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- ¡Sacha!- Reiner vino hasta mi examinándome con la mirada, por mi parte aún seguía aturdida por lo que había pasado.

Comencé a escuchar a los chicos preguntándome por mi bienestar y el del bebé, les ignore y me levanté, mire a todos a mi al rededor, me dolía la cabeza y escuchaba un constante pitido. Corrí lo más rápido que pude hacia Armin y Mikasa, ni si quiera sabia que podía correr tan rápido.

Les vi a lo lejos, de rodillas abrazándose. Llegue hasta ellos con lágrimas por mi rostro, había recordado todo lo que me dijo. Era un idiota, no tenías que haber muerto...

- Sacha...- Mikasa me miro. Mis piernas flaquearon y caí de rodillas, la chica se acercó con la cabeza de mi hermano entre sus manos. Lo mire por unos segundos, extrañamente se veía en paz. Acaricie sus mejillas con mis manos temblorosas.

Mikasa se levanto y comenzó a alejarse, le daría un buen lugar de descanso a Eren. Me aferre a Armin mientras lloraba en su hombro, al igual que él lo hacia en el mío.

Fuimos de vuelta con el resto, para nuestra sorpresa los de Marley estaban de nuevo amenazando a los eldianos.

- Si quedará alguien con el poder de los titanes estaríamos usando ese poder para protegernos ahora mismo. En cambio, incluso después de tener armas apuntando hacia nuestras cabezas seguimos siendo humanos indefensos, esto es prueba de que solo somos humanos ahora.

- ¿Y tú eres?

- Soy Armin Arlert, un eldiano de la isla Paradis, soy el asesino del titan de ataque, Eren Jaeger.

Tres años han pasado desde ese día al que han llamado "La Batalla del Cielo y la Tierra". Las personas que han experimentado pérdidas terribles en la vida y aun así han sobrevivido, deben estar sufriendo por las cicatrices que no sanan.

Mientras el mundo llora por su pérdida entre la ansiedad e inquietud, la nación de Eldia forma un ejército bajo la facción jaeger y se enfoca en fortalecer sus fuerzas militares. Temiendo las represalias del resto de los humanos que sobrevivieron al otro lado del océano.

La gente de la isla alza su voz al unísono.

Si ganamos, viviremos. Si perdemos, moriremos. Si no peleamos, no podemos ganar. Pelea, pelea.

Esta pelea no terminara hasta ya sean los eldianos o resto del mundo desaparezcan, quizás lo que Eren dijo sea verdad. Aun así, Eren eligió confiarnos con el futuro de este mundo, ya uqe ahora vivimos... en un mundo sus titanes.

Tardamos tres años en volver a Paradis, éramos ese grupo que destruyo los muros, traiciono a Paradis y mato a Eren, nos habíamos convertido en embajadores de paz entre Paradis y las naciones aliadas.

Hasta que no terminamos con nuestra tarea no pude gozar de esa vida de paz tanto había deseado.

Annie se quedo viviendo con su padre al igual que Pieck, Gabi y Falco viajaron por el mundo y finalmente se instalaron cerca del resto de su familia. Por nuestra parte nos instalamos en un pequeño pueblo de Paradis, Connie vivía con su madre, para nuestra sorpresa Reiner también se quedo en el pueblo, Mikasa fue la que más tardo en volver, pero finalmente lo hizo y se fue a vivir con Armin, en una modesta casa al lado de la nuestra.

Jean y yo vivíamos en una casa bastante grande, necesitábamos el espacio, tras mucha insistencia Levi se mudo junto a nosotros, no podía caminar bien y tenía que ir en sillas de ruedas y aunque le costo aceptar mi invitación acabo haciéndolo.

Talle mis ojos antes de abrirlos completamente, estire mi brazo notando que ya no había nadie al otro lado de la cama, con algo de pereza me senté en la cama y me puse las zapatillas antes de levantarme dificultosamente, baje con cuidado las escaleras hasta llegar a la sala principal, me apoyé en el marco de la puerta mirando la escena la escena ante mis ojos enternecida.

Defensora de la Humanidad (Jean x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora