Extra6

1.5K 200 28
                                    

Hua Cheng caminaba por los pasillos de la Mansión Paraíso. 

Paso una mano por su cabello tratando en vano de quitar un poco del cansancio que sentía.

El bullicio y la alegría de la Ciudad Fantasma se mezclaba con la noche. 

El Alfa sonrió levemente. 

En esas semanas todo había sido una locura, a pesar de que para muchos Lluvia Carmesí había desaparecido.

Aún debía encargarse de hacer saber que Carmesí seguía dominando la tierra.

Pero en su interior sabía muy bien cual era su deseo más grande.

Solamente anhelaba estar con Xie Lian y sus pequeños cachorros.

Una sonrisa se extendió en su rostro en solo pensar en ellos.

Pero la misma desapareció cuando a su nariz llegó un aroma que no le agrado. 

El dulce aroma de Xie Lian mezclado con tristeza y una creciente preocupación.

Rápidamente se encaminó hasta la habitación, que era el lugar de dónde provenía ese aroma.

-¿¡Gege!? -dijo Hua Cheng, cuando entró al lugar. Sin obtener respuesta.

El sonido de cosas rompiéndose lo alarmo aún más. Sus ojos viajaron a la puerta del cuarto de baño, y apresuró su paso hasta llegar ahí.

El Alfa se asomó por la puerta encontrando al Omega recostado a un lado de la pared, sus ojos estaban llenos de lagrimas mientras una mano sostenía su vientre un poco ya crecido. 

-San Lang -Xie Lian murmuró con una voz lastimera, que alertó al Alfa una vez sus ojos se tomaron a los contrarios.

-Gege , ¿Qué haces aquí? -preguntó el Alfa con el ceño fruncido- ¿Qué ocurre? ¿Te sientes mal? 

El Omega se abalanzó a sus brazos mientras silenciosas lágrimas caían por sus mejillas.

Lluvia Carmesí odiaba el olor que su amado estaba transmitiendo, él mismo comenzó a expulsar un suave rastro de flores para tranquilizarlo. 

-Yo no lo sé -susurró el Omega- San Lang tengo miedo 

Hua Cheng frunció el ceño, dejando un suave beso sobre su frente, antes de cargarlo entre sus brazos, y llevarlo a la habitación.

-Dime, ¿Gege que ocurre exactamente? -preguntó el Alfa tratando de mantener la calma aunque en su interior las alarmas de protección se habían activado en su totalidad.

-Yo... No sé -negó con la mirada abajo-  Pero no me siento muy bien, ¿Tal vez algo esta mal con ellos? 

Hua Cheng sonrió levemente tratando de no alterarlo más, alzó su mano para poder borrar el rastro el lágrimas de mis mejillas. 

-No creo que haya algo mal con ellos Gege -susurró dejando otro suave beso en su frente- Porque si fuese así estaríamos sintiendo su dolor  

La mano del Alfa se posó sobre el crecido vientre de su Omega, acariciando suavemente. 

Xie Lian asintió sabía que gracias al vínculo que compartían con Hua Cheng.

Ambos podían sentir una conexión que les permitía sentir las emociones de su pareja. 

Y aquella conexión se habían vuelto más especial ya que cuando una Omega se embarazaba de la persona con quién estaba enlazada, ambos podían sentir las emociones de sus propios cachorros.

Sabía que San Lang una razón y había algo mal con ellos, ambos lo sabrían de inmediato.

-Pero... -susurró el Omega bajando la mirada- Que le parece a Gege si vamos al hospital así puede estar más tranquilo 

Una mafia de lluvia y flores (Hualian Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora