SEGUNDA PARTE.

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2 Años antes...

Hua Cheng era un Alfa que se había hecho un nombre desde muy temprana edad.

Era conocido como Lluvia Carmesí.

Se decía que era alguien despiadado, que no dudaría en hacerle daño a cualquiera que se atrevía a cruzarse en su camino. Si te metías con él, nadie tendría la suerte de su lado.

A paso lento caminaba entre las mesas de aquel restaurante al cual lo habían convocado.

Ese día había recibido una llamada en el cual le ofrecían un interesante trabajo.

No era como si aquel dinero que recibiría le hiciera la diferencia.

La casa de apuestas, conocida como La Guardia del Apostador, estaba asiendo un éxito desde que se había corrido la voz de que el gran señor dueño de la misma, era alguien casi imposible de vencer.

Y que aquellos que tenían las agallas para retarlo, terminaban teniendo humillaciones inimaginables.

Así que realmente, Hua Cheng solo había aceptado porque estaba aburrido.

-Lluvia Carmesí -dijo un hombre que estaba sentado en una de las mesas más retiradas en el fondo del lugar.

Hua Cheng frunció el ceño disgustado, aquel hombre era sin duda alguna un Alfa y lo hacía notar liberando su aroma.

Era simplemente asqueroso.

Trataba de marcar su territorio, tal vez trataba de verse intimidante ante Lluvia Carmesí.

Hua Cheng sonrió de lado, sabía cómo tratar con tipos como él.

-¿Dónde está tu jefe? -preguntó luego de un momento dejándose caer despreocupadamente en el sofá que estaba frente a él.

El color rojo se apoderó del rostro del hombre, lo había logrado. Ahora estaba enfadado.

-¡Yo soy el jefe! -gritó molesto señalándose a si mismo.

El grito se escuchó a través de la música ambiental del restaurante ganando la atención y las miradas de los clientes que estaban en el lugar.

-Sí no quieres que dentro de unos minutos hayan patrullas de policías afuera será mejor que mantengas la voz baja -suspiró Hua Cheng- No tengo problemas por mi parte pero probablemente a tu verdadero jefe si le moleste

El otro Alfa gruño.

Sabía los rumores que existían alrededor de Lluvia Carmesí.

Un Alfa inquebrantable que parecía ser que nada o nadie le importase.

Tal vez, sólo tal vez ese día aún no había llegado.

El hombre chasqueó los dedos y uno de sus acompañantes tiró sobre la mesa una carpeta hacía la dirección de Hua Cheng.

Pero antes de siquiera tener la oportunidad de decir algo el sonido de su celular interrumpió.

El Alfa desvió la mirada de la de Hua Cheng, en la cual podía leerse claramente "Ves como si existe alguien superior a tí".

-¿Sí, señor? -la voz del Alfa salió molesta- Claro que sí, yo me encargaré, pero señor... Lo entiendo

Luego de unos momentos aquel Alfa extendió el teléfono hacía Hua Cheng.

Lluvia Carmesí lo tomó y sin decir nada lo colocó contra su oreja pero sin necesidad de decir algo, la persona del otro lado de la línea sabía que lo estaba escuchando ya que continuó hablando.

Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora