Capítulo 7: Problemas, problemas y más problemas.

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Les soplé a todas las velas del pastel y mi familia, mi adorable familia me aplaudió. Mi nuevo perrito me iba a robar mi pastel pero lo alejé de inmediato.
-Como dicen "Todo se parece a su dueño"-dijo Lina y Taylor y yo la fulminamos con la mirada.
-Felices diecisiete-me dijo Taylor después de que toda mi familia me felicitara y comenzara a partir el pastel.
-Gracias-le sonreí.
-El perrito también te felicita-dijo sosteniendo al cachorro que gemía a lado de la cabeza de Taylor.
Me reí.
-Ayer te hablaron para que lo recogieras, ¿verdad?
-¿Cómo supiste?-dijo ceñudo, bajando al perrito.
-Papá-dije y sonreí.
-¿Cómo le pondrás?-me dijo con las manos en sus bolsillos, mirando cómo el cachorrito jugaba con mis pantuflas de oso.
-No sé. ¿Qué piensas?
Él se quedó pensativo, mirando al techo blanco.
-Se llamará Vailer.
-¿En serio?-reí.
Él asintió con la cabeza.
-Una pequeña combinación de Taylor y Valerie.
Lancé una risita.
-Será Vailer, pues.

Los ojos de Taylor viajaban justo detrás de la cabecita de Vailer, viéndolo correr y perseguir palomas por todo el campus, yo me puse la mochila sobre los hombros y apreté los labios, me acerqué un poco a Taylor pero él seguía con la mirada clavada en el perro.
-¿Taylor?
No contestó. ¡Oh, vamos!
-Mamá pollo, tengo que irme, que tenga un buen día-dije irónica y giré sobre mis talones para marcharme.
Taylor me jaló de la mochila y me hizo dar media vuelta para poder verlo a la cara.
-No soy mamá pollo-dijo ceñudo.
-Pareces-concluí y miré a Vailer que estaba con la mirada atenta a una paloma que picoteaba el pasto; Vailer se puso en posición: con las patas delanteras descansando en el césped, las patas traseras levantadas al igual que su trasero y la cola enroscada que le llegaba hasta el lomo. Cuando saltó hacia la paloma, ésta se echó a volar y él sólo se quedó con aire entre las patas.
Lancé una risa ridícula.
-Vamos-jalé del dobladillo del saco a Taylor-. Tengo que irme.
-No deberías irte-negó con la cabeza y me quitó la mochila de los hombros para colgársela él.
-Es mi cumpleaños, lo sé, pero eso no me excusa-torcí la boca.
Mi primo sonrió.
-Nos veremos en la noche pues.
Me giré para quedar frente a frente con él, abrí la boca para decir algo pero alguien me tomó por las caderas, me levantó mientras me daba media vuelta, me dio vueltas y me plantó un beso en la boca que resonó en todo el campus.
Era Mark.
-Hola-me dijo, mientras me soltaba la cintura.
-Hola-le dije y acuné su rostro para darle un beso rápido.
Cuando me giré para ver a Taylor no supe identificar su expresión, no tenía sentido, simplemente. Vailer comenzó a darle pataditas en la parte trasera de las rodillas pero mi primo lo ignoró por completo.
-Mark-dijo con voz ronca.
Mark sonrió y levantó la barbilla, en gesto de corresponderle el saludo.
-Valerie, ¿podemos hablar un segundo, por favor? Tengo que decirte algo sobre Polly-dijo con voz rasposa y señaló con su dedo detrás de él para que lo pudiera seguir.
Sonreí a Mark y seguí a mi primo junto con Vailer, que movía sus patitas a toda velocidad para seguirme el paso.
-¿Qué pasa?-dije como si nada, tratando de ignorar su gesto de enojo. Sabía que se había enojado por lo del beso de Mark ya que no le había dicho nada.
Taylor me fulminó con la mirada.
-Valerie... ¡Por el amor de Dios!-gritó, lanzando los brazos al aire.
-¿Qué te pasa?-chillé.
-¿Que qué me pasa?-me miró con los ojos como platos-. Pasa...-Se calló y lanzó una risita nerviosa-. Esto es increíble, ¿sabes?, como te he dicho mil veces, eres mi mejor amiga y te apoyaré en todo porque te quiero muchísimo pero te estás metiendo en la boca del lobo... ¡En una muy buena bronca mucho más grande que tu culo!
-No es eso...-empecé, pero él me interrumpió.
-¡Es eso! Te lo advertí, Valerie, todos te lo advirtieron... ¡Jesús, tú eres muy terca!
Fruncí el ceño.
-Si es por los celos...
-No es por los pinches celos-siseó con enojo-. ¡Es porque llego contigo el día de tu cumpleaños y este imbécil llega, te carga y te besa frente a mí!-dijo exaltado-. En serio, piensa Margaret, ¿así crees que te dejarán en paz con los insultos en Ask* y en persona? ¡Porque...!
-¡¿Por qué creerán que soy zorra?!-grité enojada-. ¡No es mi bronca, Taylor!
-¡Sí que lo es!-chilló.
-¡El que todos me sigan para saber de mi vida con los chicos no es mi bronca, yo no ando zorreando a cualquiera como las de tu universidad!
Taylor me fulminó con la mirada. ¡Oh, se enojó! De repente, de acercó peligrosamente a mí y me tomó por los brazos.
-¿En serio? ¿Aceptaste como novio al cabrón que hace unos meses te hizo llorar por su estúpida broma con sus amigos?
Lo miré con enojo.
-Sí. ¿Tienes algún problema con eso?
-No quiero problemas contigo, Valerie, así que piénsatelo bien-dio media vuelta y se dirigió a Betty.
-Vete al carajo, Taylor-gruñí lo suficientemente alto como para que me escuchara.
Él se detuvo en seco y se giró, sólo por un momento.
-Al menos piensa un poco en la mierda que te dijo Anthony sobre Mark. En serio no creí que fueras tan estúpida-apretó los labios y se marchó junto con Vailer.
Caminé arrastrando los pies. Mark pasó un brazo por mis hombros y besó mi pelo.
-Lamentó haberte echo pasar un mal momento con Taylor.
-Es un tarado-dije como si nada.
-Lo siento.
-¡No, no lo sientas, Mark!-lo miré-. ¡Él tuvo la culpa, no nosotros!
Mark me miró y besó mis labios, lo que provocó que me tranquilizara.
-No pasa nada, nena.
-¡Eh!-dijo una voz femenina y los dos giramos al mismo tiempo.
Era la idiota de Jessica.
-¿Así que ya están juntos? ¡Qué ternura!-sonrió, llevándose una mano al pecho, en el lado del corazón. Me miró-. Y luego, ¿tú no quieres que te anden llamando zorra por Ask?-rio un poco-. Éste es el chisme que está corriendo por toda la escuela, Vali. Tú y Mark juntos, menuda pareja.
-Vete a la mierda, Jessica-gruñó Mark y ella se fue, zarandeando sus caderas y sonriendo con victoria.
Sentí un hueco en el corazón, eso me hizo sentir mal. Mark me apapachó más fuerte.
-No te sientas mal, Vali.
-Menudo cumpleaños-dije y torcí la boca.

Nota: "Ask" es una red social en la que se pueden hacer preguntas anónimas o no, a una persona en específico, prestándose muchas veces a insultos anónimos.

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365 días [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora