Amor de cuarentena

Capítulo 6.

Matthew

No dormí en mi cuarto, necesitaba pensar en lo que pasó ayer con Nayara. Casi nos besamos, casi pasa, parecía un sueño. Hasta que su papá la llamó. Debía meditar todo esto. Tenía 17 años, pero nunca di mi primer beso, sentía que eso era algo especial, era una muestra de cariño, tenía ese pensamiento de que no podía besar a la primera persona que se me crucé por el camino. Todo esto era confuso para mí, porque yo quería besarla.

Eran las diez de la mañana, así que, seguramente, Nayara estaba a punto de terminar sus clases online. Entre rápido a mi habitación y la vi, tan hermosa como siempre, prestando atención a su clase. No se cuánto tiempo me quede viendola, pero fue el suficiente para que ella terminara sus clases, cerró su ordenador.

- Mierda - susurré, todavía no estaba listo para hablar con ella. Aunque para mi suerte, ella ni siquiera miró a la ventana, solo se levantó y salió de su habitación.

Cogí mi ordenador y salí de mi habitación. Iba a llamar a mi mejor amigo, tenía que llamarlo, necesitaba hablar con alguien.

Prendí mi ordenador, entre a mi correo y busque el de James, le di al botón de videollamada y espere a que contestara.

- Mira idiota, lo que hiciste la otra vez... - no deje que terminara su amenaza.

- Creo que me gusta alguien – dije, vi como se le caía el vaso de leche de la mano.

- Estas de coña, ¿no? - dijo mientras limpiaba la leche del suelo - A penas y la acabas de conocer. A no ser que sea la chica perfecta dudo que te guste de verdad.

- Lo sé, lo sé, pero ayer casi nos besamos y no se - dije un poco nervioso - Fue raro, estábamos los dos juntos, ya sabes, haciendo lo típico, recogiendo la basura, pero en un momento, cuando terminamos, los dos acabamos...

- Okey, tortolito, no quiero detalles - me cortó mi mejor amigo terminando de limpiar- Y, ¿tú le gustas?

- Emm, no. Bueno, ella no sabe que me gusta, pero supongo que no le gusto - dije, y era triste, que por fin que me gustara alguien y no tengo el valor suficiente para decirle lo que siento, es más, lo que hago es evitarla.

"Es que eres estúpido, seguro ella está enfada contigo"

- Deberías decírselo, y ver qué pasa, así no te queda la duda de que hubiera pasado si se lo hubieras dicho - dijo James tranquilamente – Si se lo dices y ella dice que siente lo mismo, debes invitarme a tu boda.

- Bueno – dije inocentemente – Hay un pequeño problema y es que desde que paso eso lo único hecho es ignorarla - cerré los ojos ya que sabía cuál iba a ser su reacción.

- ¡¿Tú eres gilipollas o qué?! - grito mi amigo - ¡Cuando te vea te voy a tirar un ladrillo, a ver si así recuperas alguna neurona! - respira y se calma - Sabes que no debiste hacer eso, ¿no? Eso le habrá sentado mal.

- Lo sé, pero me daba vergüenza, es que no se, a lo mejor me decía que era un error o algo así - solo de pensarlo me dolió – Es que no la conoces, es increíble, simplemente es diferente a las chicas que he llegado a conocer antes.

- Si es tan increíble no creo que te rechace, y si lo hace no será tan horrible. ¿Ella está por ahí? - negué con la cabeza - ¿Cómo lo sabes? No te veo en tu habitación.

- Porque son las once y está en clases, no termina sus clases hasta las dos y media - dije mientras me acomodaba en el sofá.

- Bien, pues cuando termine sus clases vas a hablar con ella y le dirás que crees que empiezas a sentir cosas por ella y ya, que pase lo que tenga que pasar - dijo mientras se metía una patata frita a la boca.