A los 19 años de edad, Lexa Woods, hija de reconocidos padres en el mundo de la moda, y dueña de sobresalientes en la facultad de Derecho. Se verá envuelta en una escalofriante situación. Y es que la aparición de cierta rubia la hará conocer lo mas...
La Srta Rossi continuaba debatiendo el tema principal de la materia y yo no podía dejar de pensar en la rabia contenida que sentía cada vez que recordaba a la dueña de aquellos ojos recoger mis pertenencias del suelo y meterlas en su bolso. Es que esperaba que aquel líquido por lo menos le hubiese hecho algo de daño e irritación. Recordé aquel dolorido "Auch" y una pequeña sonrisa de satisfacción apareció en mi cara inconscientemente.
-¿Estas bien?... Últimamente te noto con aptitudes un tanto extrañas, comienzo a sentír miedo.-Comentó Octavia con nerviosismo.
-No puedo creer que de tantos días para atracar una unidad colectiva, hayan el elegido justo en el que yo, Lexa Woods tenia que abordar.-ignore su comentario y bufo en respuesta al mio.
-En serio, lex... Si no dejas el tema empezare seriamente en ir a la policía a poner una denuncia. Solo fue un robo ¿acaso no puedes vivir con eso? la clase obrera lo hace...
-¿Si escuchas lo que dices? lo haces como si tuviese que ser normal.
-Lastimosamente no puedes controlar los actos delictivos de ciertas personas Lexa, el que ahora te preocupes por algo que pasa comúnmente en las vías publicas del mundo no lo hace algo nuevo.-rodó los ojos mirando hacia al frente.
Si buscaba dejar que me sintiese mejor, evidentemente no lo había logrado. No podía dejar de pensar en lo injusto que había sido aquel robo, realmente deseaba que alguien les pusiera un alto.
Es que hasta el spray veraniego se habían llevado. Nada mas imaginar una escena donde los agarraba y encarcelaba hacia que las sonrisas satisfactorias se multiplicaran, pero lamentablemente esos vástagos seguían en las calles atracando y haciendo quien sabe cuantas más fechorías.
La mañana transcurrió de la misma forma que normalmente transcurría, lenta y llena de trabajos por entregar.
Físicamente caminaba junto al grupo común de estudio por el campus, pero mentalmente desahogaba la furia interna en agradables escenas en las que ciertos maleantes tenían protagonismo.
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-Esta noche por fin abrirán el nuevo pub de las afueras de la Uni.-escuche vagamente como Luna comentaba a los demás.-excelente, porque podremos celebrar el aprobado del examen de Rossi con broche de oro.
-¿No te habían llamado la atención por tutear a los maestros ya?.-Monty cuestionó a la chica morena.-No recomiendo mucho esa zona, dicen que es peligrosa.
-¿Porque roban? tranquilo, eso pasa a todas horas en este país.-comente ignorando el gesto fastidioso que colocó Octavia desde al frente.
-Hagan como que no está, eso hago yo y ayuda bastante.-murmuró Octavia en lo que pretendía ser un susurro discreto.
-A ti no te humillaron y deshonraron en una ruta de transporte público.-espeté lanzando los libros de la siguiente clase sobre la mesa en la que nos acabábamos de sentar.
-Como que no está.-volvió a repetir mientras desenvolvía su sanguche imperturbablemente.
-Mírale el lado bueno Lex, no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.-Bromeó Luna robandole la mitad del sanguche a Octavia e ignorando sus protestas.-Iremos preparadas esta noche, puedo regalarte el nuevo Spray desinfectante agua marina, es nuevo en el mercado.-Los demás continuaron con sus desagradables bromas carentes de gracia el resto del día.
Ya quisiera ver sus caras en una situación similar a la mía.
Al final decidimos por asistir al dichoso pub "La Terraza" ubicado cerca de la facultad, por lo que decidimos caminar hasta las afueras del campus.
-¿Que parte de que es peligroso no entendieron?.-Monty nos cuestiono al acercarnos hacia las luces fucsias y moradas que adornaban la estructura.
-Yo ya no tengo nada que me puedan robar así que...-comenté con media sonrisa mientras entrabamos.
Hasta este punto comenzaba a ser divertido bromear al respecto. No iba a dejar que esos estúpidos marginales arruinaran el aprobado de la Srta. Rossie.
El lugar se encontraba completamente lleno, por lo que decidimos reunirnos en la parte de arriba. Un gran letrero fluorescente alumbraba las letras de "La Terraza" fuera pequeñas mesas se encontraban con bebidas de todo tipo y la muchedumbre bailaba al ritmo de lo que identifique como Alan Walker.
-Escojan alguna mesa, yo iré a buscar las bebidas.-anuncié y me dirigí hacia la barra mas cercana.
La gente bailaba unos sobre otros y dificultaban el paso, por lo que entre empujones casi logré hacerme espacio, y digo casi porque un chico cortó el paso impidiéndome pasar hasta la barra.
-Hola hermosa ¿A donde tan apurada?.-voltee los ojos y trate de empujarlo pero el idiota no se movía.
-Quítate imbécil, soy lesbiana.-espeté al ver que no conseguía que se apartase con empujones.
-Acompáñame a un trago y veremos si lo sigues siendo luego.-el idiota intentó agarrar mi cintura pero una simpática chica se interpuso y trato de apartarlo también a empujones del camino.
Me alegraba que no solo delincuentes y subnormales convivieran en la misma ciudad. La chica comenzó a discutir con el subnormal pero evidentemente no conseguía movilizarlo tampoco, y no se como ni en que momento, un destello rubio iluminado por resplandores fucsias se incorporo a la aglomeración y el chico termino derribado y golpeado de una forma verdaderamente ágil, porque no pude distinguir ni que ni quien lo habían golpeado contra la barra.
Básicamente el chico se encontraba descolocado y medio noqueado sobre la silla frente a la barra y una sonrisa divertida tomo posesión en mi rostro.
Nuevamente, me animaba que no solo delincuentes y subnormales convivieran en la misma ciudad.
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