Capítulo 32.

84 12 14
                                    

No quería levantarme de mi cama, estaba cansada de la vida, dios, mantenme.

¿Por qué no podía haberme negado a hacer la fiesta de fin de año? Si lo hubiera hecho ahora podría seguir durmiendo y no tendría pensamientos suicidas.

Teníamos que comprar las cosas para la fiesta y seguro nos ocuparía toda la mañana. Los supermercados abrían a las nueve pero a mis queridísimos amigos se les ocurrió quedar a las ocho para ir desayunar, en estos momentos los detesto.

- Venga arriba - sentí que Andrew se tiró encima mío - Apúrate, tienes que ponerte guapa, acuérdate que va a ir James - gruñí - ¿Sigues enfadada con él? - gemí - ¿Eso es un sí o un no?

- Si te quitaras de encima - dije con el poco aliento que tenía.

Se bajó, se acostó a mi lado y me quedó viendo esperando una respuesta. Cuando se lo proponía podía ser la persona más cansina del mundo.

- ¿Por qué tendría que estar enfada con él? - pregunte inocente. No quería hablar de eso, pero no quería portarme borde con él.

- No se, a lo mejor porque desde que llegamos de vacaciones no has hablado con él o porque él pasa siempre con su amiga, cualquiera de las dos es válida, aunque se que dirás qué la segunda opción no es.

- Mmm, no sé de qué hablas - me senté en la cama - Está todo bien - dije mientras me ponía las pantuflas - Todo está de maravilla,  ¿acaso no lo notas?

- Claro - dijo alargando la "a" - Y yo no te quiero - contestó sarcásticamente. Se quedó callado durante unos segundos - Estás celosa y es entendible, quieres ocultarlo pero estás celosa, has estado evitando a James y siempre que estamos juntos estás callada y tú nunca estás callada. Sabes que solo tu le gustas, créeme desde que se dio cuenta de lo que sentía por ti no se ha fijado en nadie más, te lo aseguro.

- ¿No deberías arreglarte? Son las siete y media, debemos irnos en quince minutos para llegar a tiempo - dije cambiando de tema, mientras sacaba la ropa del armario.

- Muy bien, cuando combinas de tema es que no quieres hablar de esto - se levantó y abrió la puerta de mi habitación - Pero no dejes que los celos te controlen, es mejor ser clara y hablar las cosas, porque sino vas a llenar tu mente de malentendidos - al terminar la oración salió de mi habitación.

No iba a admitirlo delante de nadie, pero me ponía celosa que James esté pegado a su amiga todo el rato. Solo nos saludabamos y él se sentaba al lado de ella y yo me iba con Paula y Andrew. Y es verdad, no he podido evitar compararme con ella, no puedo quitármelo de la cabeza y eso hace que este de mal humor.

Cogí mi monedero y me puse la chaqueta. Perezosamente empecé a bajar las escaleras.

-¡Andrew! - baje el último escalón - ¡Vamos! - escuche unas voces en el salón - ¿Andrew? - al entrar a la sala vi una cabellera rubia, era la última persona a la que quería ver - Sabrina - la llame - ¿Qué haces aquí?

- Oh, nada, estábamos de paso...

- ¿Estábamos? - pregunte interrumpiendola.

- Si, James y yo, él se fue al baño, le dije que fuera antes de salir del piso.

- Oh, ¿vinisteis juntos? - ella asintió y cuando pude analizar la última parte de la oración sentía que mis celos crecían un poquito más - ¿Estás durmiendo en su departamento?

- Eh, si, bueno, como sólo estaré unos días a James no le parecía buena idea irme a un hotel, así que se ofreció a dejarme dormir ahí.

- Oh, eso es genial - intentaba mantener mi sonrisa - Y, ¿Matthew y Katherine?

Amor de cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora