Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)

Extra4

Xie Lian sonrió mientras pasaba sus manos sobre su pequeño vientre.

Estaba encantado ver como cada día su pequeño cachorro crecía dentro de él.

A duras pena era una pequeña elevación, pero era demasiado notoria.

El Omega se sentía muy feliz, pero aún así no podía dejar de pensar si de ese modo hubiera sido su primer embarazo.

Y sin quererlo siempre se sentía triste.

-Debo olvidar olvidarlo por tu bien, ¿Cierto? -susurró a su bebé acariciando suavemente su estómago.

Aquel acontecimiento siempre sería parte de él, y sabía que a pesar de sus esfuerzos por tratar de olvidarlo de igual manera estaría presente.

Pero, Xie Lian también sabía que era hora de mirar hacía el futuro. Uno dónde solo fueran Hua Cheng, él y su bebé siendo felices.

Y si deseaba hacerlo solo debía hacer algo para poder cerrar todo y avanzar.

El sonido de su celular lo sacó de sus pensamientos, observando el nombre de Feng Xin en la pantalla procedió a responder.

El Alfa soltó un profundo suspiro del otro lado de la línea, antes de hablar.

-Ya esta hecho -dijo Feng Xin con un tono inseguro- Se encuentra en la estación del centro

-Muchas gracias por ayudarme Feng Xin -respondió el Omega- Sé que ya no te encuentras vinculado al departamento de policias y parte es culpa mía, así que lo agradezco

-Ya no seré parte de esa maldita organización pero aún tengo contactos -continuó- Solo debes ser ciudadoso, Xie Lian recuerda que estás embarazado y...

-Lo hago precisamente por esa razón -sonrió Xie Lian.

-Bien -accedió Feng Xin- Te esperaré ahí, no tardes

-Feng Xin, espera -dijo Xie Lian antes de su amigo terminará la llamada- Ya has hecho tanto por mí, pero en esta ocasión necesito hacer esto solo... Por favor

Feng Xin soltó una suave risa.

-Eres un tonto,  ¿Lo sabias?

Y si  agregar nada más cortó la llamada.

Xie Lian suspiró abrazándose a si mismo cuando la suave brisa fría proveniente del océano le acarició la piel.

El amanecer en la cabaña era su parte favorita. Amaba estar entre el bullicio y el descontrol de La Ciudad Fantasma.

Pero la calma y tranquilidad que su hogar cerca del océano le otorgaba era muy especial.

Estaba tan perdido en sus pensamientos, que no notó cuando dos brazos se abrazaron a su cintura.

Xie Lian dió un pequeño respingo asustado.

-San Lang -dijo volteando para verlo con el ceño levemente fruncido- No hagas eso

El Alfa soltó una leve risa antes de atraerlo nuevamente hacia él y dejar un suave beso sobre su frente

-Buenos días Gege -susurro Hua Cheng mientras se alejaba un poco para poder observarlo mejor.

Y es que el Alfa se encontraba maravillado al poder presenciar como su pequeño cachorro crecía cada día.

Sin mencionar lo lindo que hacía lucir a su Omega, aquel aroma que ahora poseía era totalmente delicioso.

Era simplemente lo más hermoso que había visto en su vida.

La actitud sobreprotectora de Alfa, también habían comenzado a aparecer.