Parte16

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Xie Lian seguía de cerca a He Xuan en los pasillos traseros de la casa de apuestas de Jun Wu para poder salir sin ser vistos.

Observó como Shi Qing Xuan aún seguía inconsciente sobre la espalda de aquel Alfa que había llegado a rescatarlos.

Y un sentimiento de culpa volvió a crecer en él.

Aquello realmente se le había salido de sus manos.

-No te preocupes -escuchó la voz profunda de He Xuan- A pesar de como luce, sus heridas no sin graves, se desmayó por la perdida de sangre

Xie Lian asintió antes de preguntar.

-¿Qué... Qué fue lo que Jun Wu le hizo?

Está vez He Xuan lo observó de reojo, pero aún así no se detuvo.

-No conozco los detalles -dijo- Yo sólo llevaba unas horas aquí, pero escuché hablar a algunos de los otros guardias que ese estúpido Alfa planeaba hacerle algo peor, tuvo suerte de que vinieras por él

-Por favor no le digas nada a San Lang -musitó Xie Lian bajando la mirada- Yo mismo se lo diré

-Cómo quieras -finalizó He Xuan.

Luego de doblar un pasillo más, pudieron encontrar la puerta de salida.

El Omega no había notado cuántas vías de escape tenía aquel edificio, parecía ser que Jun Wu tenía todo fríamente calculado. Por razones como aquella era que la policía no había podido capturar a la Calamidad de Blanco.

Y mucho menos tomar en cuenta a Jun Wu como sospechoso, siempre tuvo la forma de como burlarlos.

Era increíble que en pocas horas desde que Lluvia Carmesí había contactado a Agua Negra tuviera tiempo de aprenderse todos los pasillos de aquel lugar.

El frío viento de la noche los golpeó. Haciendo que Xie Lian se preguntará internamente que hora era exactamente.

Un par de autos los esperaban al final del callejón que daba al otro extremo de la calle, pasando desapercibidos para los guardias que seguramente estaban en la entrada de la casa de apuestas.

El Omega caminó lentamente hasta el vehículo junto con He Xuan.

Pero antes de llegar, la puerta de uno de los autos fue abierta dejando ver una silueta vestida de rojo.

Xie Lian soltó una profunda respiración y haciendo caso de su instinto, caminó rápidamente para envolver los brazos alrededor de la cintura de Hua Cheng.

El Alfa correspondió a su abrazo un poco sorprendido.

-Me alegro que Gege este a salvó -susurró junto a su oído.

Lluvia Carmesí alzó la mirada para encontrarse con la de Agua Negra, solamente asintió para luego indicarle que subiera al otro auto.

-Vamos a casa Gege -le dijo San Lang dedicándole una sonrisa.

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Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora