29.

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Rose.

Ellie está en la escuela, por lo que tengo tiempo para tomar una siesta, pero por más que intento no puedo conciliar el sueño.

Decido ponerme ropa deportiva y entrenar. No recuerdo la última vez que entrene, ser madre no te da tiempo para hacer muchas cosas.

Aprovecho las pocas horas que tengo para entrenar.

Primero salgo a correr y luego regreso y le doy golpe al saco de arena.

Es muy agotador tener las condiciones de un humano, apenas en el calentamiento ya estaba agotada, y el no estar en condiciones no me ayuda.

Les puedo jurar que siento que las piernas me tiemblan.

Rendida decido tirarme en el césped para tomar un respiro.

Mónica aparece en mi campo de visión y no puede evitar echarse a reír en cuanto me ve tirada en el suelo toda adolorida.

- Karma es una perra. – Dice con burla en su tono. Yo la fulmino con la mirada. – Todas las noches me dormía pidiéndole a Dios que te hiciera sufrir de la misma manera que yo sufrí cuando me entrenabas y después de tantas plegarias, el al fin me respondió.

- Vete pa' la mierda. – Me levanto del suelo ya con más energía y sigo practicando.

Mónica entra a la casa y a los segundos sale cambiada. Lleva puesta mi ropa de hacer ejercicio y mis zapatillas.

- Peleemos. – Me dice, ni siquiera me lo pregunta. – Esa sería una buena manera de ponerte en forma.

- No he peleado desde que Ellie nació, no sé si aún tengo el toque. – Le digo no muy convencida.

- ¿Acaso tienes miedo de que te patee el trasero? – Me reta. Se lo que está haciendo, podría simplemente ignorarla, pero después de todo me hace falta.

- Eso lo veremos. - Acepto su reto.

Ambas nos colocamos la cinta en nuestras manos para protegerlas.

- Si yo gano, cuidaras de Ellie por tres días seguidos para que yo y Luke tengamos un poco de privacidad. – Le guiño el ojo para que entienda la indirecta.

- Esta bien, pero si yo gano me pagaras a mí una salida al spa. – Me dice. Yo acepto.

Nos tomamos la mano para cerrar el trato.

Mónica se posiciona frente a mí y yo hago lo mismo; ambas nos miramos esperando que alguna lance el primer golpe, pero yo no tengo intención de ser la primera. Ella decide ser la primera en lanzar el primer golpe, yo de a milagro logro esquivarlo.

Le lanzo un puño pero ella logra detenerlo y me lo dobla con intención de quebrarlo, pero yo logro levantar mi pie y golpearla en sus caderas, ella cae arrodillada por el dolor y yo aprovecho para golpearla en el rostro.

Cae en el suelo, turulata por el golpe. Aprovecho que está en el suelo para golpearla con mi puño, pero ella se recupera y con ambas piernas me golpea en el estómago con suficiente fuerza para hacerme caer unos cuantos pasos lejos de ella.

Mónica se me acerca e intenta golpearme en el rostro con sus pies, pero yo doy una vuelta en el suelo alejándome de ella y aprovecho para levantarme rápidamente y enfrentarla.

Ella me lanza un puño pero yo me agacho esquivándolo y doy una vuelta en el suelo alejándome.

Me le acercó y le lanzo un puño pero ella lo esquiva, trato de golpearla con mi pierna, pero ella también lo esquiva.

Ella me lanza un golpe, pero lo detengo con mi antebrazo, pero ella con su otro brazo me lanza un puño en el rostro, que me hace perder el equilibrio, esta vez no pude esquivar.

La Reina Trihíbrida: Un nuevo comienzo. #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora