Capítulo 4.4.

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Antes de que pudiera tomar a Taylor de la mano para poder llevarlo con Sharon, lo vi alejándose a toda velocidad para abrazar a Sharon por atrás y besarle el pelo. Sonreí ante su acción y salí con Mary y Page.
—Ese chico es muy lindo—dijo Mary mirando al baterista.
—¿Verdad que sí?—dije sonriendo—. ¡Es muy guapo!
—Háblale—me codeó Page.
Negué con la cabeza.
—Mejor Mary, a ella también le gustó.
—Vale, vamos las tres—dijo, mirándonos a Page y a mí. Sonreímos y caminamos confiadas hacia aquel chico que cargaba uno de los amplificadores. Cuando estábamos por llegar hasta él, Page me empujó y se echó a correr junto con Mary, dejándome sola con el baterista lindo. Las fulminé con la mirada cuando voltearon a verme un par de metros alejadas de mí. Ellas rieron y me echaron porras para ir a preguntarle su nombre. Volteé para todos lados percatándome de que Taylor no estuviera cerca y no interviniera en mi maravilloso plan. Sonreí al no verlo en el radar y entonces, comencé a acercarme hacia la entrada del auditorio con cautela. Salió el chico guitarrista y seguido el hombre al que estaba buscando. Se paró en seco cuando me tuvo de frente y yo le sonreí recargándome en la esquina de la puerta.
—Ah, hola—le dije sonriendo.
—Hola—masculló el chico mirándome directamente a los ojos y sonriéndome.
—Oh, disculpa, ¿cómo te llamas?—pregunté con la sonrisita más amable que tenía.
El chico sonrió de oreja a oreja y se sonrojó mucho.
—Me llamo Darnell.
—¡Bien! ¡Gracias!
Estaba por irme pero él me detuvo.
—¿Tú cómo te llamas?
Traté de no sonrojarme.
—Soy Valerie.
Le dije adiós con la mano y me fui corriendo hacia mis amigas.
—¡Lo hiciste!—dijo Mary.
—¡Lo hice!—dije.
—¡Se puso rojísimo, Dios!—dijo Page y me codeó.
Yo sólo empecé a reír.
—Eso me alegra—dije.
—Pero, tiene novia—dijo Page señalándome que mirara hacia atrás. Darnell platicaba con Sofi, una compañera de tercero a la que le hablaba muy poquito. Él la tomó de las manos y entonces ella gritó y se aferró a su cuello para besarlo en los labios. Fruncí el ceño y me giré hacía ellas.
—Plan cancelado—dije riendo.
Las rodeé y me dirigí al campus para buscar a Taylor. Corrí por el pasillo de la planta baja, y entonces me encontré con Mark.
—¡Vali!—me dijo y cogió mi brazo.
—¿Qué?—dije tajante.
Mark se quedó en silencio y entonces me entregó un ramo de rosas en verdad enorme.
Mi mandíbula cayó al suelo al verlas. Subí temblorosamente mis manos hacia sus tallos verdosos envueltos en un plástico lleno de corazoncitos. El papel crujió al contacto con mis manos y Mark lo soltó cuando estuvo seguro de que yo ya las tenía aseguradas.
—Mark...
—No digas nada—me dijo—. Valerie, en verdad siento todo lo que te hice, sé que cometí un error al formar parte de esa broma, porque no fui yo, no fue Reny, no fue Joan, fuimos todos y en verdad nos comportamos como unos imbéciles—me miró—. Bueno, dejaré que ellos se disculpen luego, pero en verdad, en verdad perdóname. Lo siento tanto. Estos meses han sido un tormento para mí, nunca me había sentido tan triste y enojado como cuando tú dejaste de hablarme. Al principio pensé que no me importaría pero me equivoqué. Por eso en verdad lo siento, Vali, y si no quieres hablarme está bien, al menos sólo espero que me perdones y tal vez, algún día puedas volver a hablarme.
Vi a Mark y noté que me lanzaba miraditas furtivas. Sonreí y lo besé en su fría y roja mejilla. Lo abracé. —Mark... estamos bien.
Entonces él estrechó mi cintura con sus brazos, casi elevándome.
—Me alegra que estemos bien—me besó la mejilla.
—Avísale a Taylor, para que no intente matarme cada que me vea cerca de ti.
Me reí.
—Lo haré.
Cuando me volteé para reanudar mi búsqueda para encontrar a Taylor, alguien chocó conmigo aplastando algunas de mis rosas.
—¡Hey!—empujé a la persona, advirtiéndole que no se metiera con mis flores.
Darnell levantó las manos en símbolo de inocencia.
—Perdón, ya me iba—dio un paso, pero retrocedió dos—. Disculpa, ¿tú eres la que me preguntó mi nombre, no?—sonrió—. ¿Valerie?
Sonreí.
—Valerie.
Darnell vio mis flores y me dedicó una sonrisa.
—Feliz San Valentín.
—Igual para ti, amigo.
Él me sonrió y se fue. Me giré para ver a Mark, que observaba con mirada asesina a Darnell, después, me fulminó con la mirada a mí.
Era yo, ¿o Mark estaba celoso?

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