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–¿Pieck?– Pregunté confundido, quitando el teléfono de manos de Erwin, para poner el altavoz

–¿Qué?– Escuché la voz adormecida de Pieck– ¿Qué sucede?

–¿Estás con Hange?– Pregunto suavemente Erwin

–Se estaba bañando, ¿Quién eres?– Pregunto mientras se escuchaba un bostezo

–Soy Erwin, quisiera hablar con Hange por favor– Pidió el aguantando la risa

–Si, ya voy– Se escuchó el crujir de las sábanas y después una puerta abrirse

–¿Cariño, que haces despierta?– En cuánto escuché esas palabras quise gritar, pero la mano de Erwin cubrió mis labios, pidiéndome silencio– ¿Qué es?

–Teléfono– Respondió en el fondo la voz de Pieck y después una puerta se cerró

–¡Mierda!– La queja de Hange sonó bastante fuerte y después un golpe seco

–¿Hange?– Pregunto Erwin, también conteniendo la risa

–H-Hola– Saludo– ¿Qué sucede E-Erwin?

–Solo quería informarte que hoy no iré a trabajar, necesito que le pidas a Levi que te entreguen algunos informes y reprogramen las citas de hoy

–Si...– Se aclaró la garganta, nerviosa– Le avisaré en cuanto llegue, y hoy no tenías ninguna cita

–De acuerdo, gracias Hange– Estaba a punto de colgar cuando quite su mano de mi boca

–¿Así que Pieck?– Pregunté riendo

–¡Cállate!, No es lo que estás pensando

–¿De verdad, "Cariño"?

–¡Ah qué vergüenza!, Realmente te odio Mike, mucho– Me reí de ella y colgué la llamada, mientras Erwin todavía cubría sus labios

–¡Sabía que había algo raro entre ellas!– Dije con una sonrisa triunfante, mientras Erwin asentía

–Tambien me di cuenta, Hange ha estado muy rara– Después río un poco, suspirando– Espero que les vaya bien

–Conociendo a Hange, no creo que eso pase– Me puse de pie, levantando mi camiseta para quitarla

–Nunca voy a acostumbrarme a esto...– La lengua de Erwin recorrió sus labios, sin dejar de mirarme

–Eso espero, ahora date prisa– Pedí abriendo mi pantalón– Tenemos algo pendiente

Erwin termino de desnudarse, y aún sentado sobre la cama tiro de mi cintura para acercarme a el, pasando la lengua sobre mi abdomen. Subió lentamente y comenzó a chupar uno de mis pezones, mientras sacaba mi pene

–Quiero chuparlo– Susurro mirándolo fijamente, su lengua a punto de lamerlo

–Si hacemos eso, tardaremos horas– Dije alejándolo un poco– Y yo quiero tomarte rápido y duro

–Mike...

Metí mis dedos dentro de su boca, presionando su lengua entre ellos. Empecé a jugar con ella, y presioné sus mejillas, mientras él gemia. Se perdio en la sensación y comenzó a chuparlos, era como si tuviera un dulce en su boca, saboreandolo lentamente y con los ojos cerrados, dejando escapar leves gemidos. Su pene estaba goteando, agitando suavemente las caderas.

–Es suficiente– Empuje su rostro y saqué mis dedos llenos de saliva mientras él abría los ojos, con la mirada perdida.

Fue bastante erótico verlo así, con las mejillas sonrojadas y los labios hinchados

Malos Hábitos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora