19

114 20 1
                                    

Desperté cuando la cama se sacudió un poco. Erwin estaba sentado de espaldas a mi, quitando algunas prendas de su cuerpo. Me quedé mirando su espalda, y después su cintura más pequeña, hasta llegar al redondo trasero que sobresalía un poco.

Me acerque a él, pasando mis piernas a su alrededor y quedar detrás de su espalda, mis manos de inmediato comenzaron a agarrar su trasero, mientras inhalaba el olor de su sudor.

–Mike, ¿Qué estás haciendo?– Río un poco, mientras dejaba de moverse– Tienes que ir vestirte, son las 8 en punto

–No tengo prisa– Me quedé apoyado detrás de él, cerrando los ojos– Hueles bien

–Asqueroso

Comenzó a sonar mi teléfono, Erwin estaba cerca y lo tomo para entregármelo pero se detuvo un momento mirando la pantalla. Me lo entrego y después se puso de pie y entro al baño, dejándome solo.

–¿Erwin?– Lo llame, pero me ignoro

Fue hasta que leí la pantalla que lo entendí. Era Nanaba, y también había varias notificaciones de mensajes. No sabía que mi ex novia se llamaba así, pero el simple hecho de que una mujer mandara mensajes pidiendo verme era suficiente para que desconfiara.

Solté un suspiro de cansancio y el teléfono volvió a sonar. Respondí mientras me levantaba y seguía a Erwin

–¿Qué quieres Nanaba?– Erwin estaba quitando su ropa, y me miró al escuchar mi voz

–Quiero hablar contigo Mike, no puedo dejar de pensar en ti– Escuché un pequeño sollozo, y después siguió hablando– ¿Tan rápido te olvidaste de mi?

–Nanaba, te pedí que no volvieras a llamarme. Todo lo nuestro se acabó– Lo dije con voz dura, mientras Erwin no dejaba de mirarme– Déjame en paz

–¡Por favor Mike!, Todavía te amo, yo no quise hacerlo... ¡Tienes que escucharme!

–No, he tenido mucha paciencia contigo, pero quiero que me dejes en paz de una vez– Erwin quedó en ropa interior, se acercó a mi y comenzó a besar mi cuello

–Solo pido que me escuches... ¿O acaso ya estás con otra?– Pregunto con molestia

–Lo estoy– Erwin empezó a hacer ruidos de besos, mientras iba besando mi mandíbula hasta llegar a mis labios

–¿Mike?, ¿Qué estás haciendo?– Pregunto con la voz temblando– ¡¿Estás con ella ahora?!

–¡Ngh!– No pude evitar jadear cuando Erwin empezó a tocar mi miembro– ¡Espera...!

–Cuelga– La mano de Erwin me arrebato el teléfono, frotando mi miembro con fuerza

–¡Angh!– Cerré los ojos, dejando que hiciera lo que quisiera

–¡Maldita bruja, voy a romperte la cara!– Grito Nanaba, varios insultos se escucharon salir del teléfono y entonces Erwin lo acercó a sus labios– ¡¿Me estás escuchando?!, ¡Mike es mío!

–No vuelvas a llamarlo, zorra

Colgó el teléfono molesto y empezó a besarme de nuevo, sacudiendo mi miembro con más rapidez

–Erwin...

Sujeto la base con fuerza, bombeo mi miembro a su antojo, hasta que empecé a temblar sintiendo el orgasmo, el semen escurrió sobre sus dedos y mancho su estómago, pero el nunca dejo de mirar mi rostro.

Se alejo de mi y empezó a lavarse las manos, mientras yo jadeaba por el intenso orgasmo que acaba de tener. Seco sus mano y me miró, hablando con voz dura

Malos Hábitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora