Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)

Parte18

Hua Cheng ahuecó las mejillas de Xie Lian para poder profundizar el beso.

Y el Omega no hizo nada para impedirlo.

Aquello se sentía tan bien.

Tal vez porque ya conocía los sentimientos de San Lang con él.

Realmente quería que todo hubiera sido diferente pero como le había dicho Lluvia Carmesí, el también quería permanecer a su lado.

No quería seguir pensando en todo lo que había ocurrido, solamente quería quedarse así. Junto a Hua Cheng.

Su tarea había sido acabar con aquel Alfa que en esos momentos besaba, o al menos seducirlo lo suficiente para que él mismo lo considerará un punto débil y así dejarlo completamente expuesto a Jun Wu.

Pero sin quererlo sus sentimientos de habían interferido y ya no podía hacerlo.

Ahora sólo deseaba protegerlo.

Un suspiro se escapó de los labios del Omega cuando los besos de el Alfa se habían trasladado hacía su cuello.

No quería alejarse de sus brazos nunca más.

-El aroma de Gege es delicioso -susurró Hua Cheng sobre su piel causándole escalofríos- Me gustaría poder asegurarme de que nadie colocará un dedo sobre tí denuevo

Xie Lian parpadeó mientras se alejaba lo suficiente para poder observarlo fijamente.

Claro que existía una manera, y en ese momento lo deseaba enormemente.

Xie Lian tomó la mano de Hua Cheng, suavemente la trasladó hacía la parte trasera de su cuello. Ahí dónde el aroma era más intenso.

Si San Lang lo marcaba las feromonas de Jun Wu o de cualquier Alfa ya no tendrían efecto sobre él.

Y podría protegerlo aún más.

Hua Cheng alzó una ceja comprendiendo que era lo que el Omega quería decir aún sin pronunciar ninguna palabra.

-San Lang -susurró el Omega luego de unos cuantos segundos de silencio- ¿Podrías...?

-¿Qué es exactamente lo que quieres Gege?

Lluvia Carmesí ya lo había comprendido pero necesitaba escucharlo de sus labios.

Le estaba otorgando la última oportunidad de arrepentirse.

Estaría loco si no reaccionará ante esa propuesta incompleta, él podría despiadado en otros aspectos, pero aquel Omega en sus brazos, de alguna manera se había convertido en lo más preciado para él.

Las mejillas de Xie Lian se tornaron violentamente rojizas.

¿Acaso quería que pasará vergüenza?

-Quiero que San Lang esté a mi lado siempre -susurró ganando un poco más de confianza.

-Desde ahora siempre lo estaré -dijo dejando otro pequeño beso en su cuello.

-Quiero que San Lang sea mi Alfa -suspiró.

-Siempre lo he sido

Xie Lian frunció el ceño molesto, sin poder creerlo.

Tomó las mejillas de Hua Cheng en sus manos obligando a mirarlo, armandose de valor le dijo.

-Quiero que San Lang me marqué

Una sonrisa ladina se extendió en los labios de Hua Cheng y antes de que Xie Lian pudiera arrepentirse de lo que había dicho lo cargó para poder llevarlo a la habitación.