Una gran mano se poso sobre mi hombro , trató de voltear mi cuerpo pero lamentablemente, no sabía que Clarke era mi nombre, y Griffin mi apellido.
Rápidamente tome su mano halando todo lo fuerte que pude, el factor sorpresa me facilitó el golpearlo en la cara con el codo y arrodillarlo mientras seguía sosteniendo su mano en una fuerte y ágil llave que normalmente utilizaba cuando mis oponentes se presentaban mas grandes y fuertes que yo.
-No lo creo, amigo.-le susurre sujetándolo fuertemente.-Lexa pásame un cable, algo para amarrarlo, rápido.-La chica se había quedado en pausa y nos observaba en estado de shock, perfecto, en el único momento en que la necesitaba de vida o muerte la logro sorprender mientras se shockea.-¡Lexa!
-Si si si mmm, ten.-me paso lo primero que encontró casi sin apartar la vista.
-Pero ¿quien demonios eres tu?.-el hombre fornido intentaba mirarme desde su dolorosa posición y tuve que propinarle una patada en la columna para que se dejase amarrar, estos tipos de hoy en día. Nada de caso eh.
Logré amarrar al imbécil mientras lo dejaba en una esquina del angosto lugar.
-Aquí las preguntas las hago yo, Gru.
-¿Lo conoces?.-se impresiono Lexa.
-Por supuesto que no, pero mírale la pinta, es igualito al de mi villano favorito. Solo le falta el rayo reductor.-No pude evitar reír de aquella broma y ambos me observaron con cara de poker.-Bueno como sea, Que querías hacer en este evento y quien te mando. Habla o lamentablemente voy a tener que...-Después de una gran pausa, saque el "arma" con el que minutos antes, planeaba tomar prestado un vestuario que...
Un momento, Lexa portaba exactamente en ese momento el atuendo que los tipos de "el chacal" ordenaron robar. Se veía muy hermosa en el, debo añadir.
-No diré nada, puedes hacer lo que quieras...-su cara parecía imperturbable. Pero sabia reconocer perfectamente esa imagen, intentaba no titubear para que no supiera que estaba temiendo mucho por su vida.
-Sera mejor que lo dejemos aquí, que la policía se encargue.-Lexa tomo mi brazo e hizo ademan de sacarnos de allí.
-Por supuesto que no voy a dejarlo aquí , ¿te recuerdo que me llamaste delincuente ladrona y maleante? pues que crees. Tenias razón.-Me volví hacia el tipo sentado en la esquina de la habitación y murmure.-Si quieres salir allá tu.
-Ok...-fue su relajante respuesta y salio como alma que lleva el diablo de la habitación...
Increíble.
-Mira idiota, no tengo toda la tarde para que hables así que sera mejor que comiences ahora.-lo tome de la chaqueta apuntando "el arma" en su cabeza.-Conozco perfectamente quien eres. Trabajas para el Ruso.-afinque la punta del arma un poco mas, mientras lo observaba de cerca.
-No trabajo para el.-gruño intentando deshacerse del cable de una de las planchas de cabello que Lexa me había pasado.-Pero eso no es asunto tuyo...
Lo observe unos segundos mas de la cuenta, cuando una irónica risa se colo por mis labios.
-Muy bien, me parece un poco extremo, pero no me dejas mas opción.-comente con fingida lastima, mientras me dirigía hacia la mesa del pequeño camerino.
Lo primero que busque con la mirada fue una pequeña nevera portátil en la esquina de la mesa. Agarre un secador de cabello y unas tijeras.
-Si no es por las buenas... Por las malas serán.
-¿Que, me cortaras el cabello hasta morir?.-Una risa estúpida salio de su garganta y me limite a sonreír con un pelín de lastima tras la mascara.
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La Delincuente Perfecta
RandomA los 19 años de edad, Lexa Woods, hija de reconocidos padres en el mundo de la moda, y dueña de sobresalientes en la facultad de Derecho. Se verá envuelta en una escalofriante situación. Y es que la aparición de cierta rubia la hará conocer lo mas...