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Estaba exhausto

Mi cuerpo solo se movía sobre el de Mike, sacudiéndose mientras él seguía chupando mis pezones, como si tratara de sacar algo de ellos. Los sentía hinchados y adoloridos, pero la sensación era placentera. Mi cuerpo seguía moviéndose de arriba a abajo, sus manos sujetaron mis caderas y mis piernas dolían por estar en la misma posición durante mucho tiempo

–¡Aangh!– Palabras incoherentes salían de mis labios, mis ojos ya no podían enfocar nada más que su rostro– B-Basta... Por favor...

Solo podía verlo a el, a sus labios abiertos, quejándose con placer cada vez que entraba en mi. Su lengua lamiendo sus labios, mordiendolos, jadeando frente a mi.

–Ya... Bas...– "Ya basta", las palabras no salieron de mis labios, solo volví a gemir– No... Mmm...

–Una vez más– Había dicho eso toda la noche, y todavía no se detenía– Erwin, es tan bueno, no puedo detenerme...

No podía decir nada, estaba cansado, no tenía más fuerzas. Sentía todo mi cuerpo sensible, adolorido, pero completamente satisfecho.

–No puedo... más... – Dije sujetando su rostro– Ya no...

–Está bien, está bien– Beso mis ojos, y ya no pude abrirlos de nuevo– Voy a terminar

Me deje llevar por el, quien me recostó en la cama, empujó contra mi unas veces más, mientras se corría dentro y después por fin salió de mi interior, dejándome una sensación de vacío. Sentí el semen comenzar a escurrir, y como mi abertura estaba hinchada. Había olvidado por completo que así era el sexo.

En algún punto, quedé entre el sueño y la conciencia. Sentí a Mike moverse, limpiando un poco mi cuerpo y besándome, pero sin llegar a molestarme. Fue tan cuidadoso y sentí un toque cálido, lo que solo me hizo tener ganas de llorar.

¿Cuántas veces no desee que hicera esto?, ¿Cuántas veces espere algo de cariño por su parte?, ¿Cuántas veces me desilucione?

Me sentí estúpido por confiar en el, por haber permitido que esto sucediera. Era claro que todavía lo quería, ¿Pero eso cambiaba algo?

Sentí su cuerpo recostarse a mi lado, me abrazo a el, suspirando lleno de satisfacción. Desee que todo fuera tan sencillo como el quería, pero eso nunca pasaría.

Más tarde, cuando el estaba dormido por completo, me levanté con cuidado y me vestí. Arregle mi ropa tanto como pude, y desaparecí cualquier rastro de que estuve en su habitación.

Pasamos la noche juntos, pero no había nada más para nosotros.

Antes de irme, lo mire una última vez. De verdad quería aferrarme a el, confiar en el, pero no había nada que hacer en esta situación. Ya no había espacio para dejarse llevar por los sentimientos.

Subí a mi auto, sintiendome satisfecho con mi desición. Mike estaba bien, parecía ya no tener problemas y eso era suficiente. El podría continuar, el sería feliz, todo estaba bien.

Me convencí de que todo era así.

Cuando llegue a casa, todos estaban durmiendo y solo fui directo a mi habitación, donde lave mi cuerpo por completo, dejando que el agua se llevará el olor de Mike. Mis manos tocaron mí nuca, mis dedos recorrieron la marca de sus dientes, y sin poder evitarlo, comencé a llorar.

Era patético.

No quería mirarme al espejo, o vería cada marca que había dejado en mi cuerpo. Aún me sentía hinchado, adolorido y solo quería dormir. Me recosté en mi gran cama, solo, como siempre debía ser.

Malos Hábitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora