Parte33

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La espalda de Xie Lian se encontró contra la fría superficie de la pared cuando Hua Cheng lo acorraló contra ella.

Un suave suspiro salió de sus labios que eran atacados cruelmente por el Alfa.

Había pasado un tiempo desde la última vez que habían estado así de cerca.

Aunque su Omega interior lloraba al no reconocer a Lluvia Carmesí como su Alfa, Xie Lian se aferraba a él ignorando completamente aquella sensación.

El aroma a flores era demasiado intenso, que comenzaba a aturdirlo.

Pero eso lo correcto.

Sabía que era lo correcto...

¿Cómo siquiera pudo pensar en alejarse de él?

-Gege -jadeó Hua Cheng cerca de sus labios mientras el Omega aprovechaba ese momento para tomarlo de sus mejillas y profundizar el beso.

-San Lang -susurró el Omega- Lo lamento

Hua Cheng sonrió levemente acariciando sus mejillas.

-Todo está bien ahora Gege, estás junto a mí- El Alfa se inclinó dejando un suave beso sobre su frente-Me estaba volviendo loco

Xie Lian no dijo nada más que solamente lo abrazo fuertemente.

Si definitivamente estar entre sus brazos era lo correcto. 

-Ya no llores más Alteza -susurró Lluvia Carmesí.

Xie Lian sonrió suavemente recordando el ridículo apodo de Shi Qing Xuan, y que al escucharlo también le gustó a Hua Cheng.
Aunque rara vez lo usará.

-¿Porque San Lang sigue siendo tan bueno conmigo? -lo miro- No lo merezco, yo solamente te he hecho sufrir, yo soy una buen persona... yo...

-Yo tampoco -interrumpió Hua Cheng- Soy esa clase de persona Gege, yo hice muchas cosas para que egoístamente permanecieras a mi lado

Xie Lian parpadeó sorprendido.

No lo creía antes sus ojos aquel Alfa, era la mejor persona que había conocido.

Se había arriesgado tantas veces para poder ayudarlo, aún cuando no se conocían del todo  bien.

Había permanecido a su lado, aún cuando supo que su misión era mantenerlo vigilado para uno de sus enemigos.

Los labios de Hua Cheng volvieron a atacarlo.

Pero está vez sin prisa, suavemente. Queriendo disfrutar del momento. Como si quería atesorar cada segundo que pasaba a su lado.

Como si fuese una despedida...

-San Lang -susurró el Omega cuando los besos del Alfa bajaron a su cuello y sus manos comenzaban a colarse entre su ropa tocando suavemente su piel. 

El silencio de la habitación, fue solamente interrumpido por los suaves suspiros y jadeos que el Omega dejaba escapar gracias a las caricias que Lluvia Carmesí provocaba mientras comenzaban a enredarse entre las sábanas de la cómoda cama.

-Espera -jadeó Xie Lian cuando Hua Cheng comenzaba a deshacerse de su camisa.

-¿Qué ocurre? -preguntó susurrando el Alfa  dejando un beso sobre el lóbulo.

-No lo hagas -le dijo colocando ambas manos sobre su pecho, tratando de alejarlo un poco suavemente.

Hua Cheng se separó inmediatamente con el ceño levemente fruncido. Pero a pesar de ello, no parecía molesto sino más bien confundido.

Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora