Buggy y yo 🖤 (FINALIZADA)

Júbilo

¡Hola nakamas hermosos! 🥰 Gracias por estar aquí, en este nuevo capítulo, espero que les esté gustando leerlo como a mi escribirlo 🖤
Aprovecho para saludar a mi querido amigo y segundo seguidor Emilio 😽
¡Seguimos en esta aventura! si tienen algún comentario o duda, estoy para ustedes 🖤 ¡Los quiero! 🖤

Con cariño
Aline Buggy🏴‍☠️
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Pasé dos semanas en cama y no había notado que Buggy saliera del barco, ni siquiera a comprar víveres. Todas las noches dormía conmigo, entrenaba, hacía sus tareas y volvía conmigo... Según sus propias palabras, no quería alimentar ni la inseguridad que tenía por la llamada de Alvida, ni tampoco quería separarse de mi.

Estuve muy tranquila.

Crocus-san iba diario a verme y luego de esas dos semanas, me dijo que podía volver a mis actividades, pero que, a la primera señal de dolor, lo buscara.

Asentí y me dió de alta.

Volvió a decirme que lo mejor era que se lo dijera a Buggy al menos, pero yo no me sentía lista todavía.

De Alvida no sabía nada, no volvió a llamarme, no se apareció por ahí, no la volvimos a ver en la isla y eso estaba muy bien para mi.

Volví a los entrenamientos, que eran de las pocas cosas que me alejaban de mi preocupación. Comencé a pensar en usar otro tipo de armas y quería seguir fortaleciendo mi haki, entonces le pregunté a Rayleigh-san si me podía seguir entrenando:

-Claro que si cucarachita, y no te preocupes, no afectas al bebé- me contestó sonriendo.

No pude disimular mi cara de sorpresa y en seguida me dijo:

-No me lo dijo Crocus, y no se lo diré a Buggy, no te preocupes- me tocó el hombro- pero si me permites una opinión, deberías decírselo...

-Sé que debería, pero... Tengo miedo...

-La valentía consiste en hacer las cosas a pesar del miedo...

Agaché la cabeza, tenía mucho en que pensar.

Empezamos el entrenamiento y en algún momento, Roger-san salió de su camarote, y de la nada nos gritó:

-¡OIGAAAAN MUCHACHOS! HACE MUCHO QUE NO HACEMOS UNA COMPETENCIA ¿QUE LES PARECE HACERLA HOY?

Todos gritaron de emoción y yo me preocupé, recordando las competencias que se habían hecho antes:

*Competencia de beber cerveza.
*Competencia de golpes en el brazo.
*Competencia de arrastrar el barco nadando.
*Competencia de comer salsa picante.
*Competencia de cachetadas.
*Competencia de cosquillas...

Y la lista seguía y seguía, cada competencia más demente y salvaje que la anterior, y todos participan, todos, hasta yo (Y con orgullo podía decir que he sido campeona invicta de comer salsa picante desde los 9 años).

Alguien gritó:

-¿De que será la competencia hoy capitán?.

-Después de pensarlo, tengo la idea más brillante de todas. ¡Vamos a ver quién aguanta más patadas en el estómago!

Me quedé fría, mi mente se nubló ¿Porqué tenía que ser justo eso?
Alguna otra cosa podía aguantarla o incluso ganarla, pero esto definitivamente le haría daño al bebé.

Mientras intentaba buscar un escape de esta situación, me di cuenta que los únicos que podían ayudarme, que eran Crocus-san y Rayleigh-san, no se encontraban por ahí, los busqué desesperadamente con la mirada y cuando pensaba en huir como mi último recurso, sentí una enorme mano en mi brazo, era Roger-san.