Imagen de referencia para este capítulo
Entre a nuestro apartamento bastante cansado. Cada día me daba cuenta que los trabajos de oficina no eran lo mío, a pesar de hacerlo bien. Odiaba estar sentando por horas en una silla y ver la gestión de documentos, y que las horas pasarán tan lentamente.
Aunque Erwin disfrutaba bastante hacerlo, sobre todo si se trataba de usar el cerebro. El había ascendido bastante rápido a supervisor, y nunca había hecho horas extras, al contrario de mi.
En el momento que abrí la puerta, supe que Erwin estaba cocinando. El olor a quemado llenaba todo el lugar y el humo negro venía de la cocina. Suspire y abrí las ventanas, esperando que el olor se fuera
–¿Qué diablos es esto?– Lo escuché preguntar a si mismo mientras removia algo
La cocina estaba hecha un desastre, había platos por todas partes y restos de comida. No sabía cuántas veces había visto la misma escena, pero de nuevo sentí la ternura en mi pecho y no pude evitar abrazarlo, sonriendo
–¿Cuando llegaste?– Pregunto al sentir mis brazos rodearlo– Todavía no termino
–No voy a comer eso– Respondí viendo la masa negra que había en el sartén– Se ve asqueroso
–¡Ya lo sé!, No se lo que pasó, se supone que debía ser pasta
–¿Pasta?– Fue imposible no reír, Erwin ni si quiera se había quitado la ropa de trabajo por completo
Seguía vistiendo una camisa arremangada en sus brazos y su pantalón, pero como siempre, usaba el delantal rosa que le había comprado. Era imposible no enamorarse más de el, cuando lucía tan lindo.
–Pidamos comida– Dije besando su mejilla
–Siempre pedimos comida, estoy engordando– Dijo dejando el sartén a un lado
–Entonces yo cocino, ve a limpiarte, tienes comida en la ropa
–Ugh, es imposible. No volveré a cocinar
–Umm, solo tienes que intentarlo otra vez. Te enseñare todas las veces que quieras, estoy seguro que lo lograrás– Dije comenzando a jugar con sus pectorales
–¿Qué haces Mike?– Pregunto con la voz molesta
–Te ves tan lindo...– Respondí mientras masajeaba más fuerte sus pechos, era cierto que había ganado peso– Se sienten bien
–¡Ya basta!
Pero era imposible detenerse, sentí mi pene comenzar a endurecerse y empuje contra su trasero, mientras seguía masajeando sobre su ropa
–Se sienten más grandes– Susurré cerca de su oído
–Mike, ni si quiera me he bañado– Jadeo cerrando los ojos cuando volví a empujarlo– Hagámoslo después
ESTÁS LEYENDO
Malos Hábitos
RandomUna historia llena de problemas y drama, como me gusta escribir. Prometí que haría una historia sobre Mike x Erwin y lo estoy cumpliendo, pero debo pedir disculpas si no es lo que esperaban o si es demasiado corto. Pido perdón