- ¡Jean!- aumente mi velocidad cuando vi al chico acompañado de su escuadrón. Deje a Franz en el tejado y me lancé a los brazos del castaño.
- ¿Por qué lo habéis traído?- observe la mirada aterrada de todos al ver a Franz.
- ¡No podíamos dejarlo ahí, tenemos que ayudarlo!- agarre a Jean del brazo y nos aleje del grupo.
- ¿Os queda combustible?
- A penas nos queda.- negó con su cabeza.- Así no podremos trepar los muros.- me senté y él lo hizo a mi lado.- Vamos a morir por culpa de esos asquerosos cobardes...
- ¿Te refieres a los reservistas?- Jean asintió a mi pregunta.- ¿Estarán muertos?
- Seguramente se han rendido, yo en su lugar habría hecho lo mismo. Pero dudo que hayan abandonado su misión y se hayan atrincherado. Seguramente, los titanes les hayan rodeado.
- ¡Por eso no tenemos más remedio que ir a por todas contra esos titanes!- Connie se metió en nuestra conversación.
- Connie, hacer eso sin combustible sería cavar nuestra propia tumba.- agarre mi cabeza desesperada.
- ¡Si nos quedamos aquí, nos acabaran rodeando! ¡Si seguimos huyendo, agotaremos el poco combustible que nos queda! ¡Y si perdemos la movilidad sí que estaremos muertos!
- Pero, ¿qué propones que hagamos con las pocas fuerzas que nos quedan?, la vanguardia ha sido prácticamente aniquilada.- podría catalogar a Jean de pesimista, pero es la cruel realidad.- Y lo que es peor, ¿qué cadete podría tomar el mando de semejante operación? Y aunque alguien lo hiciera, no podríamos hacer nada contra los titanes, el depósito de combustible estará plagado de titanes de clase 3-4 a estas alturas. Y no podemos enfrentarnos a ellos dentro del depósito.
- ¿No hay nada que hacer?- Connie también se había rendido.
- Qué rollo de vida... ojalá alguien me hubiera avisado...- miré a Jean incrédula.
- ¡Ya basta!- Jean y Connie me miraron.- No nos sirve de nada quedarnos aquí lamentando haber tomado las decisiones que tomamos, aún no han ganado, no mientras que quede al menos uno de nosotros en pie.- todos estaban sumidos en sus pensamientos y no me hacían ni caso.- ¡Mi hermano no ha muerto por nada!- mis ojos se aguaron por primera vez al recordar lo sucedido.- No podemos permitir que todos los que han muerto en batalla lo hagan en vano, debemos hacer que sus muertes sirvan para algo, ¡aunque tengamos que morir!
- Es imposible, estaremos muertos antes de que podamos salir de aquí. O sea, estoy preparado para morir... pero, ¿qué sentido tiene mi muerte ahora?- mire incrédula a Marco.
Ahí me di cuenta, no soy como mi hermano, no irradio la misma fuerza que él, nadie ha escuchado nada de lo que dije, si hubiese sido él ya habría convencido a todos de que debemos luchar. Lo cierto es que no sirvo para esto, no sirvo para ser la líder de nada, lo he sido una vez y solo sobrevivimos dos, ni si quiera pude salvar a mi hermano, si hubiese sido más rápida o no le hubiese dejado solo, él seguiría vivo, soy yo la que debería haber muerto en su lugar.
- ¿Qué piensas?- Jean puso su mano encima de la mía.
- En todo lo que ha pasado, en mi hermano, en las cosas que podía haber hecho para evitar su muerte y la del resto, yo les di la orden que los llevo a la muerte, tengo su sangre en mis manos, no soy menos monstruo que esos titanes.
- No tienes razón, ninguna muerte ha sido culpa tuya, y no eres un monstruo.- limpió las lágrimas de mis mejillas.- Los únicos culpables de las muertes son los asquerosos titanes.
- ¡Mikasa!- me gire rápidamente cuando escuche a alguien llamar a mi hermana. Como estábamos algo alejados no me vio y fue directa a hablar con Armin que seguía en shock.
