Capítulo 24.

110 16 40
                                    

James

Esto no es lo que tenía planeado. Yo no debía decir eso, no debía hacer nada de eso, yo tenía que ayudar a mi mejor amigo a que se diera cuenta de que estaba enamorado de Nayara. Pero no pude evitarlo, ella estaba afectada por las decisiones del idiota de Matty y, mierda, no debí hacerlo, ella estaba siendo vulnerable en ese momento no debí aprovechar esa oportunidad.

- Yo... - empecé a hablar pero Matthew me interrumpió.

- Dejalo, no hace falta que expliques nada, lo suponía, todo este tiempo lo supe - cuando terminó de hablar se dio la vuelta y empezó a caminar.

Vi que Nayara se levantaba pero la interrumpi, el error fue mío, no de ella.

- Dejame ir a mi, fue mi culpa - le dije lo más tranquilo posible.

- Pero él... - y ahí estaba la Nayara que me encantaba, siempre preocupada por lo demás aunque no tuviera que hacerlo.

- Fue mi culpa, no tuya, no te sientas mal. Perdon por todo, enserio perdón - no quise escuchar su contestación, así que me levante rápidamente y fui detrás de él.

¿Cómo sucedió todo? Ni yo lo sé, pasó de ser mi amiga a ser la chica que me hacía sonreír. Un día era una persona más en mi día a día y al siguiente era la persona que hacía que mis días tuvieran color. Se que estaba mal, sé que no debía sentir esto, no debía hacerlo por él, por mi mejor amigo. Él estuvo siempre conmigo, él fue el que se quedó conmigo cuando mi padre murió, estuvo día tras día apoyándome. Él me ayudo a salir de la depresión que tuve, gracias a él sigo aquí, gracias a él la conocí a ella y no podía hacerle esto, no debía hacerle esto.

- Matthew - vi que estaba parado dándome la espalda.

- Lo sé - dijo mientras pasaba la mano por su cara - Lo se.

Estaba llorando, él estaba mal por mi culpa, no puede ser que yo le esté haciendo esto a la persona que me salvo.

- Yo no quise - no sabía como empezar, no sabía cómo explicar todo esto.

- Lo sé - seguía repitiendo - Lo sé, no es tu culpa, no es su culpa - se dio la vuelta y vi pequeñas lágrimas cayendo por sus mejillas - Es mi culpa, es mi culpa por no haberle dicho que me iba, es mi culpa por no haberla buscado, es mi culpa por estar confundido y no decir con seguridad que la escojo a ella. Pero no sé qué hacer, se que no la merezco, se que la estoy haciendo sufrir, pero no se, no sé qué hacer, yo la amo, la amo como no tienes ni idea, pero no quiero arriesgarme sabiendo que no estoy al 100 por ciento en la relación. Y te entiendo, entiendo que te guste, ¿a quien no? - sonrió - Es la chica más perfecta que he conocido.

- Matthew, yo no quise hacerlo - mentía - Esta bien, no voy a negarte que si, quiero besarla, pero no lo voy hacer, no lo voy hacer por ti, no lo voy hacer por ella. Ella no tiene porque entrar en un triangulo amoroso, ella no tiene porqué estar en un desequilibrio amoroso sin saber con quien estar, ella merece estabilidad, merece paz y tranquilidad, ella se merece seguridad. No quiero confundirla, no más de lo que acabo de hacer, pero no quiero hacerte daño a ti. Aunque ella no va estar siempre detrás de ti, ella no va a rogarte que le des atención.

- Lo sé James, lo sé.

- Y, perdon, pero si ella llega a dejar de amarte y yo sigo sintiendo esto, voy a intentar llamar su atención. Si tu la escoges y ella sigue queriendo estar contigo, seré el primero en alegrarse, pero si tardas demasiado, ni ella ni yo vamos a seguir esperando una respuesta o acción de tu parte. Te ayudare en todo lo que esté a mi alcance, pero no sigas haciendole sentir que es la segunda opción de alguien.

- James... - empezó a hablar.

- La estas lastimando, con todo esto, la estas lastimando. - fue lo último que dije, no quería seguir teniendo está conversación, no iba a ir a ningún kado. Me di la vuelta y empecé a caminar sin rumbo.

Amor de cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora