Capítulo 22.

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James

Estaba en la casa de Andrew, como siempre, no había casi ni un día en el que no pasará aquí. Matthew se ha puesto un poco insoportable con el tema de "Katherine o Nayara" y se pasa casi todo el día con Katherine. Ya parece que ni somos amigos, no se que ha pasado.

Él había llegado unas semanas antes que yo para conocer la ciudad y esas cosas y bueno un día conoció a Katherine. Él pensaba que ya no vería más a Nayara y se tomó enserio el consejo de pasar página. Empezó a hablar muy seguido con Kat, a salir con ella, a invitarla a casa, pero cuando la vio siendo arrastrada por Andrew algo volvió dentro de él. Pero no había vuelta atrás entre él y Katherine, él no quería lastimarla y tampoco se quería alejar de ella. De ahí el dilema.

No se puede discutir el cariño que le tiene a Nayara, la cuida y se preocupa por ella como lo hacemos nosotros, pero con Katherine todo parece diferente.

- ¿Cómo estoy? - dijo Nayara poniéndose en el centro de la sala - Quiero que se vea casual, no quiero que malinterprete nada.

Estaba hermosa, llevaba unos vaqueros con una sudadera beige y un chaleco grande verde, se veía casual. No me agradaba la idea de que se fuera con ese tal Carlos a tomar algo, pero si ella quería estaba bien.

- Estás bien - respondió Andrew, ella me miró esperando mi confirmación.

- Te ves bien, me gusta como te queda ese chaleco y esa sudadera me resulta familiar - respondí sonriendo.

- Bueno, tu la dejaste aquí y nunca la reclamaste así que ahora me la quedo - me sonrió y dio una vuelta - Encima me queda mejor a mi.

- Bueno, ¿dónde habéis quedado? Si quieres te voy a dejar - me ofrecí a llevarla para asegurarme de que todo iba bien.

- En el centro comercial, está un poquito lejos y si, me gustaría que vinieras.

- ¿Andrew? - pregunté.

- No, hace frío, yo te espero aquí - dijo acomodándose en el sofá - Si quieres puedes traer algo para comer, ya sabes, lo de siempre.

- Muy bien, pues vamos - cogí la mano de Nayara.

No me di cuenta de este pequeño gesto hasta que llegamos a la puerta y tenia que coger mis cosas.

- Lo-lo siento - dije separando nuestras manos - Fue un impulso - vi que ella se iba poniendo roja a cada segundo, así que cogí mis cosas para no ponerla incómoda.

Nos quedamos en silencio y nos metimos en el ascensor, no quería que esto se pusiera incómodo.

- Bueno, ¿estas nerviosa? - pregunte rompiendo el hielo.

- No, solo es mi amigo y últimamente hemos estado hablando seguido, ya sabes, nos hemos puesto juntos en algunos trabajos y esas cosas.

Las puertas del ascensor se abrieron y ella salió primero, luego le abrí la puerta de la calle. Todo esto era confuso para mi.

- Y, ¿tu? - alguna chica que llame tu atención

"Si supieras"

- Puede ser, pero es complicado - respondí mientras metía mis manos los bolsillos de la chaqueta.

- ¿Complicado por parte tuya o de ella? - me pregunto.

- Emm, no sé, ¿de ambos? - no sabía muy bien porque era complicado con ella - Quiero decir no es que tenga novio o algo por el estilo, pero creo que no está preparada para eso.

- Oh, bueno, eres joven todavía, seguro encuentras a otra chica - respondió dándome ánimos.

¿Otra persona? ¿Habrá otra persona como ella? Quiero decir si habrá otra persona, pero, ¿yo querré estar con esa persona? Bueno, deberé poner en práctica mi consejo y no quedarme estancada en esto.

Amor de cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora