Amor de cuarentena

Capítulo 33.

31 de diciembre de 2021

Hoy era el gran día, hoy iba a decir adiós a un año lleno de sorpresas, un año que marcó a todo el mundo, pero sobre todo que me marcó a mi. Nunca pensé que podría llegar a ser tan feliz, que iba a estar rodeada de gente que me quiere igual que yo los quiero a ellos. No pensé que en este año, lo empecé mal, dándome cuenta de que las personas que consideraba amigos míos no lo eran realmente, que nos encerraron en nuestras casa, que murieron miles y millones de personas, lo acabaría mejor de lo que pensaba. Encontré a personas que no son mis amigos, son más que eso, son mi familia, son la familia que pude escoger y estoy agradecida por eso.

Matthew ese gran chico que me llegó a gustar a principios de año, que llegó en ese momento de mi vida en la que sentía que no merecía la pena seguir adelante, estuvo ahí cada día demostrandome que tenía que luchar, demostrandome que había gente que me quería, que no era esa persona inútil que creía que era, que no era nada de lo que las personas decían de mi, le agradezco todo lo que hizo por mi, le agradezco que me haya sacado de ese hoyo oscuro en el que me encontraba.

Andrew, mi querido Andrew, simplemente, agradezco cada cosa que hace o dice para hacerme reír cuando me siento triste, le agradezco por seguir conmigo a pesar de todo lo que nos pasó, me siento agraciada por la hermosa amistad que me ha dado y por nunca dejarme, por haber luchado por nuestra amistad, lo quería como no tiene ni idea.

Katherine, el amor de mi vida. Esa mujer me hace dudar de si debo quedarme con James o luchar contra Matthew por ella. Es un amor de persona, está ahí para todos, en cualquier momento del día ella estará ahí para escucharte y ayudarte en todo lo que puedas, no hay manera de que me enfade con ella. Me alegra verla tan feliz con Matthew, me encanta verlos tan enamorados. Su felicidad me hace feliz a mi.

Paula, esa chica que parece dulce y tímida pero es sarcástica. Nunca pensé llevarme bien con ella, no es que tengamos muchas cosas en común somos lo opuesto de la otra, pero me encanta pasar tiempo con ella y ver como pelea con Andrew, me da mucha ternura verla mostrar desinterés por él pero yo se que se muere cuando está a su lado o cuando tienen alguna cita, se que le gusta pero no lo admitirá. Simplemente amo a esa mujer.

James, mi querido y hermoso James, ¿por donde empezar con él? Cuando lo conocí no se me pasó por la mente acabar con él, era y es el mejor de Matthew no pensé que llegara a gustarme tanto. Matthew solía hablar mucho de él y del gran amigo que era, me contaba como siempre era James el que estaba con él en las noches cuando se sentía mal, no me había dado cuenta pero desde esa entonces supe que sería alguien importante en mi vida. Cuando lo vi el primer día de universidad, al lado de Andrew y con Matthew, intentaba cortar la tensión que había, aquel día que nos dirigíamos a la pizzeria, él se quedaba viéndome o se ponía a caminar al lado mio, yo hacía como que no me daba cuenta, pero me daba gracia ver como el hacía el gesto de querer sacar algún tema de conversación y luego se arrepentía y se quedaba callado. Y así era en cada salida, cada vez que salíamos o cuando él iba a mi casa solía pillarlo viéndome, con el paso de los días cuando eso sucedía solo le sonría y le guiñaba el ojo o le sacaba la lengua. Luego él solía estar ahí detrás de la puerta cada vez que lloraba por Matthew o se sentaba en el borde de mi cama haciéndome compañía, demostrandone que no estaba sola, siempre era él, pero no me quería dar cuenta.

Hoy le diría adiós a esos preciosos recuerdos y me prepararía para los que vienen, sé que serán mejores que los de este año y todo será gracias a ellos.

Seguía dando vueltas en mi cama, cogí el móvil y vi la hora, eran las seis y media, dentro de nada estarían los chicos aquí. Habíamos organizado el día anterior lo que haríamos hoy: los chicos llegaran a mi casa alrededor de las seis y media, prepararemos el desayuno juntos y pasaremos la mañana organizando la comida; a las once o por ahí empezamos a hacer el almuerzo y a preparar algunas cosas para la noche; a las cuatro haríamos la cena, cuanto antes se hiciese antes se terminaría y nos cambiariamos con tiempo; y, por último a las nueve de la noche ya debería de dar comienzo nuestra "mini" reunión hasta que nos cansemos.