Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)

Parte1

Cuando Xie Lian despertó, de dió cuenta de que todo lo que había ocurrido no se trataba de un sueño.

Parpadeó tratando de acostumbrarse a la luz que entraba desde algún lugar de dónde se encontraba.

Lentamente trató de incorporarse, pero un molesto dolor en todo su cuerpo le impidió hacerlo apropiadamente.

Su mirada recorrió el lugar, se encontraba en una habitación que parecía ser demasiado costosa. Todos y cada uno de los rincones estaban pulcros y decorados elegantemente.

Xie Lian negó rápidamente, no tenía tiempo para quedarse ahí.

Debía encontrar a Qi Rong antes de que ellos lo hicieran, ya que dado su estado él había tenido que molestarlos demasiado.

Sólo deseaba que fuera demasiado tarde y el primero en encontrar a su primo fuera él.

Unos toques se escucharon en la puerta haciendo que un escalofrío recorriera la espalda de Xie Lian.

Ni siquiera notó cuando sus  manos se aferraron a la sábana.

Pero luego se relajó cuando una chica entró a la habitación.

Sostenía una bandeja con unos cuantas cosas que Xie Lian no pudo distinguir con facilidad.

Aún se sorprendía de lo grande que era el lugar, parecía ser hasta más grande que el apartamento en el que él vivía.

La chica se acercó lentamente hasta dónde se encontraba dejando la bandeja a su lado en la mesita de noche.

-A nuestro señor le alegrará saber que ha despertado

La mirada de Xie Lian se desvió en la dirección que escuchó aquella voz.

Un chico joven estaba observando desde el marco de la puerta.

Su rostro estaba serio con una expresión aburrida en ella.

Al Omega le pareció conocida aquella voz, y su mente le hizo recordar que se trataba del mismo hombre que usaba una máscara de demonio ayer.

-¿Dónde estoy? -preguntó Xie Lian sintiendo su voz un tanto cansada.

El hombre le dedicó una leve sonrisa desinteresado.

-No debe preocuparse por eso -le dijo- Por el momento será mejor tratar sus golpes, ella es Jin Shui y mientras se encuentre aquí ella será la encargada de su cuidado

El Omega regresó su mirada a la chica, quién le dedicó una amable sonrisa antes de extenderle un vaso con agua y unas pequeñas píldoras.

Xie Lian no había sentido ningún aroma de ninguno de ellos dos. Así que probablemente eran Betas.

-Yo no... -dijo el Omega dudando.

-No se preocupe -volvió a comentar el hombre- No es nada peligroso, nadie le hará más daño

Xie Lian sonrió, aunque le aseguró de que aquella medicina era totalmente innecesaria.

Aquel chico no siguió insistiendo más con ello, simplemente se quedó al margen observando detenidamente como Jin Shui atendía las heridas visibles del Omega.

-Nuestro señor ha dado la orden de que puede disponer de todo lo que desee de aquí -murmuró- Él no cuestionará nada

-Entonces,¿Eso significa que puedo volver a casa? -dijo Xie Lian

-Eso será disposición de nuestro señor -contestó- Recibirá noticias

Xie Lian suspiró.

Si aquel hombre lo había dejado vivir no debía ser tan malo, o tal vez solo había tenido suerte