Te Quiero.

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El marcador aumentó el noveno punto positivo en la pizarra y el público en las gradas emitió gritos y silbidos emocionados al contemplar a la chica rubia que era ovacionada por cuarta vez al marcar el gol a favor de la universidad. Los demás puntajes habían sido anotados por Luna Jones, una chica llamada Ashley y los dos últimos por Costia.

Habia logrado sacar un pequeño espacio libre en la academia, por lo que el tiempo estipulado para estudiar se habia visto un poco afectado. Ya estudiaria para el parcial del martes, ahora era más importante Clarke.

Clarke, Clarke estaba siendo completamente comprensiva en lo que se refería al escaso tiempo que le estaba dedicando a nuestra relación. La culpabilidad y el miedo que sentía a que se agotara su paciencia en cuanto a mi apretada agenda, no se había reducido ni un poco, por más que la rubia negara que iba a cansarse de aquella situación, sabía perfectamente que a Clarke terminaría por agotarsele, lo veia en sus ojos cada vez que cancelaba algun plan a última hora, o cuando llamaban al teléfono cada vez que nos reuníamos en algún lugar.

Ella seguía abrazándome y besándome como siempre y la posibilidad de que aquello cambiara ardía y dolía como nunca. Jamás había experimentado algo igual, todo con Clarke era completamente nuevo e intenso.

Costia nunca logró alterar mi ritmo cardíaco de aquella manera con una sola mirada, ni mucho menos la manada de elefantes en el abdomen cada vez que me besaba. Con Clarke todo era más intenso y profundo, con Clarke era todo mucho más fácil y descomplicado y no estaba dispuesta a perderla, por más apretada que pareciera mi agenda.

Constantemente me planteaba la posibilidad de dejar la academia, estaba dispuesta a dejarlo todo sólo por Clarke Griffin.

-¡Vamos bebé!-Fruncí el ceño ante el escándalo de Raven, apartándome de ella.-¿Que? Quiero que mi osita sepa que su chica la apoya ¿Ok?

-Tu osita puede recibir apoyo sin necesidad de dejarme discapacitado el oído izquierdo.-mencione frotándomelo con el índice.

-¡Tu puedes Jones!-Continuo graznando como una pajarraca sin inmutarse ante mi reciente observación.

Luna llevaba la delantera, realizó un pase muy bien trabajado junto a la chica Ashley y el público convirtió el campus deportivo en gritos y murmullos emocionados al contemplar la escena que se llevaba a cabo.

El equipo deportivo del campus se veía evidentemente entrenado y muy bien formado para aquel partido, las chicas seguían patrones con la pelota, y el saber que todas aquellas mejorías se debían a Clarke, me llenaba sumamente de orgullo.

Clarke estaba haciendo cosas maravillosas, solía recordárselo pero la muy cabezota era tan modesta que no acababa de caer en cuenta y ver cómo había avanzado a nivel personal desde que vagaba por los callejones de la ciudad.

Ashley terminó por pasar el balón a Costia y ésta intentó esquivar a unas cuantas chicas que surcaban su camino a la portería. Cuando estaba a punto de apuntar su tercer gol, una de las chicas realizó una violenta maniobra que terminó por hacerla caer de bruces sobre la hierba.

¡¡¡PEEP!!!

El público abucheo a la chica en cuestión y ésta fue expulsada mediante una tarjeta roja por parte del árbitro. Me levanté rápidamente del asiento al notar que Costia no se hallaba muy bien, parecía inconsciente y un equipo de enfermería comenzaba a examinarla.

-Lexa ¿Que haces?-Octavia me detuvo cuando comencé a bajar hacia el campo.

-Corroborar que siga viva.

-Para eso está el personal de enfermería.

-¿Que pasa Octavia? Sólo voy a cerciorarme de que esté bien.-Fruncí el ceño soltándome de su agarre.

La Delincuente PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora