Rose.
Yo en realidad no he pensado en que haría con él una vez que lo encontraría.
Deje de pensar en eso hace unos meses atrás.
Yo soy el tipo de persona que piensa cada movimiento que tomare cuidadosamente para que nada me explote la cara, así me entrenaron, así he pasado toda mi vida, midiendo cada cosa que hago o digo para no echarlo todo a perder.
Pero en estos momentos la ira dentro de mí no me deja pensar, por lo que ahora me veo a mí caminando directo hacia la mesa en la que él se sentó juntos con los demás hombres.
Yo me quedo de pie justo enfrente de su mesa mirándolo a él fijamente a los ojos.
Él y sus compañeros al darse cuenta de mi presencia se me quedan mirando confundidos, pero en estos momentos no me importa, lo único que me importa es él.
Ellos piensan que soy una mesera aquí, porque cada uno me empieza a decir que quieren.
- Creo que deberías anotarlo. – Uno de sus compañeros me dice al ver que no le estoy prestando atención a lo que dicen.
Yo lo ignoro, en cambio me acerco a mi objetivo y estrello su cabeza contra la mesa.
Sus compañeros todos se sobresaltan y antes de que me dé cuenta, todos me están apuntando con un arma y dos se levantan para sostenerme. Ni siquiera me había dado cuenta que cada uno de ellos traía un arma.
Así que ahora tengo 7 armas apuntándome a la cabeza. Supongo que él es alguien importante.
Ahora él esta con su mano en la nariz ya que se la acabo de romper.
- ¿Por qué fue eso? – Él pregunta completamente confundido.
Yo me quito de encima a los dos hombres que me tienen agarrada de los brazos con un simple movimiento de hombros y me siento en una silla que está justo en frente de él, y con respeto a los hombres que me están apuntando con un arma simplemente los hago bajar sus armas.
Alguna de las personas en el bar salen corriendo al ver armas, en cambio Mónica se queda bailando ya que está muy borracha para darse de cuenta de lo que sucede a su alrededor, no creo que se dio cuenta que no estoy a su lado.
Saco del bolsillo de mi abrigo la bala.
Yo nunca traigo conmigo esa bala, siempre la mantengo en una cajita en mi habitación, pero hoy al dejar mi apartamento sentí la intención de traerla conmigo, era una fuerte necesidad por lo que no la ignoré y la traje conmigo.
- Esto te pertenece. – Él mira la bala con el ceño fruncido, aún tiene mano en su nariz tratando de detener la sangre.
- No lo creo. – Dice.
- No fue una pregunta. – Digo.
- Es obvio que te equivocaste de persona. Hasta donde yo sé, esa bala puede ser de cualquier persona que posea un un arma. – Intenta justificarse.
- Tú apretaste el gatillo disparando la bala que estaba en el cuerpo de la persona que considere como una madre matándola luego de que me atravesó a mí para luego quedar en ella quien al fin murió en mis brazos.
- Si te sientes atraída hacia mí, debiste decirlo, no inventar una patética historia. – Él se ríe de su estúpido chiste y sus seguidores lo siguen.
Estampo su cabeza de nuevo contra la mesa, pero esta vez lo tomo del suéter y lo arrastro sobre la mesa para luego aventarlo al suelo.
Sus seguidores se levantan de sus asientos y se me abalanza pero con magia los estampo contra la pared y los dejo ahí.
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La Reina Trihíbrida: Un nuevo comienzo. #2
Science FictionContinuación de La Reina Trihíbrida. Primera parte ya está publicada en mi perfil. Te aconsejo leer la primera parte antes de leer esta. Disfruta. ♥️