- La trigésimo cuarta unidad de cadetes...- todos nos giramos al escuchar a Armin.- Thomas Wagner... Nac Tius... Mylius Zeramuski... Mina Carolina... Eren Jaeger... ¡Los cinco han cumplido con su deber y han muerto heroicamente en combate!- me acerque a ellos y me quede detrás de Mikasa.
- ¿Y A-Alexandra?- Mikasa preguntó con la voz tembloraosa.
- Estoy aquí.- la pelinegra se dio la vuelta y corrió a abrazarme.
- Marco, si alejamos a los titanes de los alrededores del cuartel general, podremos reponer nuestros suministros de combustible y trepar el muro, ¿estoy en lo cierto?- Mikasa comenzó a caminar frente a todos.- Mikasa comenzó a hablar mientras caminaba al frente.
- Si, eso creo, pero aunque ahora estés con nosotros, son demasiado y...
- ¡Podemos hacerlo! Soy fuerte, más que todos vosotros.- la mire incrédula.- Exageradamente fuerte, puedo matar a todos esos titanes de ahí, aunque tenga que hacerlo sola, vosotros sois o bien incompetentes o bien cobardes sin agallas, sois patéticos.
- No puedes enfrentarte a esos titanes tu sola, ni siquiera tu puedes hacerlo.
- Si no puedo, entonces moriré, pero si gano, viviré, y si no lucho, no puedo ganar.- dicho eso Mikasa salió del allí con ayuda del equipo.
- ¡Eh! ¿A caso nos han entrenado para quedarnos de brazos cruzados, queréis que os recuerden como cobardes sin agallas?- Jean saltó seguido de Connie y algunos más.
- Dale sentido a tu supervivencia Armin.- le extendí la mano y este la tomo gustoso, limpió sus lágrimas y juntos nos lanzamos hacía los titanes.
A Mikasa se le acabo el combustible y cayó al suelo, Armin salió detrás suya para ayudarla.
- ¡Chicos!- me acerqué a Connie y a Jean.- ¡Voy junto a ellos, seguid con esto adelante!- me desvié junto con el rubio.
- ¿Qué es eso?- llegue junto a Armin y vi como un titan peleaba con otro.
- No lo se, pero hay que aprovecharlo para sacer a Mikasa de ahí, ambos asentimos y fui en rescate de la pelinegra.
- ¡Mikasa!- agarre a la chica por el costado y la subí al tejado en el que estaba Armin.- Deberíamos salir de aquí cuanto antes, se acercan titanes de quince metros.- en ese momento aquel titan anormal derribo a otro de un solo golpe.
- ¿Soy yo, o ha apuntado conscientemente al punto débil?- Armin observo.
-Es igual, lo mejor es que nos vayamos, va a venir a por nosotros...- les avise pero ninguno me hizo caso.- Démonos prisa en llegar al cuartel general, todo el mundo está luchando.
- ¡Espera!- Armin me paro.- Mikasa ha gastado su tanque de gas. - Armin le ofreció su gas y sus cuchillas.
- Yo me quedare con esta.- Armin guardo una pequeña cuchilla.- No quiero que me coman vivo.
- No vamos a abandonarte aquí.- tire la cuchilla de las manos de Armin.- Yo llevo a Armin, Mikasa tu cúbrenos.- corrimos por el tejado, mientras pensaba en cada uno de mis siguientes movimientos si quería que llegásemos vivos.
- ¡Escuchadme, tengo una idea!- ambas nos paramos al escuchar a Armin.- Se necesitan un par de personas para llevarlo a cabo... así que decidís vosotras.
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Defensora de la Humanidad (Jean x Lectora)
FanfictionAlexandra Jaeger, más conocida como Sacha. Está es simplemente la historia de como trata de sobrevivir en el mundo cruel en el que vive, tendrá que enfrentarse a cosas totalmente inesperadas. Tendrá que ir superándolas una a una, incluso cuando se...