"As long as you love me" de los Backstreet Boys se reproducía en el i pad mientras resaltaba el párrafo del libro. La letra me recordó inevitablemente mi situación con Clarke y una humedad incómoda se hizo presente en mi vista.
La rubia había llegado para quedarse, y no me refería al campus. Aunque algo había oído sobre la oferta de la universidad para que sacara matrícula y la posibilidad para que ingresase en el equipo de fútbol femenino.
Una gran oportunidad, me continué regañando mentalmente ya que el que la rubia se quedara, no cambiaba ningún hecho importante que me involucrase.
-¡Lexa!.-Octavia parecía algo agitada.-¡Han noqueado al amor de tu vida!
-¿¡Que!? ¿¡Que le ha pasado a Clarke!?.-me levanté rápidamente mientras intentaba meter los libros al bolso.
-Me refería a Costia...-Octavia levantó una ceja, divertida.
-Ah... Digo...¿Que le pasó?.-volví a tomar asiento lentamente y carraspee antes de añadir.-No es el amor de mi vida, Octavia.
-Ya vi que no. Hace unas semanas hubieses estado ya a su lado masajeandole el cráneo.-Observo tomando asiento a mi lado.-Porque hace una semana estarías en las gradas y no aquí, evitando a Clarke.
-No la evito... Simplemente, me tomo mi tiempo para entender que no quiere nada conmigo.-La corregí despegando distraídamente la etiqueta del resaltador.
-Luna me dijo que te llevaste al jardín trasero a una rubia el día de la inauguración y cuando volviste, lucias un suéter lleno de barro y estabas completamente mojada de pies a cabeza.
-Me caí en el lago.- continué despegando la etiqueta y ella me arrebató el marcador de las manos.
-¿Eso tiene algo que ver con la "repentina" aparición de tus cosas extraviadas?-Pregunto taladrándome con la vista.
-Puede...¡Mira la hora! Es tiempo de que vaya a la enfermería a ver si Costia murió. Adiós.
Camino a la enfermería identifiqué a Luna y Raven muy juntas besándose en una de las bancas del patio. Ese par no descansaba o que.
La entrada estaba abarrotada de estudiantes y chicas vestidas deportivamente. Supuse que se trataba de las compañeras de Costia.
Localicé a Nylah dejando entrar a Michel y me recosté en la pared opuesta a la puerta de la enfermería.
-¡Lexa!.-Una sonrisa de blancos dientes y adornada por un diminuto lunar atrajo mi atención y ralentizó mi ritmo cardíaco.-Que gusto verte, lamento lo de Costia.
Es tu culpa, Lexa. Medio instituto sabe que has estado detrás de Costia desde primer año de carrera, cuando te dejó.
-Solo vine por curiosidad.-murmuré con la vista fija en la pared de en frente.
-Últimamente no te he visto en los partidos...¿Todo bien?
-Yo... Necesito algo de tiempo, ya sabes para estudiar y eso.-Mentí rascándome la ceja derecha.
-Lástima, digo, porque me preguntaba si tal vez te gustaría...
Repentinamente Michel salió derecha hacia fuera del edificio como alma que lleva el diablo. Yo estaba aguardando a que Clarke continuara con lo que fuera que estaba diciéndome. Sólo sabia que mi corazón estaba bombeando sangre irregularmente.
-¡Lexa!.-Esa era... ¿Costia?.-¡Lexa te necesito!
Varias personas voltearon a verme con una sonrisa divertida en el rostro y sentí mis mejillas enrojecer.
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La Delincuente Perfecta
RastgeleA los 19 años de edad, Lexa Woods, hija de reconocidos padres en el mundo de la moda, y dueña de sobresalientes en la facultad de Derecho. Se verá envuelta en una escalofriante situación. Y es que la aparición de cierta rubia la hará conocer lo mas...