Decisiones

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Abrí mucho los ojos y solo pude preguntar:

-¿Esta... noche?.

-Claro -me dijo muy serio- te voy a llevar a un lugar, pero primero vamos a cenar.

-Está bien.

No quise hacerme ideas extrañas, sobretodo porque no había visto ningún tipo de interés de parte de él, aunque, sin poder evitarlo, me puse un poco nerviosa de nuevo.

Caminamos hacía el gran comedor, donde se encontraban la mayoría de los hermanos Charlotte, aunque la gran pirata no estaba.

Pude ver porque era tan temida: todos sus hijos mayores poseían habilidades de fruta del diablo.

Era increíble ver tanta gente poderosa.

La cena ya estaba servida y parecía que solo esperaban a Katakuri para comer, yo me mantuve de pie, hasta que el mismo Katakuri me dió la indicación de sentarme junto a él. Lo hice y fue cuando noté que Yaya estaba junto a Cracker, reían y platicaban animadamente.

En la mesa se encontraban un montón de postres con ojos y bocas, que cantaban y bailaban, en otras circunstancias me hubiera sorprendido, pero, después de ver tantas cosas en ese reino, solo me asusté cuando vi a uno de los Charlotte comer una de esas cosas.

Nos sirvieron de comer y pude sentir algo extraño, al mirar a mi alrededor con cuidado, pude notar a alguien mirándome fijamente:

Un tipo delgado, muy alto que tenía la lengua de fuera y un sombrero extraño, estaba sentado casi al frente de Yaya.

Decidí no prestar atención pero su mirada, además de penetrante, era insistente, decidí mirarlo y sonreír, nadie debía creer que éramos una amenaza. El tipo solo sonrió pero me dió escalofríos el tipo de mirada que me lanzó con esa sonrisa y para mi sorpresa, habló:

-Oye hermano... ¿Por que nos evitas tanto desde que ella llegó? ¿No quieres que nos acerquemos?

Katakuri, quién no estaba comiendo nada, lo miró y dijo:

-Es mi guardia, no de ustedes.

Toda la mesa guardó silencio y el del sombrero raro dijo:

-Si que es raro que dicidieras tener un guardia..

-¿Algún problema con ello, Perospero?.

Oven, otro de sus hermanos, que comía junto a Perospero dijo:

-Nunca aceptaste guardias antes, supongo que sus servicios contigo van más allá de la protección...

Sentí como un escalofrío me recorría la espalda.

-No Oven, es mi guardia y me acompaña, es su trabajo -dijo muy serio.

Ambos hombres sonrieron y continuaron comiendo.

Entonces Katakuri bajó la voz y me dijo, sin mirarme:

-Ali, en cuanto termines, nos vamos.

-Si. ¿No vas a comer nada?.

-No, yo ya cené, gracias.

Asentí, pero se me hizo muy extraño eso ¿Para que sentarse a la mesa si no iba a comer? Este hombre era raro.

Me apresuré a terminar lo que había en mi plato, lo levanté y le dije:

-Listo, si quieres vámonos.

Nos despedimos, me acerqué a donde estaba Brulee y le toqué el hombro para darle un pequeño adiós con la mano, ella hizo lo mismo y me fui con Katakuri.

Buggy y yo 🖤 (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora