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- Nuestra ruta fue decidida por Magath y por mi.- dijo Hange.- No hay otra opción, salvar Liberio ya no es posible.

Annie fue sujetada por Mikasa y Jean, mientras yo sujetaba la mano de Reiner, aunque no ponía ninguna resistencia a diferencia de Annie.

- Entonces ahora... no tengo motivo para estar aquí.- la chica cayó al suelo.- Renuncio.

Escucharla decir eso me enfado, mucho, era una egoísta, hemos matado a nuestros compañeros para llegar aquí, y ahora ella simplemente decidía renunciar...

- Incluso si me mantengo firme, la destrucción de Marley y Liberio es inevitable.

- Magath lo sabía, pero arriesgo su vida para salvarte, esto no es por Marley o Liberio.- dijo Hange.- Es para salvar la vida de gente que no conocen, él se lo encargo.

- Entonces vuelvo a mi primera pregunta...- Mikasa la ayudo a levantarse.- ¿Podéis matar a Eren?- Mikasa bajo la mirada.- Si trato de matar a Eren, ¿podéis solo quedaros quietos? Ahora no quiero pelear contigo... no quiero matarlo, ni pelear con vosotros, ni con Eren...

- Annie.- hable desde la distancia.- No podemos echarnos atrás ahora, nos ha costado mucho llegar hasta aquí, sobre todo a nosotros.- recordé a todos los jeageristas que habíamos matado.- No voy a decir que estamos aquí porque nos presionasteis para ayudaros, pero sería injusto que abandonaras después de todo, sería egoísta por tu parte.- hable calmada.- No quieres continuar porque sabes que tu padre no podrá salvarse aún si conseguimos parar a Eren, eso es egoísta, Hange, Levi, Connnie, Mikasa, Armin, Jean y yo estamos aquí arriesgando nuestras vidas por personas que no solo no conocemos, si no que la mayoría nos odian, arriesgando lo que tenemos en la isla.

Esta vez fue Reiner quien me sostenía a mi, evitando que fuese hacia la rubia.

- ¿Quieres que mate a mi hermano?- todos me miraron sorprendidos.- Si es necesario lo haré.

- Tranquilízate.- Reiner tiró de mi por la cintura y me saco de allí.

- Joder perdón.- masajee mis sienes.- Me ha puesto nerviosa.- apoyé mi espalda en la pared y me deslicé hasta el suelo-

- Entiendo que si para alguien esto no es fácil es para vosotros.- se sentó a mi lado.- No creo que ninguno de nosotros hubiese hecho algo así por vosotros, los de dentro de los muros.

- Vosotros habéis crecido con prejuicios, nosotros no.- coloqué mi cara en entre mis manos.

Sentí que tomo mi mano izquierda y levanté mi mirada confusa hacia él. Me fije que se había quedado mirando el anillo que descansaba en mi dedo anular.

- Me case hace un año, con Jean.- el chico acarició el anillo.

- Felicidades.

- Fue la mejor boda del mundo.- recordé.


Era un día soleado de verano, se respiraba ese ambiente cargado por el calor.

A las afueras de lo que serían los muros comenzaban a llegar los invitados de la boda que se celebraría en apenas unas horas. Era cerca del mar así que podía oírse el sonido de las olas y podía sentirse el ambiente marino.

- Estás preciosa.- Historia me alago.- El vestido te queda precioso.

Me mire en el espejo comprobando que todo estaba bien. Me gire un poco para poder ver mi vestido blanco, el escoté dejaba ver mis hombros al completo, las mangas eran anchas y vaporosas, el corset totalmente ajustado estaba decorado con algo de encaje, a la altura de mi cintura había un cinturón desde el que salía la falda no muy cargada.

Defensora de la Humanidad (Jean x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora