Malos Hábitos

28

Todos estábamos nerviosos, el ambiente se sentía tenso, no podíamos ocultar el malestar que sentíamos.

Mikasa había perdido todo su brillo, estaba en silencio y decaída, justo como se veía cuando la conocí. Íbamos en el auto, se suponía que la abuela debía llegar al medio día y nos reuniríamos de inmediato pero una llamada nos despertó, avisando que la abuela ya estaba esperando por nosotros.

Lo que más nos sorprendió fue que la reunión sería en la empresa "Azumabito", de la familia de Mikasa. Eso nos hizo temer por lo que sucedería, ¿Por qué tenía que ser ahí la reunión?

–Esto está mal– Dijo Mikasa en voz baja

–Lo sé, pero no podemos retirarnos ahora– Dije mirando por la ventana

–Erwin– Me llamo Levi– ¿Debo avisar a Mike?

Lo pensé por un momento, no había vuelto a hablar con el desde que nos vimos. No quería preocuparlo tampoco.

–No, después lo haré– Respondí, mientras el auto se estacionaba

–Siento que algo malo pasará– Menciono Mikasa, y aunque todos lo sabíamos, ninguno quiso confírmarlo

Entramos al edificio, seguía trabajando de manera normal aunque habían claros cambios desde la adquisición por parte de nuestra empresa. Por ejemplo, las enormes fotos de los directivos y por supuesto, la foto de la matriarca. No había ni una sola foto de mi padre.

Nos llevaron a la sala de juntas, ahí esperaban los abogados y Hange, que se movía nerviosa y sonrió con alivio en cuanto me vio

–Señor Smith– Me saludo, pareciendo formal frente a todos

Asentí hacia ella y le hice una seña para que se acercará a mi, ella lo hizo de inmediato

–¿Ya la viste?– Pregunté mientras fingía arreglar mi camisa

–Aun no, pero todo está siendo muy extraño. El abogado no es el de la empresa, es el que arreglo lo de tu matrimonio– Dijo fingiendo ayudarme– Ella ya tiene algo listo

–Lo sé, aunque todavía no se que hará– Suspiré por lo bajo, y después la mire.

Estaba pulcramente arreglada lo que era extraño en ella y sentí un pequeño olor a perfume, uno que ella nunca usaba. Sonreí de lado, sospechando lo que podría ser, sobre todo en cuanto alcance a ver la marca que decoraba parte de su cuello

–¿Cómo está Pieck?– Pregunté a la ligera

–La deje durmiendo, tuvo mucho trabajo anoche...– Me miró con sorpresa después de decirlo, sabiendo que se había delatado– Yo... No es lo que crees...

–Por supuesto que no, solo cierra bien tus botones– Dije haciendo señas a su cuello

Eso la hizo sonrojar, mientras acomodaba su ropa. No era exagerado, de hecho era pequeño, un simple beso, pero al ser más alto que ella, pude verlo a la perfección.

–Lo siento

–¿Por qué?, Parecen muy serias al respecto

–Eso, aún es difícil– Dijo en voz baja, al parecer tenía ganas de hablar– Nos llevamos bien, somos demasiado compatibles... Pero ella tenía novio, y todavía no confía lo suficiente en mi, así que prefiere no darle nombre a lo que tenemos

–Auch, se lo que se siente– Dije recordando a Mike– Tal vez deberías dejarla por 3 años

–Que gracioso– Respondió poniendo los ojos en blanco– Aunque no está lejos de la realidad...