Cuando Xie Lian es secuestrado dónde menos piensa que será llevado es a la mansión de uno de los más poderosos Alfas del mundo de la mafia, Hua Cheng.
Ahora cumpliendo con una deuda que le será impuesta, comenzará a vivir junto a él, en un mundo dó...
Xie Lian sonrió mientras miraba su reflejo en el espejo.
Una de sus manos acarició suavemente la pequeña elevación que ya era un poco notoria entre sus ropas.
No podía describir aquella sensación que crecía en su pecho cada vez que lo observaba.
Pero de igual manera sentía que algo no estaba bien.
Ya que sin quererlo la nostalgia y tristeza lo invadían, haciéndole recordar lo que había pasado para llegar hasta ese momento.
El recuerdo de su primer cachorro siempre estaría presente, escondiéndose entre sus recuerdos.
Recuerdos que Jun Wu se había atrevido a arrebatarle.
Parpadeó apartando las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos cuando sintió una manos colocarse sobre su vientre, acariciándolo con adoración.
-¿Qué ocurre Gege? -susurró Hua Cheng dejando un beso sobre su mejilla- ¿Porque tu aroma es triste?
-No es nada -le sonrió tiernamente- Solo que no puedo dejar de pensar, en como sería si nuestro…
No continuó porque sabía que Hua Cheng comprendía sin necesidad de palabras lo que quería decir.
-Sabes Gege, eso es algo que muchas veces me pregunto de igual manera -confesó el Alfa, observándolo a través del espejo- Pero no cambiaría nada, ¿Sabes? Sé que sonará un poco mal, pero de no ser por todos esos malos momentos no podríamos estar aquí juntos… Con ellos
Xie Lian sonrió, colocando sus manos sobre las de su Alfa.
-Lo sé -asintió el Omega, sintiendo la calidez que su amado le otorgaba.
-Ya quiero conocerlos -dijo el Alfa arrodillándose a la altura del vientre del Omega dejando un beso- Quiero que sean como mi Gege
-¿Porqué? -murmuró Xie Lian arrugando su nariz.
-Quiero que sean buenas personas como tú -le sonrió- Amables, cariñosas y que siempre estén dispuestas a luchar por lo que es correcto
Xie Lian suspiró. Cada día que pasaba amaba más a Hua Cheng.
Si aquello fuese posible.
-Te amo San Lang -le dedicó una sonrisa.
-Yo los amo más -susurró incorporándose para dejar un beso sobre sus labios- Cada uno de ustedes son mi vida
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-Cuando podremos pasar -dijo Shi Qing Xuan mientras se mordía las uñas de su mano derecha- Ni siquiera son mis cachorros y estoy demasiado nervioso, ¿Cómo es posible que no estés nervioso Alteza?
Xie Lian sonrió mientras negaba con su cabeza.
Estaba demasiado nervioso, pero aquello no ayudaría a que el tiempo avanzará más rápido.
