brazo, pero ella quiso golpearlo. No podía dejarla así, al menos debía tranquilizarla un poco.
De nuevo baje de mi auto, levantando las manos para defenderme.
–Escucha, tienes que bajar ese bate o no podremos hablar– Dije usando una voz suave
–¡No quiero hablar!, ¡Quieres dejarme!– Grito acercándose a mi, dispuesta a golpearme
En un arranque de irá, comenzó a golpear mi auto, destrozando los cristales. Cómo pude, sujete sus pequeños brazos y quite el arma de sus manos, ganandome gritos de los vecinos, que al parecer nos habían seguido. Pero entonces Nanaba, comenzó a golpearme con sus manos, rasguñando mi cuello y mordiéndome. Estaba desquiciada.
–¡Ya basta!– Grite con enojo, mientras ella mordía mi cuello
Entre todo el forcejeo, pateo mi mandíbula cuando la levanté, rompiendo mis labios. La sangre escurrió de inmediato y solo eso hizo que por fin se calmara. Una mujer comenzó a gritar por ayuda y un señor se acercó a mi, tomando los brazos de Nanaba.
–¡Llamen a la policía!– Dijo la mujer asustada
–No es necesario hacerlo, por favor
Era un desastre. Nanaba empezó a pedirme perdón y el chico se acercó a recoger el bate, tirándolo lejos de ella.
Al final, no presente cargos en su contra y tampoco quise ir al hospital, pero ella iba a ser desalojada de su apartamento debido a la queja de todos los vecinos.
Y ahora, aquí estaba, limpiando los restos de sangre y con un dolor insoportable de cabeza. Había sido un día pesado y horrible, ni si quiera había podido pensar correctamente en Erwin, y que había vuelto a verlo.
Estaba tan hermoso como siempre.
Su cabello era un poco más largo, pero no era tan diferente. Solo habían pasado dos años, pero había sentido que fue una eternidad. Frente al espejo, sonreí como idiota en el momento que recordé su rostro.
Sentí la necesidad de hablar con el, solo una vez más. De escuchar su voz pronunciando mi nombre... Quería estar cerca de el, a su lado, mi pecho se apretó con fuerza debido a mis pensamientos.
Necesitaba que me mirara.
ESTÁS LEYENDO
Malos Hábitos
RandomUna historia llena de problemas y drama, como me gusta escribir. Prometí que haría una historia sobre Mike x Erwin y lo estoy cumpliendo, pero debo pedir disculpas si no es lo que esperaban o si es demasiado corto. Pido perdón